El mayor laboratorio de cocaína de Europa recibía la materia prima por Marín y Vigo
![Javier Romero Doniz](https://img.lavdg.com/sc/afT4X_0Jn39PR-_KtG8j6evijJ0=/75x75/perfiles/196/1449747760961_thumb.jpg)
GALICIA
Detienen a 11 personas y requisan productos para elaborar 3 toneladas de polvo blanco
21 ene 2019 . Actualizado a las 23:42 h.Los tres viajes a España realizados por una pareja de Colombia en pocos meses encendieron la mecha de la investigación. Desde el principio, la Policía Nacional sospechó que podían trabajar para una organización del país cafetero que estaba colocando su mercancía a este lado del Atlántico. El marcaje a los sospechosos no tardó en evidenciar el peso del enemigo: una organización internacional compuesta por colombianos, españoles y albaneses especializada en importar droga en contenedores con la lucrativa complicidad de un entramado de empresas de la Comunidad Valenciana relacionadas comercialmente con Sudamérica. Estas compañías usaban, entre otros, los puertos de Marín y Vigo para colar el producto ilegal en Europa.
Lo que importaban no era cocaína ya procesada, y sí pasta de coca, la materia prima necesaria para producir el cotizado polvo blanco. El destino final de esa base era el municipio valenciano de Albalat dels Tarongers, a donde llegaba por carretera. Su destino era un chalé apartado y vigilado noche y día por una persona. Dentro se escondía el mayor laboratorio de coca que se conoce hasta la fecha en Europa, una cocina con capacidad para producir toneladas de droga gracias a la colaboración de químicos llegados de Sudamérica que fueron enviados a España por los socios colombianos de la organización.
El operativo policial que desarticuló el entramado se saldó con once detenidos: Vigo (1), Málaga (1), Madrid (3), Toledo (1), Valladolid (1) y Valencia (4). Los agentes realizaron diez registros en inmuebles, entre ellos el que daba cobijo al gran laboratorio. Allí se encontraron 8.500 litros de precursores químicos, todos ellos de difícil adquisición, destinados a la elaboración del clorhidrato de cocaína. También quedaron bajo tutela judicial un total de seis vehículos ?cuatro turismos, una furgoneta y una motocicleta?, un revolver del calibre 6 milímetros con una caja de 47 cartuchos, diverso material informático, varias terminales telefónicas y dinero en efectivo.
Financiación
El carácter emprendedor de los detenidos no finalizaba ahí. La Policía Nacional constata que «para sufragar y obtener beneficios de la inversión realizada, la organización estaba acondicionando diversas estancias de la propiedad para destinarlas al cultivo de marihuana». La operación policial se completó en el puerto de Marín con la incautación de diez contenedores que, aparentemente, solo transportaban pasta base de harina de palmiste (residuo que queda tras la extracción del aceite de la semilla de la palma). Al abrir los sacos, de una tonelada cada uno, se localizó la materia prima escondida. Los investigadores aseguran que con lo requisado en Marín se producirían en el chalé de Valencia más de tres toneladas de coca ya listas para poner en el mercado. La decena de contenedores seguirá bloqueada frente a la isla de Tambo hasta saber con exactitud qué sacos contienen pasta base.
Un chalé alquilado en Valencia, aislado y vigilado todo el día, escondía la gran «cocina química»
El chalé se alquiló inicialmente por su ubicación aislada y porque, como pudieron haber pensado los detenidos, no llamaba la atención. «Tomaban multitud de medidas de seguridad antes de dirigirse al inmueble, manteniendo también una vigilancia permanente de la casa con la finalidad de detectar posibles seguimientos policiales», concreta la Policía Nacional. Los considerados pesos pesados de la organización que montó el mayor laboratorio de coca conocido hasta ahora en Europa disfrutaban de una vida mucho más distendida: «Viajaban por toda España y residían en un chalé de lujo en la Costa del Sol desde donde coordinaban y daban las instrucciones oportunas».
El calado de la trama -con contactos en Colombia, Europa del Este y numerosas provincias de España- se dimensiona también al conocer que el operativo policial final implicó a más de cien agentes. Todos coordinados, desde Madrid, por la Brigada Central de Estupefacientes para caer de forma simultánea sobre los investigados. El poder de la organización también se presupone por la infraestructura desarticulada y el gasto económico que implicó su puesta en marcha, además de por los contactos establecidos con diferentes empresas de Valencia con una elevada facturación, al menos, en los últimos años.
La investigación, instruida en sedes judiciales de Valencia y de Madrid, contó también con la colaboración de la Policía Antinarcóticos de Colombia y, ya en Galicia, del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco), que siguió de cerca al único gallego detenido y las reuniones mantenidas en las Rías Baixas para introducir más alijos por los puertos de Marín y Vigo.