Las hermanas que convirtieron la castaña en una delicatesen

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Durante años su familia comercializó estos frutos mediante intermediarios. Ahora lo transforman, igual que los boletus que protegen los castaños, a través de su empresa: Souto da Trabe

25 feb 2020 . Actualizado a las 14:04 h.

«Somos tradición y futuro. Somos naturaleza. Somos Souto da Trabe». Esas son las palabras con las que Raquel y Chus Barreira Martínez presentan en ese espacio global que es Internet una idea que maduró al calor de una larga tradición familiar: la recogida de castañas en soutos tradicionales de A Trabe, en el concello ourensano de Vilardevós. Porque fue un día recogiendo castañas cuando a estas dos hermanas se les ocurrió convertirse en emprendedoras añadiendo valor a un producto que ya recogían sus padres, pero que ahora está también amparado con el sello del Consello Regulador de la Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega).

¿Cómo le inocularon valor? Transformándolo. Y no solo dieron un giro a las castañas, también a otro de los productos estrella de los soutos gallegos: los boletus. Porque allí donde crece un castaño, más pronto que tarde aparecerán en otoño unas setas. «Entre os castiñeiros e os boletus prodúcese unha simbiose que beneficia aos dous. O fungo axuda ao castiñeiro fronte a pestes como a tinta do castiñeiro e en contrapartida a árbore dalle ao boletus materia orgánica rica coa descomposición da súa folla para que poidan medrar con vigorosidade. A ese matrimonio natural tamén o axudamos micorizando os castiñeiros», explica Chus.

Dentro de su catálogo de productos, que también comercializan a través de Internet, pueden encontrarse, entre otras cosas, castañas en almíbar, crema de castañas con chocolate, crema de castañas con boletus, mermelada de castañas o mermelada de castañas con calabaza o con higo. «Toda a materia prima que usamos nos nosos produtos está cultivada nos nosos soutos. Os figos e as cabazas que usamos para marmeladas tamén», añade.

Raquel y Chus no convirtieron calabazas en carrozas como el hada de la Cenicienta, pero lograron con esta idea, puesta en marcha en el 2014, que la castaña entre como una reina en las tiendas gourmet de toda España. Su principal mercado son las tiendas ecológicas de la Península: «Sobre todo vai para tendas ecolóxicas de toda España, moito para Cataluña e Andalucía», comentan.

Aunque en Souto da Trabe no dan tregua, es en la época de recogida, en pleno otoño, cuando tienen más actividad. «É nese momento cando temos que botar man de persoal alleo para recoller, as tarefas de pelado e a primeira transformación», apunta Chus que, al igual que su hermana, está orgullosa de todo lo que han logrado para dar vida al pueblo.

«Antes a castaña dos nosos soutos levábana intermediarios. Desa maneira todo o valor engadido ía para fóra. Agora queda aquí, pero tamén é unha forma de por en valor os soutos, as raíces, o entorno e a terra. É algo auténtico que sae da terra e que ao mesmo tempo cumpre cos baremos do ecolóxico», explica.

Porque los productos que venden, además de hacerlos con materias primas certificadas por Craega, no tienen ningún tipo de aditivo artificial. «O conservante que usamos é o sucre de caña», dice. Ese carácter natural también hace que prever cómo será la cosecha resulte más complicado porque, muchas veces, no todas las castañas valen para procesar. Es la contrapartida, pero las ventajas que tienen compensan. Y mucho. Basta con probar sus productos.