El monfortino acusado de violar a su hijastra: «Nunca tuvimos relaciones, esa noche yo había bebido»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

El acusado fue detenido el 28 de agosto del año 2018 en un piso de Monforte
El acusado fue detenido el 28 de agosto del año 2018 en un piso de Monforte Óscar Cela

Se enfrenta a casi 19 años de cárcel por agresión sexual continuada

16 sep 2020 . Actualizado a las 10:50 h.

Este martes empezó el juicio en la Audiencia Provincial de Lugo contra un monfortino acusado de violar a la hija de la que entonces era su pareja. Su arresto se produjo el 28 de agosto del año 2018 en un piso de Monforte de Lemos y lleva dos años en la cárcel de Bonxe, desde esa noche, que fue cuando su pareja y la madre de esta lo sorprendieron y alertaron a la policía.

El acusado de esta agresión sexual declaró este martes que «nunca» tuvo relaciones con la menor. Se enfrenta a casi 19 años de cárcel por agresión sexual continuada —a petición de la Fiscalía, no hay acusación particular—, agravados los hechos por la relación de superioridad del sospechoso con la madre de la víctima y por ser esta discapacitada. Negó todos los hechos y su defensa pide la absolución. La presunta víctima tenía en el momento de la supuesta agresión 15 años y presenta una discapacidad del 67 %. Las presuntas violaciones, según la Fiscalía, ocurrieron desde el año 2017 y hasta su detención hace ya más de dos años.

En el juicio se relataron los hechos que se le imputan al sospechoso. El escrito de acusación recoge que, según la versión de la víctima, el monfortino de origen peruano trasladó a la joven en varias ocasiones a otras viviendas e incluso a un garaje «con la excusa de lavar el coche» en las que presuntamente se cometieron varias agresiones sexuales.

Durante el juicio, el acusado argumentó que el día de su detención «había bebido mucha cerveza desde las nueve de la noche, estaba fuera de mí» y explicó después que se fue a dormir «a la habitación en la que dormía mi hijo, fallecido poco tiempo antes». Este hombre tuvo un bebé con la madre de la víctima que pereció a los 56 días de vida. Entonces, relata el monfortino, la menor «me llamó para decirme algo, pero yo le dije que se fuera». Después, dice que aparecieron la abuela y la madre de la pequeña y que sorprendieron a la presunta víctima de pie y junto a la cama. «Yo no sabía ni que estaba allí», añadió el sospechoso. Tras el encontronazo, dice que les pidió a todas «enfadado» que se marcharon de casa, y que fue entonces cuando la madre de la menor llamó a la policía.

Un preservativo como prueba

Como prueba, la policía recogió el día de los hechos la funda de un preservativo que estaba en el pantalón del acusado. El condón fue encontrado en la papelera del baño. «Yo lo abrí con los dientes en el ascensor, a las diez de la noche, porque estaba enfadado, entonces decidí guardarlo en el bolsillo y por la noche lo utilicé para masturbarme», declaró. Este hombre también está acusado de mostrar vídeos pornográficos a la menor, hechos que también negó. «Ni mantuve relaciones sexuales ni le enseñé nada», sostuvo. La policía científica encontró restos de ADN de la víctima y del sospechoso en el colchón de la habitación y también en el preservativo. El acusado declaró que la menor «pudo coger el condón y mancharse el pantalón» y aseguró que «era dada a confabular» puesto que en alguna ocasión «le dijo a una profesora de pintura que yo había abusado de ella».

La declaración de la menor

El informe psicológico de la víctima, que cuando se produjeron los hechos era menor de edad, desaconsejaba su declaración en el juicio, pero la defensa contrarió y finalmente la joven prestó declaración este martes. «Él me llamó esa noche, yo entré en la habitación y no sabía ni que hacer. Estuve con él, se puso un condón y me dijo que me quitara la ropa. Él estaba desnudo sobre la cama. Me penetró y violó», declaró la presunta víctima, que también explica que, posteriormente, se echó a llorar y que fue entonces cuando aparecieron su madre y su abuela.

La abuela de la menor también prestó declaración y detalló que escuchó gemidos en una habitación y que fue entonces cuando se acercó para ver lo que ocurría. La madre de la joven detalló que su hija acudía a un centro de enseñanza «especial» por su discapacidad».

La profesora a la que la niña había recurrido en una ocasión declaró en favor del acusado y dijo que es «una buena persona», además, presentó como prueba la grabación de una conversación que había mantenido con la menor y con su madre en la que le relataban lo sucedido el 28 de agosto. «La niña estaba siempre con esa obsesión por el sexo», añadió.