Solo Vigo y Pontevedra se salvan del suspenso de la ciudadanía a sus gobiernos
GALICIA
La percepción social generalizada es que las urbes están peor que en el 2015, excepto donde hay alcaldes consolidados. El domingo en La Voz, la encuesta de Sondaxe con proyección de concejales para las siete grandes ciudades, Carballo, Ribeira y Vilagarcía
09 feb 2019 . Actualizado a las 18:27 h.A falta de 105 días para la celebración de las elecciones municipales, la sensación generalizada de los habitantes de las urbes gallegas es que su entorno inmediato está hoy peor que hace cuatro años. En ese horizonte de retroceso hay dos islas: Vigo y Pontevedra. El ánimo de sus ciudadanías es bien distinto al general en el ámbito urbano de la comunidad, dado que sus gobiernos y alcaldes aprueban con nota en la encuesta municipal realizada por el Instituto Sondaxe para La Voz.
Los resultados del sondeo establecen con claridad que donde hay alcaldes consolidados en tiempo y votos sus electores perciben progreso en la gestión de la ciudad en los últimos cuatro años. Y los regidores con mayoría simple o cuyo bastón de mando depende claramente de pactos son solo respaldados por sus propios votantes y suspenden; en esos casos la visión de los encuestados es mayoritariamente que la ciudad ha empeorado.
El caso más extremo en ese escenario es el de Ferrol. La gestión del equipo de Jorge Suárez solo merece 3,27 puntos, y no lo aprueban ni si quiera sus votantes, clara muestra de la división en cuatro plataformas que registra ahora la marea ferrolana. No obtiene un 5 ni por edades, ni por ocupaciones ni en ningún barrio.
El gobierno de la socialista lucense Lara Méndez, también atado a los votos de otras formaciones, merece un 4,06. Le dan más de un 5 únicamente los electores socialistas.
También se mueve en la franja del suspenso la Marea Atlántica de Xulio Ferreiro, con un 4,43. Su gestión es aprobada, aunque de forma raspada, con un 5,6 por sus votantes y con un 5,5 por los del BNG. Los votantes de menor edad, los estudiantes y parados son los que estiman que su gestión es aceptable, media que no alcanza en ninguna zona de A Coruña.
Un panorama semejante se da en Santiago, donde el modelo de dirección de Compostela Aberta -con Martiño Noriega al frente- se salda con un 4,5, con solo el apoyo expreso de sus votantes y los del Bloque.
En Ourense, también con un alcalde sin mayoría suficiente para sortear la inestabilidad en la gestión, el equipo de Jesús Vázquez (PP) se queda con un 4,6: le dan casi un 6 sus votantes y lo aprueban los de partidos minoritarios también, así como los jóvenes y la mediana edad, los estudiantes y los vecinos del rural.
Vigo es el caso opuesto. El más paradigmático entre el apoyo ciudadano a corporaciones con gobiernos estables. Tras doce años dirigiendo la ciudad, los de Abel Caballero (con 17 de 27 concejales) reciben la mejor nota de Galicia: 7,15. Tres de cada cuatro vecinos estiman que la ciudad ha mejorado, o mejorado mucho, desde el 2015. A esa mirada en positivo se suman en Vigo los votantes de todas las edades, ocupaciones, zonas de residencia y, lo que es una excepción, los electores de todos los partidos, siendo los más generosos con la gestión de Caballero los que hace cuatro años optaron por el PP. La oposición, por contraste, obtiene la segunda peor nota de Galicia con un 3,3. Solo es más baja en Ferrol, aunque en todos los casos la acción de los partidos que no gobiernan no es considerada apta.
Pontevedra no goza de un gobierno con mayoría absoluta, pero el BNG de Fernández Lores, consolidado tras 20 años, es el otro que logra el aprobado de entre las siete urbes. La ciudadanía expresa su confianza a su gestión con un 6, y más de la mitad de los encuestados ven a Pontevedra mejor. Así lo hacen además mayoritariamente los votantes de los demás partidos de la corporación.
Para saber más
Mañana domingo, resultados con proyección de concejales en los diez municipios
La Voz de Galicia publicará mañana los resultados detallados de la encuesta que ha elaborado el Instituto Sondaxe, entre finales de enero y comienzos de febrero, en las siete ciudades gallegas y tres destacadas cabeceras de comarca. Esa encuesta incluye la intención de voto en cada concello, y la proyección de concejales que habría, a poco más de tres meses para las elecciones municipales. Esos resultados permitirán advertir la necesidad o no de articular pactos de gobierno en las ciudades, cómo están resistiendo los actuales mandatarios locales, las perspectivas de los aspirantes y la bolsa de indecisos que aún quedan.
El estudio de Sondaxe, sobre 3.700 ciudadanos (400 en cada ciudad, 300 en cada una de las tres cabeceras de comarca), detalla igualmente esa proyección de voto por barrios y por tramos de edad. También se desglosan los trasvases de votos en función de cómo se comportaron esos ciudadanos en mayo del 2015.