La leche se dispara en el mercado mundial, pero las granjas no ven mejoras

Xoán Ramón Alvite Alvite
xoán ramón alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Los ganaderos siguen cobrando los precios más bajos desde agosto del 2009

13 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cotizaciones de los principales derivados lácteos -leche en polvo, mantequilla y queso Cheddar, principalmente- siguen aumentando de forma importante en los mercados mundiales. Tanto es así que ya rozan los precios más elevados de los dos últimos años. Paradójicamente, la situación que se vive en el campo es justo la contraria. Hasta el punto de que las liquidaciones que las industrias practican a los ganaderos son las más bajas desde agosto del 2009.

Pese a todo, el resultado de la última subasta realizada por la cooperativa Fonterra, el mayor exportador de productos lácteos del mundo, ha despertado cierto optimismo en el sector lácteo gallego, que espera que los incrementos de precios cosechados por los productos lácteos industriales -oscilaron entre el 4 % de la leche en polvo entera y el 15 % del mantequilla- empiecen a tener su reflejo en las cotizaciones de la materia prima en origen.

De hecho, ya empieza a percibirse cierto cambio de tendencia en las políticas comerciales de algunas lácteas, no tanto en el precio que abonan al productor como en los límites que les establecen para su producción. Si hasta el momento empresas como la francesa Lactalis -mayoritaria en el campo gallego con un 25 % de la recogida diaria total-, la asturiana Capsa o la cooperativa Feiraco establecían importantes reducciones en las cantidades en las que los ganaderos sobrepasan el cupo de entregas, a partir de este mes parece ser que estas exigencias se relajan enormemente. Detrás de lo que muchos creen el inicio de un cambio de tendencia parece estar la contención de la producción que se ha llevado a cabo a nivel internacional y que ha permitido, de momento solo en parte, equilibrar el importante desfase que existía entre producción y consumo y que ejercía una fuerte presión a la baja sobre los precios.

El otoño juega a favor

Sin embargo, habrá que esperar algo más de mes y medio para saber si en la renovación de los vigentes contratos lácteos las empresas reflejan incrementos de los precios para los ganaderos. A favor de estos últimos juega el carácter estacional que, al menos en los últimos años, ha hecho del otoño un período en el que se registran repuntes importantes del consumo y, de forma paralela, descensos en la producción.

¿Cómo funciona la principal subasta de lácteos del mundo? Las mayores operaciones de compra y venta de leche -en realidad derivados industriales con facilidad para viajar como el queso, la mantequilla o la leche en polvo- se realizan por Internet. De forma principal a través la plataforma comercial Global Dairy Trade, perteneciente a la cooperativa neozelandesa Fonterra, uno de los principales referentes de los distintos operadores a la hora de fijar el precio de la leche líquida.

Pese a las repercusiones que su resultado acaba teniendo sobre el resto de la cadena de valor del lácteo, el funcionamiento de este mercado virtual es, relativamente, sencillo. La subasta se celebra quincenalmente, apenas dura dos horas y en ella se reúnen los principales vendedores y compradores de lácteos del mundo. Se oferta de una cantidad concreta de producto a un precio inicial que se publica en la propia web del vendedor. A partir de ahí, comienza una ronda en la que los postores ofrecen el precio que están dispuestos a pagar. Al cierre de cada ronda si las cantidades demandadas son mayores a las ofertadas, se sube el precio y se abre otra puja. Se suceden las rondas hasta que las cantidades y los precios se ajustan y gana el mejor postor. A los pocos minutos se publican en Internet los resultados y en los dos días posteriores a la subasta, compradores y vendedores se ponen en contacto para concretar los detalles de la transacción.

El veto ruso le cuesta 785 millones al sector primario en España

Las importaciones de Rusia de alimentos procedentes de España cayeron en 785,3 millones de euros en el 2015, según el informe sobre el efecto de las sanciones rusas a la exportación realizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y desvelado ayer por la agencia Efe.

En el documento se analizan los datos correspondientes al 2015 -último año completo disponible- y las del 2012, por ser el último ejercicio en el que las relaciones comerciales se desarrollaron con normalidad (fue en el 2013 cuando las autoridades rusas adoptaron una medida de suspensión de los procedimientos de homologación que supuso una reducción en las exportaciones).

Estaba previsto que el conocido como veto ruso se prolongara durante un año, pero acaba de ser extendido hasta diciembre del 2017. Esta contingencia, sumada a la bajada del consumo de leche en China y al exceso de producción mundial han sido los argumentos esgrimidos para justificar la severa crisis del negocio lácteo en Galicia.

Por sectores, la partida de frutas y frutos secos ha sido la más afectada, con una reducción de 272,8 millones, lo que representa el 43 % de la caída global. El sector de la carne y sus transformados representa el 35 % de las pérdidas totales, con el porcino como principal perjudicado.

Y las exportaciones españolas de pescado a Rusia han registrado una disminución de 28,6 millones (3,6 % del total), sobre todo de congelado. Por contra, los países que aumentaron fuertemente sus exportaciones a partir de las sanciones fueron las Islas Feroe, Bielorrusia y Groenlandia.