«A xente ten que entender que a hostalería é un artigo de luxo»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

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Pepa Losada

El hostelero viveirense Abilio Golpe cree que la subida de precios debe repercutir en la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores del sector

07 oct 2025 . Actualizado a las 13:40 h.

La hostelería vive en A Mariña un momento de profunda transformación derivada del bum del turismo, que obliga a intensificar aún más la actividad durante el verano, pero también de los cambios que hacen que buena parte de la sociedad «priorice o descanso antes que gañar máis cartos». Es una de las reflexiones del hostelero viveirense Abilio Golpe Galdo, propietario de la vinoteca Aquitania o el pub Flanagan´s, en Viveiro, quien considera que el convenio laboral que rige para el sector en la provincia de Lugo (publicado por el BOP el 3 de marzo) no ofrece unas condiciones salariales lo suficientemente buenas. «Segundo o convenio, o soldo dun camareiro non chega a 1.300 euros coas pagas prorrateadas. E o dun axudante pouco menos é. A diferenza é escasa», sostiene, y pone en valor el trabajo del personal de bares, cafeterías o restaurantes, entre otros. «Hai que darse conta de que eles están traballando sempre cando o resto da xente está descansando. Dá igual que haxa unha festa de campo ou que sexa Naseiro, San Roque, un día festivo..., os traballadores da hostalería sempre están a un ritmo moi alto, e iso hai que compensalo», abunda Golpe.

Recuerda que los suministros (electricidad, agua, gas, etcétera) se han encarecido mucho en los últimos años, al igual que los alimentos o los impuestos. De ahí que, en su opinión, una de las posibles soluciones sea una subida de precios que repercuta en una mejora directa de las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. «A xente ten que entender que a hostalería é un artigo de luxo», concluye.

El Aquitania, un negocio que este verano llegó a dar de comer a 737 personas en un solo día

Abilio Golpe Galdo es empresario, pero quiere destacar la labor que realizan sus trabajadores. Del primero al último. Desde el que cocina al camarero más experimentado pasando por el personal que recoge las mesas o se ocupa de la limpieza. «Sen todos eles, eu non fago nada», señala el propietario de un negocio, el Aquitania, que el pasado verano, desde el mes de junio, atendió una media de 500 comensales diarios. El récord lo batió un día de agosto, en el que dio de comer en una sola jornada a 737 personas. En la temporada fuerte, el negocio contó con 20 trabajadores fijos, a los que sumó a menudo seis extras. «O venres de Naseiro tiven en nómina a 32 persoas. A xente agora quere quendas de mañá ou de tarde, ou media xornada, e é lóxico», dice. «Considérome un compañeiro máis. Está claro que nalgún momento despedín algunha xente, moi pouca, a verdade, pero levo traballando toda a miña vida na hostalería e gústame defendela. O sector tense que valorar máis desde todos os puntos de vista porque hai xente moi cualificada e preparada e, sobre todo, cun carácter moi especial para atender á xente; algo que é moi importante», cuenta. En su opinión, la hostelería «sempre se viu como o último». «E penso que hai moito que mellorar, tanto na formación da xente, con máis escolas e ciclos formativos, pero tamén nos convenios», agrega, y remarca: «Ás veces podo estar en desacordo cos que considero os meus compañeiros, pero sempre intento apoialos en todo o que podo».