El menú del evento más esperado del año fue diseñado por Eneko Atxa acompañado de 45 chefs, para celebrar la unión de los actuales Marqueses de Griñón
10 jul 2023 . Actualizado a las 20:56 h.Tamara Falcó y su ahora esposo, Íñigo Onieva, no escatimaron esfuerzos en brindar a sus 400 invitados una experiencia culinaria excepcional, durante el banquete de su boda celebrada el pasado sábado. Todo el menú fue cuidadosamente diseñado por Eneko Atxa, galardonado con cinco estrellas michelín, bajo la atenta mirada de la Marquesa de Griñón, ganadora de Masterchef Celebrity y chef titulada por Le Cordon Bleu.
Una veintena de aperitivos
Los comensales fueron recibidos con una amplia variedad de aperitivos gourmet para abrir boca. Entre las opciones destacaron: talo de langosta y flores, néctar de rosas y aroma, espárrago en textura, Limón grass, erizo en texturas, nori y caviar, nigiris, sardina bilbaína, txipi Pelayo, bogavante sake y txakoli, atún y piparras y salmonete, sagardoa y lima.
En la mesa tres platos
A medida que los invitados se acomodaban en sus mesas, los camareros dieron paso a una sucesión de platos principales que reflejaron la excelencia culinaria. Para los amantes de la carne, el pichón asado, trufa, tembloroso de setas, ñoquis de Idiazábal y estofado de trigo, fue precedido por los entrantes, una ensalada de hojas de verano y las quisquillas con esencia de hierbas. El broche de oro lo puso el postre, que fue chocolate bañado con aceite de la almazara de Marqués de Griñón, más la tarta nupcial.
Para acompañar
La atención al detalle no solo se manifestó en los sabores y presentaciones, sino también en la cuidada elección de la bebida que acompañó la cena. El maridaje estuvo a cargo de un vino D.O. Rioja, el cóctel Zacapa 23 Espresso Martini y, como no podía ser de otra forma, de la bodega familiar Marqués de Griñón.
En definitiva, el matrimonio demostró su buen gusto y atención al detalle al brindar a sus seres queridos un menú diseñado exclusivamente para la ocasión. Sin duda, este banquete nupcial será recordado como un momento que marcó un antes y un después en una boda llena de estilo y sofisticación.