No guardes las cebollas con las patatas: por qué es importante almacenar bien frutas y verduras

L. G. V.

COCINA SALUDABLE

Hay vegetales que no deben conservarse juntos para evitar que se estropeen antes de tiempo. Te explicamos por qué una manzana a veces te dura menos de lo debido y los tubérculos se reblandecen en una semana

30 sep 2022 . Actualizado a las 17:10 h.

Aunque intentemos seguir una dieta saludable y variada y tengamos la nevera repleta de vegetales, podemos cometer errores de manera inconsciente. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) publicaba hace unos días una ilustración donde se indicaba qué vegetales es mejor almacenar juntos y cuales deben ir siempre separados. Como explican en este organismo especializado, algunas frutas y verduras producen etileno, un compuesto gaseoso que acelera el proceso de maduración. Como algunos alimentos son más sensibles que otros a este gas, hay que evitar ponerlos en contacto con quienes lo segregan. Estos últimos, por cierto, tampoco hay que encerrarlos en bolsas o recipientes, porque el etileno encerrado multiplica su efecto.

Para saber cómo es más inteligente colocar estos alimentos en la nevera, que deben ir en la parte inferior y a ser posible sin sobrecargar la zona para que circule el aire, indiquemos cuáles son los productores de etileno y cuáles los que sufren sus consecuencias y, por tanto, se estropean antes:

  • Productores de etileno: manzanas, aguacates, plátanos, peras, melocotones, fresas y patatas.

*Estos pueden conservarse a temperatura ambiente siempre y cuando no se almacenen con otros alimentos de esta categoría. Si están cortados hay que guardarlos sí o sí en el frigorífico.

  • Receptores de etileno: brécol, repollo, coliflor, coles de Bruselas, cebolla, espárragos, lechuga, pepino y zanahoria.

Estos son los alimentos que no habría que mezclar y, alguno de ellos, que ni siquiera habría que meter en la nevera. Es muy habitual guardar las cebollas y las patatas juntas, con los ajos, por algún tipo de asociación. Un error garrafal porque si tenemos pensado hacer una tortilla en unos días, no nos servirá ninguno de los dos alimentos. Además, estos productos deben almacenarse en lugares oscuros y frescos, pero la nevera no es una opción porque su temperatura provoca que sendos productos vean alteradas sus propiedades: el almidón se convierte en glucosa y la textura se reblandece. Este proceso, por cierto, recibe el nombre de «endulzamiento en frío». Si a todo esto le sumamos que las patatas que tenemos en la nevera junto a las cebollas van a acabar friéndose, no hacemos más que empeorar la situación, pues les costará más coger el punto y tendrán más acrilamida, una sustancia que incrementa el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer.

Pese al aparente alarmismo, cabe indicar que el etileno tiene su cara amable. Si lo que queremos es que una fruta madure rápidamente, hay que ponerla junto a una fruta o verdura productora de etileno que lleve varios días con nosotros, por ejemplo, cerrada en una bolsa junto a un plátano maduro. Por otro lado, el etileno aumenta el sabor de estos productos y los convierte en más energéticos porque pierden almidón y acidez.

Además de todo esto, hay hortalizas que pueden mezclarse con cualquier elemento en la nevera sin que su deterioro se acentúe. Es el caso, como indica la AESAN, de las alcachofas, las cerezas, los pimientos y la piña.