
Los planos de Sober, A Pobra do Brollón y Monforte se conocerán tras la vendimia
02 sep 2025 . Actualizado a las 19:17 h.Ribeira Sacra avanza, con más lentitud de la deseada, en la resolución de una de sus carencias más llamativas: la ausencia de mapas que delimiten con precisión dónde se pueden plantar viñas y dónde no en los municipios acogidos a la denominación de origen. Según confirmó el consejo regulador, cuando concluya la presente vendimia se expondrán las tres planimetrías que ya están listas, para que puedan ser consultadas antes de su aprobación por parte del pleno. Se trata de las gráficas correspondientes a Monforte y Sober, los dos concellos con parroquias en la subzona de Amandi —caso de Marcelle, en Monforte—, y las de A Pobra do Brollón, cuyas zonas vitícolas se reparten entre las tres riberas de Vilachá de Salvadur —O Eivedo, Val do Frade y Lagares— y Barxa de Lor.
Podría darse la circunstancia de que viñedos dados de alta en la denominación de origen no queden dentro de los mapas, algo similar a lo que sucede con las viviendas fuera de ordenación con los planes de urbanismo. En el caso de las parcelas vitícolas, precisa el presidente del consejo regulador, Antonio Lombardía, esta circunstancia no tendrá repercusión a efectos prácticos. «Las viñas que estén inscritas con anterioridad seguirán igual, queden dentro o fuera de los mapas. Hay que dejar claro que el cien por cien de lo que ya está dado de alta se mantendrá como tal dentro de la denominación», explica.
El reglamento de Ribeira Sacra indica actualmente que la zona en la que se puede cultivar viñedo con su sello «está constituída polos terreos que o órgano de control e certificación do consello regulador considere aptos para a produción de uvas das variedades que se indican, sempre que se atopen situados nos concellos e parroquias que compoñen as subzonas». Aunque las decisiones sobre un alta se atengan a parámetros objetivos, siempre cabe cierta subjetividad por la ausencia de planos que definan claramente —más allá de si la parroquia está dentro o no de la denominación— los terrenos que son aptos y los que no.
La diversidad orográfica de la Ribeira Sacra, sin embargo, no facilita la labor. «El proceso es más complejo de lo que preveíamos por la propia casuística de la denominación. La elaboración de los mapas tiene que ajustarse a criterios objetivos, pero el día a día te obliga a repensar cosas que parecían claras y que hay que debatir antes de seguir adelante», apunta Lombardía.
Diferentes casuísticas
En A Pobra do Brollón, por ejemplo, la práctica totalidad del viñedo acogido a la subzona que Quiroga Bibei se encuentra en bancales y laderas en pendientes. En Sober, por el contrario, conviven viñas en bancales —caso de las parroquias de integran Amandi— con otras prácticamente llanas que se cultivan en la parte del municipio acogida a la subzona de Ribeiras do Miño, situación en la que están Rosende, Vilaescura, Canaval, Proendos, Neiras y los lugares situados en la cuenca del Cabe en la parroquia de Anllo.
Los planos que se irán elaborando de cada uno de los municipios que integran la denominación, señala Lombardía, «son un documento de futuro, que delimita los lugares donde queremos las viñas pero que no afecta a lo que ya está plantado». Estos mapas no serán, subraya, «un documento inamovible», ya que el consejo regulador deberá tener en consideración, entre otros aspectos, los posibles cambios de escenario que se deriven de nuevas realidades como el calentamiento global.