El himno de C. Tangana y el partido de leyendas fueron los grandes éxitos de un año repleto de iniciativas y con algunos peros
29 dic 2023 . Actualizado a las 07:24 h.La celebración del centenario del Celta, cuyas líneas maestras se presentaron en un acto ya en noviembre del 2022, comenzó con las uvas en Balaídos el 30 de diciembre e incluyó actividades e incitativas durante todo el año que, según avanzó la presidenta, Marián Mouriño, aún se prolongarán durante lo que queda de temporada. Pero si hay una apuesta que se lleva la palma es Oliveira dos cen anos, el himno compuesto por C. Tangana, un verdadero éxito pese a que el hecho de que él fuera el responsable no hubiera convencido a todos a priori. Contó con la Coral Casablanca -que, a su vez, ofreció un concierto especial-, Xisco Feijoo, As Lagharteiras, Lilaina o Sime, del grupo Keltoi!
Las críticas a la obra del artista madrileño de ascendencia viguesa han sido prácticamente unánimes, con reconocimiento internacional, varios premios, la melodía sonando en discotecas y fiestas varias y convirtiéndose el momento en que suenan sus acordes en uno de los más emocionantes en Balaídos. El artista contó con un nutrido grupo de aficionados para la grabación del videoclip la noche anterior al partido por la salvación y, una vez estrenado, acudió al Celta-Real Madrid para vivirlo en la grada.
Con motivo del centenario, una expedición del club que incluyó al plantel al completo mantuvo una audiencia con el Papa Francisco, Carlos Mouriño leyó el pregón de las viguesas fiestas de San Roque y el club fue reconocido con varias distinciones, como la Placa de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo del CSD; el ahora expresidente recibió la medalla de oro de la Federación Gallega de Fútbol y hubo un cupón de la ONCE conmemorativo. Además, se nombró a cuatro embajadores: Eusebio Sacristán -que recibió el aplauso de Balaídos-, Lucía Taboada, Gonzo y Míchel Salgado, que se implicó en la organización de una de las iniciativas más celebradas, el partido de leyendas. Aunque al principio no se había contado con ellos, se sumaron Vicente, Javier Maté y Jorge Otero.
El Celta comercializó merchandising del centenario, preparó unas equipaciones especiales con ese motivo, sacó una colección de réplicas de diseños antiguos y se editó el libro de la efeméride junto a La Voz de Galicia, así como otro de ilustraciones. Se puso en marcha en colaboración con el Banco de Alimentos la campaña 100 anos, 100 toneladas y Aspas apadrinó la Gran Recogida de Navidad. Se comenzó una idea que se pretende seguir de reunir cada año a una generación de juveniles. Volvió la Invasión Celeste, con un recorrido más largo por la ciudad también a modo de conmemoración, sin olvidar el documental ilustrado. El equipo estrenó autobús conmemorativo.
Balaídos acoge todavía un museo especial que recorre los 100 años del club y el Museo do Mar, otra muestra bajo el título 100 anos de RC Celta. Gol e Arte. Se pusieron en marcha, asimismo, cuentas específicas en redes sociales para ir rememorando las efemérides más relevantes. También se escogió Os cen do centenario, los futbolistas más representativos de la historia, y la afición pudo elegir un once históricos que estuvo compuesto por Cañizares, Míchel Salgado, Cáceres, Manolo, Hugo Mallo, Karpin, Mazinho, Mostovoi, Iago Aspas, Pahiño y Gudelj. El Celta homenajeó a otros dos clubes vigueses que se convertían, asimismo, en centenarios, el Racing de Castrelos y el Valladares y, a su vez, recibió el del Celta de baloncesto.
La sensación generalizada es que hubo demasiados olvidos a lo largo de las conmemoraciones, en especial, de antiguos jugadores y entrenadores. Fue uno de los reclamos de la presidenta de Terra Celeste, Reyes Álvarez, en su aplaudida intervención en la reciente junta de accionistas. También lo expresó por escrito el hijo de Gabriel Lezcano. Un guiño a los orígenes fue el cambio de nombre del filial, que pasó a llamarse Celta Fortuna, al haber nacido el club de la fusión de Real Club Fortuna y del Real Vigo Sporting Club.
El día 23
El mayor debe del centenario llegó el día 23 de agosto. Se celebró un acto privado en Mos al que solo pudo acudir un reducido número de abonados por sorteo, algo que sentó muy mal en el celtismo, y más, al tener conocimiento de algunos de los invitados que sí acudieron. El propio Aspas dijo desde ese acto que les hubiera gustado tener a la afición más cerca. Así, como respuesta, se convocó a través de las redes sociales una quedada en los aledaños de Balaídos para celebrarlo, algo de lo que no participó el club y que resultó todo un éxito. Ese día, por la noche, hubo también bengaleo en Balaídos a cargo de algunas peñas.
Unos días después, con motivo del Celta-Real Madrid, el club sí organizó en la previa conciertos de Keltoi! y Dakidarría a modo de celebración, así como actividades infantiles; el malestar por lo ocurrido el 23 estaba presente con la consigna «nós somos o celtismo». Algo parecido se había hecho en enero -aplazado por la lluvia del día 30 de diciembre-, esa vez con Miguel Costas y Keltoi! sobre el escenario; ese día, además, se convocó el primer gran recibimiento tras la pandemia.
En abril, tuvo lugar O Centenario dos cativos, un encuentro de Iago Aspas y Gabri Veiga con escolares que llenaron el auditorio Mar de Vigo que generó una enorme expectación. En Mos, se hizo algo parecido con otros futbolistas de la primera plantilla, Luca de la Torre, Williot Swedberg y Strand Larsen.
La afición tomó la iniciativa con diversas composiciones musicales para festejar los 100 años del Celta aparte del himno oficial. Cantos de taberna A de Sabas, Xhamain, Jairo Ponte, Dioivo, los peñistas de Blau Cel Miguel Alberte y Rubén López fueron algunos de los artistas que pusieron su talento y su creatividad al servicio del centenario, algunos de ellos, con colaboraciones especiales de excélticos en sus videoclips.
