Excelencia. Precisamente promesa tras el Prestige es el Parador de Muxía. Construido en terrazas sobre la ladera de la playa de Lourido, su vista nocturna se asemeja a la de un crucero. No se pierda su «infinity pool».
Poso artístico. A Muxía la loaron Rosalía, Lorca o, desde luego, López Abente. La pintaron Alexandre, Kappeler o Tachibana. La musicó Pazos de Merexo con su acordeón diatónico: «De Lourido a Xurarantes»...