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El 2024 dejó récord de visitas guiadas en el Melga, más de 6.000 personas en este espacio único que viaja a través del juego y el deporte tradicional desde la prehistoria a la actualidad
16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Uno nunca deja de jugar, aunque el paso de los años traiga consigo un cierto desaprender. Se ha jugado siempre, toda la humanidad, también ahora que los espacios para ese disfrute innato y libre se reducen, sobre todo en las grandes urbes. Existe un paraíso del juego —y por tanto del aprendizaje—, y está en Ponteceso, donde hace ya once años y algo más, el 27 de septiembre del 2013, abrió el Melga. Su nombre corto —el largo es Museo Etnolúdico de Galicia— habrá viajado nada menos que en la mente y vivencias de las 6.523 personas que visitaron de forma guiada sus salas en el 2024. Ricardo Pérez y Verdes (Ibiza, 1944), alma máter y director del espacio, hizo de una pasión un sueño y de un sueño una realidad, de la que lleva un detalladísimo recuento numérico diario, persona a persona, visita a visita, festival a festival, actividad a actividad, concurso a concurso... «Con estos datos estadísticos, se bate el récord en visitas guiadas y en el número de participantes, sobrepasando la marca establecida en el año 2019. Por primera vez superamos las seis mil personas».
Hermanado en el año que acaba de terminar con otros espacios de Cangas do Morrazo, de Valladolid, de Burgos, de Oporto (Portugal) y hasta de Lima (Perú), porque con todos guarda similitudes, es el Melga en realidad «único en el mundo». Lo ha dicho muchas veces Ricardo, porque si bien otros museos se centran en una época, zona o juego concreto, lo que ofrece esta instalación ubicada en la entrada a la tierra de Pondal es nada menos que una visión de los juegos y deportes tradicionales a través de los tiempos, desde la prehistoria hasta la actualidad. ¿A qué y cómo jugaban nuestros antepasados? ¿O el propio bardo? El Melga de Ponteceso, y lo saben bien centros escolares o asociaciones, no es solo una vitrina para observar. Hacen falta horas para entregarse al entretenimiento, y quien nunca ha dejado de jugar es el propio guía. Va mucho más allá de la infancia, y para buena muestra la de Jesús, un coruñés que en el 2024 logró batir el récord de visitante de mayor edad: con 99 años, superó la marca de la pontecesana Jesusa, que contaba 94.
Casi 200 nuevas piezas del mundo en solo un año para aumentar los fondos museísticos
Lo museístico parece que lleva anclada la foto fija, pero no es así en el Melga de Ponteceso, donde solo en el último año se han adquirido nada menos que 184 piezas nuevas, algunas de ellas del mismísimo Perú, a donde viajó Ricardo Pérez y Verdes y Lola Roel, vicepresidenta de la Fundación que lleva su nombre. Quenas, pututos, ludo, muñecas, flautas, trompos, ocarinas, yo-yo, silvatos, caballitos de cartón... Cada expedición es una oportunidad, a la que han de sumarse las 33 piezas donadas durante el 2024, año especial, aunque con dos etapas muy diferenciadas, que también permitió recuperar citas del décimo aniversario e incluso internarse en el mundo del teatro.
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En el último año, las actividades del Melga inspiraron trabajos de fin de carrera como el de Natalia Fernández, y fueron capaces de atraer también a personajes «ilustres»: Teresa Lafragua, Xabier Santxotena, Jesús Tarazona y Vicky Fernández... No cabe duda de que la mayor parte de las visitas llegaron de la comunidad gallega, especialmente de la provincia de A Coruña, pero a Ponteceso también llegaron muchos madrileños, asturianos o extremeños. Y turistas de Inglaterra, Francia o Alemania, pero también de puntos como Jordania, Argentina o Filipinas.
El año número 11 del Museo Etnolúdico de Galicia fue bueno, pero pudo ser mejor, porque sigue arrastrando una falta de personal que obligó a colgar el cartel de cerrado para visitas particulares y por libre. Aguarda Ricardo que el 2025 traiga la implicación y solución precisa a este respecto.