¿Qué come un cocinero en casa? Abrimos las neveras de los mejores chefs de Galicia

SABE BIEN

Gestionan algunos de los restaurantes más punteros de la comunidad, pero a la hora de llegar a casa... cuchillo de palo: latas de tónica, queso rallado o un bote de nata caducada son algunos de los productos que se pueden encontrar en los frigoríficos de Jorge Gago, Diego López "Moli" o Iria Espinosa

14 oct 2019 . Actualizado a las 11:53 h.

Benditos grupos de WhatsApp. Y bendita sinceridad. Ahora entenderán de qué les hablo. El reto lanzado por la que esto escribe a siete de las mayores promesas de la gastronomía gallega, esos chicos que se perfilan como los relevos de Pepe Solla, Javi Olleros o Pepe Vieira, parecía sencillo e incluso predecible. Pero la honestidad y el compadreo podían acabar en una mezcla explosiva que revelara alguna que otra verdad. Nada comparado con lo que luego pasaría. Pero dejemos el hype. El caso es que el miércoles 26 de junio Suso Crespo (Balieiros), Iria Espinosa (Árbore da Veira), Jorge Gago (A Maceta), Dani López (Camiño do Inglés), Gerson Iglesias (Adega das Caldas) y Diego López (La Molinera) aceptaron desnudarse, metafóricamente hablando. La condición eran la siguiente: que al llegar a casa tras su jornada laboral fotografiasen sus neveras, tal cual estuviesen. A tenor de lo que viene a continuación podemos asegurar que cumplieron con su palabra. Y eso que si a un ciudadano corriente y moliente le daría pudor eso de enseñar las entrañas de su frigorífico, pueden imaginarse a estos chefs. Pero, ¿y el morbo que da conocer qué come realmente un cocinero en su intimidad? Sigamos con este guilty pleasure.

Para empezar, sus neveras dan cuenta de que no pasan demasiado tiempo en casa. Y que no les quedan demasiadas ganas de andar entre fogones una vez entran en el hogar. La primera nevera que asoma por el grupo de whatsApp es la de Dani López, cabeza visible de Camiño do Inglés y Josefa's, ambos locales en Ferrol. Lo explica: «La excusa que voy a poner es que acabo de llegar de Singapur después de dos semanas, aunque lo cierto es que tendría la nevera igual». Tirando de sinceridad enumera:hay una botella de champán abierta que sobró de O Camiño, mayonesa y mostaza, una salsa china guarra, un bote de atún rico, huevos, mantequilla, y no hay nada más. En el congelador hay tres o cuatro tarrinas de helado y pan». ¿Sorprendente? Pues esto no ha hecho nada más que empezar.

El que obtuviera el premio Cociñeiro Novo 2017, Jorge Gago, es el siguiente que pasa el examen. También entonando el mea culpa («menudo desastre», empieza diciendo), sobre todo al descubrir alguna de las reliquias que esconde su nevera. «Tengo codornices en escabeche, un yogur, huevos, queso, membrillo, un trozo de chocolate, una cerveza sin alcohol, vino, tónica, nata que... lleva caducada un año, queso crema, mostaza, tomates y zumo... Así de triste es mi nevera». En honor a la verdad hay que reconocerle al chef de A Maceta que al día siguiente fue capaz de realizar su propio Cámbiame con el frigorífico. Sus tristes baldas dieron pie a una nevera lustrosa y espléndida. Eso sí, parte de la culpa vino de un pique entre colegas tras hacer acto de aparición en el chat la hermosa nevera de Gerson Iglesias.

Así estaba la nevera de Jorge Gago el miércoles. El jueves ya le había dado algo de vida. Eso sí, antes tuvo que tirar ese bote de nata que llevaba caducado un año
Así estaba la nevera de Jorge Gago el miércoles. El jueves ya le había dado algo de vida. Eso sí, antes tuvo que tirar ese bote de nata que llevaba caducado un año

Cuando hay bocas que alimentar

Cuánto se nota que el chef de Adega das Caldas tiene bocas que alimentar en casa. Qué lustre, qué abundante. Y qué todo. Que no se entere el resto de la pandilla de los comentarios que hizo sobre su nevera en el correo electrónico en el que adjuntó las fotografías para que no perdieran calidad. «Na nosa casa atoparedes unha neveira dunha familia con cativos, e como vedes non hai rastro de carne nin peixe, unha neveira vexetariana, ecolóxica e sen glute. Abondan froitas e verduras eco, así como legumes, xa que é a nosa fonte de proteína. E se algún día faltaran cenorias a miña parella infartaría... ¡está enganchada! O 'leite' que tomamos é de avea ou améndoas. E os ovos sempre son de galiñas felices. Elaboramos os nosos propios queixos veganos a base de anacardos». Una maravilla.

La nevera de Gerson podía ser la viva imagen de un anuncio de comida real
La nevera de Gerson podía ser la viva imagen de un anuncio de comida real

Después de la foto de Suso Crespo, en la que también imperaba el orden y se podían ver zanahorias, queso rallado, espárragos, pepinillos, pimientos morrones, tónicas, una cocacola y dos botellas de agua, Dani López dejó las cosas claritas: no se creía nada. Jorge Gago tampoco. Ya se sabe: los últimos serán los primeros, y ambos les dieron una ventaja, con sus esqueléticas neveras, demasiado amplia a los contrincantes en este duelo.

La nevera de Suso Castro, ordenada y con productos de subsistencia: tónicas y pepinillos
La nevera de Suso Castro, ordenada y con productos de subsistencia: tónicas y pepinillos

«Bueeeeeeno, otro FAKE. Molo tío, de ti no me lo esperaba». Esta fue literalmente la frase que escribió Gago tras ver la imagen enviada por Diego López, más conocido como Moli, el chef de La Molinera. Mucho vino, manzanas, ajo, pepino, garbanzos, huevos, mantequilla, mermelada, un yogur, fiambre y salchichas son algunos de los productos que se encuentran en el que parecía ser uno de los templos en casa de un cocinero. Pero claro, en casa de herrero, cuchillo de palo.

La nevera de Moli despertó la envidia de alguno de sus cocineros amigos
La nevera de Moli despertó la envidia de alguno de sus cocineros amigos

La última nevera en pronunciarse fue la de Iria Espinosa. Que llegaba con doble carga de curiosidad. La mano derecha de Luis Veira en Árbore da Veira está casada con Álvaro Gantes, el cocinero del también mítico restaurante herculino O Lagar da Estrella. Ya lo dijo la chef tras enviar su foto: «De comer nada, ¡pero sed no pasamos!». Efectivamente. En la nevera de este matrimonio se puede observar vino, cerveza, cocacola, alguna bebida isotónica y salsas como mostaza de Dijon o mayonesa. Queso en lonchas y mozzarella completan el combo.

Lo advirtió la dueña de esta nevera:  ¡Sed no pasamos!
Lo advirtió la dueña de esta nevera: ¡Sed no pasamos!