Aunque suele asociarse con las horas anteriores al almuerzo, ahora ya podemos ir a tomar un aperitivo con este singular vino en cualquier momento del día. No se sabe su origen, pero el nombre deriva del alemán, ya que así llaman al asenjo, una planta imprescidible en esta bebida. Perucchi fue pionero al elaborar en Barcelona el primer vermú en el siglo XIX
05 dic 2019 . Actualizado a las 13:01 h.En el año 1876 Augustus Perucchi, un emigrante turinés llegó a Barcelona, donde se casó y definitivamente se asentó en la capital catalana. Montó una pequeña bodega y, con los conocimientos que traía de Italia, creó el primer vermú de la península al que le puso su apellido. «Nosotros seguimos fielmente la receta que nos dejó el maestro -explica Eduardo Flo, responsable actual de la bodega- porque así elaboramos un vermú distinto a todos, ya que la combinación de hierbas y raíces, alcohol, vino blanco muy suave y azúcar, es el secreto mejor guardado de la empresa».
Pero ¿qué es el vermú? Pues una bebida elaborada con base de vino y 50 botánicos que primeramente se maceran durante un mes en alcohol y que después, en el caso de Perucchi, se le añade al vino blanco y se deja madurar por el método de criaderas y soleras, como es el caso de los vinos jerezanos. «Y seguimos tan al pie de la letra las instrucciones de Perucchi que hasta las botas de madera son las mismas que utilizó él hace 143 años».
Y es que el italiano era un auténtico sabio a la hora de buscar mezclas y combinaciones de raíces, hierbas, cortezas de naranja y limón, castañas o nueces verdes (que son las que le dan el color a nuestro gran reserva) y frutas que es, en realidad, donde está la diferencia. Así este vino, que alcanza los 15 grados de alcohol, es uno de los más apreciados y premiados del mundo.
LAS «VERMUTERÍAS» DE LONDRES
«Ir a tomar el vermú» (que a partir del siglo XIX se popularizó como la bebida amarga que se tomaba antes de las comidas, acompañada de tapas o pinchos) consiguió crear tendencia o costumbre, hasta tal punto que cualquier cosa que tomes antes de comer, se condensa en esa frase. O incluso lo que no es comer y beber, ya que alcanzó otros ámbitos, como la «sesión vermú» de las fiestas, el cine o el teatro, por poner algunos ejemplos. «Y el vermú -añade Flo- después de una época baja en la que fue reemplazado por otras bebidas y combinados, vuelve ahora con fuerza, no solamente porque muchos están descubriendo esta original bebida, sino también porque la creatividad de los cocteleros no tiene límites y ya se están elaborando muchos preparados con Perucchi, recordando lo que hacía la alta sociedad de París, como preludio a un gran acontecimiento social». Tanto es así que en ciudades como Londres o New York ya están abiertos establecimientos que se llaman «vermuterías» en los que solamente se toma vermú y donde podemos elegir entre cientos de marcas de todo el mundo, con sabores diferenciados, pero todas con la misma base. «En Galicia y en todo el norte de España es muy apreciado nuestro vermú, ya que también está muy arraigada la costumbre de salir a bares y tabernas antes de las comidas», explica. Desde luego quedar para el vermú pasó de tradición a experiencia, ya que siempre encuentras algo novedoso. Y para sacar el máximo provecho a esta bebida, los expertos recomiendan tomarlo en un vaso ancho, con hielo, una aceituna y elegir entre una rodaja de naranja o limón.
Eduardo Flo es el responsable de Perucchi, una bebida que nació en 1876 en Barcelona y que sigue manteniendo la fórmula de sus orígenes, incluida la denominación «vermouth» que le dio hace 143 años su creador, el italiano, Augustus Perucchi. Este vermú envejece por el método de criaderas y soleras, las mismas aún que dejó su fundador.