Yolanda Díaz no afloja y presiona a Hacienda para evitar la tributación del salario mínimo
ESPAÑA

El PSOE mantiene el pulso, pero asume que habrá que buscar un consenso
14 feb 2025 . Actualizado a las 23:10 h.Los rifirrafes que en anteriores Gobiernos mantenían la vicepresidenta Carmen Calvo y la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, han sido sustituidos por los que protagonizan la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero; y la segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En esta ocasión con motivo de la tributación del salario mínimo en el IRPF, que defiende el ala socialista del Gobierno y que reprueban los ministros de Sumar.
Aunque Díaz presumió ayer de que el Ejecutivo goza de «buena salud» y «hay Gobierno para rato», aseguró que ella y todo Sumar se enteraron «media hora antes» del consejo del ministros del martes, por la prensa, de que Hacienda había optado por no dejar exento del IRPF al nuevo salario mínimo aprobado para el 2025 y que se sitúa en 16.576, 50 euros más en cada nómina. Contradecía así lo expuesto por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al señalar que Díaz conocía que la subida del SMI «incorporaba el potencial pago de impuestos». «Ni él mismo sabía esto, me atrevo a decir», remachó la vicepresidenta segunda desde París, donde asistió a una reunión de la OCDE.
La expresidenta de Andalucía, Susana Díaz, dijo sentirse «indignada» y salió en defensa de Cuerpo y Montero. Llamó «desleal» a la titular de Trabajo y la acusó de «mentir»· porque «desde el 8 de enero conocía que había un 20 % de personas que tendrían que tributar» al cobrar el SMI «y que ella y su equipo de expertos elevaron del 3 al 4 ese porcentaje [de subida] para que se compensara».
La gallega incidió en sus críticas al PSOE, ya que los últimos años Hacienda declaraba exenta de tributación la cuantía del salario mínimo. De todos modos, dio por hecho que Montero se moverá y la instó a «aclarar de una vez por todas» su posición.
Mesa de negociación
En el 2018, el mínimo exento de tributación por IRPF estaba en 12.000 euros, y ahora, en 15.876. Los socialistas defienden que el SMI pasa a ser de 16.576 euros, y no es un salario marginal. En el 2018, al llegar Pedro Sánchez a la Moncloa era de 10.303.
Pero Sumar no tira la toalla y presiona al ala socialista para que se avenga a que el salario mínimo no se someta al IRPF. Su portavoz en el Congreso, Verónica Martínez Barbeito, pidió ayer una mesa de negociación entre los dos socios del Gobierno para lograr una solución. «El Ministerio de Trabajo ha hecho lo que tenía que hacer, que es subir el SMI», aseguró Martínez, y añadió que ahora lo que hay que hacer es lograr un «planteamiento técnico» para que «nadie tenga que tributar cuando cobra el SMI», ahora y en el futuro.
Sobre si han hablado con el PP, que al igual que Sumar y otros socios del Gobierno han presentado una proposición de ley para que el SMI no tribute, aseguró que con quien aspiran a negociar es con el PSOE. Enrique Santiago, de IU, se mostró convencido de que los socialistas acabarán «aceptando» que el límite de tributación del IRPF aumente hasta llegar al salario mínimo.
Desde el PSOE mantienen el pulso a Sumar, pero asumen que hay que buscar un consenso. El ministro para la Transformación Digital, Óscar López, se mostró «absolutamente convencido» de que no hace falta que nadie avise a la titular de Trabajo para saber cuáles son los tramos del IRPF». En todo caso, reflexionó que es evidente que si se incrementa la renta, se entra en otro tramo de IRPF, y aún así «seguirán ganando más que antes». «Es mentira lo que ha dicho el PP de que van a ganar menos», aclaró, pero tampoco cerró la puerta a un cambio de postura. Sobre las iniciativas parlamentarias para evitar la tributación dijo: «Ya se verá qué iniciativas son y los votos que tienen». Sí coincidió con Yolanda Díaz en que «este Gobierno está unido y va a seguir estando unido».
El PSOE defendió hacer pedagogía e insistió en que el IRPF en el SMI no supondrá un «hachazo fiscal». Emma López, secretaria de política económica, puntualizó que el Gobierno lo ha incrementado en los últimos siete años 600 euros, y el debate es «si el 20 % de los beneficiarios del SMI deberían pagar 25 euros al mes». Y criticó a aquellos, en alusión al PP, que no subían el salario mínimo y hacen una política anti-impuestos.
Sobre un cambio de criterio para converger con Sumar, señaló que «los acuerdos siempre son deseables», pero que en, cualquier caso, si no es ahora, al menos en el futuro, con nuevas subidas, el SMI «va a tener que tributar».