El youtuber que destripa la comida española: «Las croquetas y la tortilla decepcionan a los turistas»

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El neozelandés James Blick, fundador de una empresa de tours gastronómicos, revela la realidad de la cocina española en su canal de Youtube, que siguen miles de extranjeros. De los foráneos que visitan Galicia advierte: «Flipan con los pimientos de Padrón, eso de que unos pican y otros no»

19 feb 2019 . Actualizado a las 17:17 h.

Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Esta idea define a la perfección lo que sucede cuando uno coge las maletas y se da una vuelta por otro país. Las comparaciones son odiosas y, qué casualidad, cuántas veces sale perdiendo en ellas el lugar visitado frente a las múltiples cualidades del querido hogar. Sin embargo, está bien recibir un baño de realidad, que es lo que tendrán aquellos españoles que se pasen por el canal de Youtube Spain Revealed,de James Blick. Este neozelandés, que lleva 8 años viviendo en Madrid con su novia Yoli, destripa en cada uno de sus vídeos, que siguen más de 19.000 personas, la realidad de la gastronomía española para que, los foráneos, una vez lleguen al país de Cervantes, no se crean que todo el monte es paella. Habla con fundamento, lo avala Devour tours, la empresa de que ha fundado para ofrecer información de calidad al turista.

Aunque adora nuestro país (y, de hecho, se incluye cuando hace mención a los españoles), su visión sobre cómo se enfoca la gastronomía hacia el turista probablemente diste mucho de lo que piensa el grueso de la sociedad. Según las palabras de Blick, parte del problema de que los extranjeros piensen que el gazpacho, los churros y la tortilla plagan nuestro día a día se deba a un complejo generalizado del que, eso sí, no se atreve a identificar el origen. «Mientras en Italia, por ejemplo, han aprendido a diferenciarse genial y distingues a la primera las virtudes de cada ciudad, los turistas ven España como un mismo ente. Como si se comiese lo mismo en Barcelona que en Madrid o en Galicia», explica. Para añadir que, probablemente, los organismos de turismo se ciñan a lo que ya tienen comprobado que vende: las tapas y la paella. Por otro lado, también acusa este error a la falta de inglés de buena parte de los trabajadores de la hostelería.

Los estereotipos

Entrando ya en harina, comienza a relatar los estereotipos más habituales que, como tal, tienen un poso de certeza y mucho de exageración. «Hay dos que son muy típicos: eso de que estamos todo el día durmiendo la siesta y que somos sucios. Esto último lo comentan mucho porque en España hay muchos bares de toda la vida con las servilletas tiradas o cacahuetes por el suelo, pero no es una cuestión de suciedad, sino de cultura». Y en estos locales, donde personajes como Paquita Salas se encontrarían en un nido de confort, probablemente no falten croquetas y tapa de tortilla. Dos piezas clave de la gastronomía española que, abran los oídos, decepcionan a buena parte de los turistas. Según Blick: «La croqueta forma parte del ADN español, lo habéis comido siempre y os encanta. Sin embargo, los extranjeros no entienden ese fervor, solo lo ven como una bola de bechamel. Con la tortilla pasa algo similar, decepciona a muchos turistas porque aunque está riquísima tampoco tiene un sabor tan intenso como se puedan imaginar».

Aunque ahora este neozelandés se dedica a enseñarles a los turistas que, por ejemplo, en Galicia pueden encontrarse espléndidos vinos tintos o que los churros en España no se toman de postre (una creencia de lo más habitual, asegura), hubo un día en el que Blick también se sorprendió con todo lo que los supermercados y los restaurantes tenían que ofrecer. «Aluciné con que la leche no fuera fresca en las tiendas, que en Nueva Zelanda sería una aberración, o con los platos tan honestos que tenéis». Se refiere, en este caso, a la cantidad de locales que muestran cabezas de cerdo o a que sea lo más natural presentar en el plato un pescado entero. 

Respecto a la gastronomía gallega, que reconoce le encanta, asegura que es la gran desconocida para el grueso de los turistas. Incluso el pulpo, uno de sus grandes emblemas, apenas genera adeptos hasta que los foráneos pisan las tierras de Breogán y descubren su sabor. Aún así, mantiene, más allá del marisco, que sí es una gran atracción sobre todo como espectáculo, son los pimientos de Padrón los que ganan por goleada en cuanto a atracción. «Flipan con eso de que unos piquen y otros no, les encanta».

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