Terras Gauda y Gargalo buscan la excelencia

OFRECIDO POR TERRAS GAUDA
J. M. ORRIOLS

VINOS

José María Fonseca, presidente del Grupo Bodeguero Terras Gauda, y Roberto Verino, fundador y propietario de bodegas Gargalo, firmaron una alianza por la que el grupo de O Rosal entra con un 25 % en el accionariado de la bodega de Verín

27 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Este acuerdo de colaboración llega para completar el catálogo de vinos de Terras Gauda con los de Gargalo y la expansión en los países en los que está presente el grupo bodeguero de O Baixo Miño, que ya cuenta con bodegas en El Bierzo (Pittacum), Valle del Duero (Quinta Sardonia) y Rioja (Compañía de Vinos Heraclio Alfaro). Una experiencia vital para la nueva dimensión que se quiere dar a bodegas Gargalo, que es fruto del compromiso de Roberto Verino de situar el valle de Monterrei como un referente en la elaboración de vinos de alta calidad y tributo a su pasado vitivinícola. El vínculo a su Verín natal le ha llevado a contar con veinte hectáreas de viñedo propio y una selección de viñas antiguas, al pie del Castillo de Monterrei, en parcelas que rodean al río Támega. Allí se cultivan, principalmente, las variedades blancas godello y treixadura y las tintas mencía y araúxa, que son la base de sus vinos, integrados en el entorno y que expresan el respeto por la tradición. También aquí se levanta la sobria bodega, enterrada en parte, para no influir en el paisaje.

José María Fonseca y Roberto Verino firmaron una alianza comercial que facilita su expansión en mercados nacionales e internacionales, al integrar vinos que no tenía en su oferta el grupo bodeguero de O Rosal

En las inmediaciones se prevé acometer la plantación de 25 hectáreas de viñedo para aumentar la capacidad de producción, pero preservando la singularidad del proyecto. El equipo humano de Terras Gauda, en estrecha colaboración con el de Gargalo, ha asumido la gestión de todas las áreas de actividad: dirección enológica, empresarial y comercial, exportaciones, logística, y enoturismo, aportando su conocimiento y bagaje profesional en la elaboración y comercialización de vinos de bodegas de cuatro zonas vitivinícolas diferentes, resultado del proceso de expansión geográfica.

El potencial del godello y de los vinos tintos de la D. O. Monterrei ha sido una de las claves para sellar este acuerdo. El grupo bodeguero redimensiona el posicionamiento de Gargalo, impulsando su presencia, tanto a nivel nacional como en mercados internacionales.

LOS VINOS QUE SE INCORPORAN

Los nuevos vinos que se suman al catálogo de Terras Gauda son el Gargalo Godello 2023, un monovarietal de esta variedad, que procede de la zona más continental de Galicia, en la cuenca del Duero, donde predominan los suelos granítico-arenosos con zonas de arcilla y viñas en espaldera. La vendimia es manual y, tras una segunda selección en mesa, se despalilla suavemente para iniciar la fermentación a baja temperatura con levaduras autóctonas. Permanece en sus lías por un período óptimo, que establece el enólogo según la añada. Su color es amarillo brillante con irisaciones verdosas. En nariz es vivo, afrutado, con toques a miel y frutos secos. En boca es untuoso, con cuerpo y toques cítricos. Persistente, con final a avellanas, combinadas con frutas tropicales.

Otro vino es el Gargalo Mencía y Araúxa, que tiene 70 % mencía y 30 % de araúxa (tinta fina) de viñedos propios y de una selección especial de viñas viejas de Monterrei, que se cultivan en suelos de arcilla y pizarra. La vendimia es manual, con posterior mesa de selección en bodega. Fermentación maloláctica espontánea, en depósitos de acero inoxidable. Es de color rojo picota de capa media. En nariz ofrece aromas frutales y con un toque floral que le aporta la araúxa. Es fresco, pero a la vez aterciopelado, con toques lácticos. En su paso por boca aparecen, perfectamente ensamblados, sabores de té negro, moras y frutos del bosque. Es de cuerpo medio y muy agradable.

El respeto por el entorno y la conservación de la naturaleza, que guían a Bodegas Gargalo desde su fundación, son también el objetivo de su proyecto de enoturismo, con visitas guiadas de grupos reducidos, para tener experiencias personalizadas. Un paseo por las viñas en un privilegiado paisaje, con el castillo de Monterrei en el horizonte y conocer la bodega, además de una cata para un máximo de 10 personas, son el principal atractivo turístico.