El balneario de Frádegas, en Antas de Ulla, de ser referencia termal en Galicia a ruina junto al río Ulla

LUGO

El hotel y su termas, que entra en la Lista Roja del patrimonio de Lugo, eran apreciadas por sus cualidades en enfermedades del aparato digestivo, hígado, reuma, obstrucciones del bajo vientre y para la piel
07 jul 2025 . Actualizado a las 18:12 h.Los elementos patrimoniales de la provincia de Lugo que forman la Lista Roja que publica la asociación Hispania Nostra siguen recogiendo edificios históricos lucenses. El nuevo caso es el del complejo del balneario de Frádegas, a orillas del río Ulla, en Antas de Ulla. Este edificio, que fue referencia termal en Galicia, lleva décadas abandonado, pero su estado de ruinas es creciente, con la caída del techo y de las vigas.
Destaca Hispania Nostra en el informe de la ficha que los datos más antiguos que se tienen de las aguas termales de Frádegas son del año 1877 y aparecen en el «Tratado de Hidrología Médica» del conocido médico y gran conocedor de las propiedades de las aguas minerales de Galicia, Nicolás Taboada Leal. El agua de los manantiales de Frádegas era utilizada para el tratamiento de las enfermedades del aparato digestivo, hígado, reuma, obstrucciones del bajo vientre y para la piel.
El hotel balneario llegó a ofrecer «baños generales y locales, duchas, chorros, pulverizaciones y baños de lodos», capaces de cicatrizar «toda clase de úlceras por rebeldes que sean». Incluso se llegó a embotellar el agua mineral a un precio de cuatro reales la botella.

Acudían a los primitivos baños unas 500 o 600 personas al año y casi todas eran de las proximidades. En la actualidad aún siguen acercándose vecinos para disfrutar de las características y propiedades del manantial de Augas Frádegas.
Probablemente su decadencia llegó en los años 30 del siglo XX por los acontecimientos ocurridos, causantes del decaimiento del turismo termal en Galicia.
Cómo es el edificio
El conjunto del antiguo hotel está formado por un edificio de dos plantas con un patio interior, una capilla y otras construcciones. Las paredes son de piedra y algunas edificaciones paralelas dejan ver lo que pudo ser una construcción anexa posterior. En la planta baja están los dos grifos mágicos, que se conservan intactos.
En el agua se ve el color característico del flúor y del sulfuro, que brotan de la tierra a 18 grados. Al lado, se hallaba la sala de baños, cuyo acceso está totalmente destruido y tapado por vigas que han ido cayendo con el paso del tiempo. El piso superior estaba reservado para las instalaciones hosteleras, que contaban con diez habitaciones.
Este edificio no cuenta con un grado de protección específico, a pesar de su relevancia histórica y por esta situado en un entorno natural envidiable, muy cerca del nacimiento del río Ulla.