La carta está repleta de propuestas en las que la temporada y los toques personales juegan un papel fundamental. La croqueta ahumada y la tortilla vaga son de obligatoria prueba
Cuentan con platos clásicos de esa simbiosis gastronómica como el contundente tallarín «taypa» o el pollo «Chi jau kay», pero también ofrecen un cebiche chifero, un plato de creación propia de lo más resultón
Las carnes hechas en kamado son uno de sus reclamos, pero las propuestas con productos de temporada no desmerecen en la carta de un local que busca hacer sentir al cliente como en casa
La carta nace con espíritu de rotación, en función del producto y la temporada. Cuentan además con más de 40 grifos de cerveza, además de otros de vinos, kombucha y sidra
Platos clásicos como los berberechos en salsa o las croquetas de mejillón comparten carta con otros más viajeros, como los fideos «udon» con verduras y gambas marinadas en cítricos
El horno de leña y la preparación artesana de sus masas con fermentaciones largas son parte de su éxito. La otra la ponen las combinaciones atrevidas y resultonas de ingredientes con las que elaboran el icónico plato
Ofrece platos de toda la vida como el raxo o la ensaladilla, pero también propuestas que hacen las delicias de los paladares ávidos de sabores más atrevidos como el arroz «nasi goreg» o los tacos
Los productos de temporada y kilómetro cero son el ingrediente principal de los platos que presentan en su carta. Todo puede aderezarse con el vermú de la casa
Las elevadísimas temperaturas que se esperan para este fin de semana piden caña, chapuzón y sombra. Recorremos la costa gallega en busca de locales que ya están abiertos y nos permiten pegarnos una comilona al lado de la playa
El equipo de la Marimorema del Casco Vello regresa con otro local y platos típicos de la geografía peninsular, desde gildas vascas, frituras andaluzas o chacinas castellanas, a cocido gallego o pulpo á feira
Los platos de toda la vida, como el bacalao o el conejo guisado, son los triunfadores de una carta en la que también hay cabida para propuestas más atrevidas