Es la bebida de moda desde hace unos años en el gigante asiático, especialmente entre las generaciones jóvenes, y ha creado un negocio millonario que se expande por el mundo
16 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En el país del té, una nueva forma de consumirlo en forma de refresco ha disparado sus ventas. La fórmula del éxito consiste en una mezcla de té, leche, azúcar y bolitas de tapioca con una combinación casi infinita de sabores. Se conoce como té de burbujas o perlas por la forma redondeada de la tapioca que son unas bolitas comestibles y de textura gomosa que se van absorbiendo con la bebida a través de las típicas pajitas. La tapioca se puede sustituir por bolitas de gelatina con sabores y también se puede versionar con yogur o zumo de frutas.
El té de burbujas nació originalmente en Taiwán en los años ochenta, pero se expandió rápidamente por los países asiáticos. En China, se ha convertido en una moda y un gran negocio en el último decenio. Se calcula que en el 2023 el tamaño del sector superaba los 20.000 millones de dólares. Han surgido numerosas empresas que han crecido y se han expandido por todo el país a través del sistema de franquicias algunas, con mayor o menor éxito, cotizan en la bolsa de Hong Kong.
Según la Asociación de Cadenas de Tiendas y Franquicias de China el año pasado había unas 486.000 tiendas de té de burbujas en todo el país. El éxito del negocio ha propiciado que al menos media docena de empresarios entren en el selecto club de los mil millonarios, en dólares.
El principal fabricante de té burbujas en China es Mixue Bingcheng, un nombre que se puede traducir por «dulce palacio de nieve». La empresa tiene unos 32.000 establecimientos en China y otros 4.000 en once países asiáticos. A principios del 2024, su volumen de negocio era de unos 2.900 millones de dólares, según Forbes.
Una cifra nada desdeñable especialmente si se tiene en cuenta que el éxito de Mixue son sus bajos precios, vende el producto a unos 6 yuanes, menos de un euro.
La épica acompaña a esta empresa que presume de una historia de éxito protagonizada por un emprendedor. En 1997 un joven de 21 años, Zhang Hongchao, pidió dinero prestado a su abuela para montar un puesto de helados en la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, el negocio fue un fracaso y cerró. Volvió a intentarlo varias veces y finalmente, en el 2003, creó Mixue, primero vendiendo helados de hielo raspado para, con el tiempo, pasar al té de burbujas y al café. El éxito se debe a sus bajos precios y la empresa asegura que los puede mantener porque controla toda la cadena de fabricación desde la compra y producción de ingredientes hasta la logística y el control de calidad.
Su hermano se sumó al negocio y ahora los dos dirigen la compañía y cada uno controla el 42,8 % de la empresa. Han entrado en la lista Forbes con un patrimonio neto de 1.200 millones de dólares cada uno.
Precisamente, un informe de la afamada lista destaca que los beneficios de la empresa se generan en la actualidad a través de los servicios y productos que ofrece a los franquiciados como aparatos de cocina o ingredientes alimentarios.
La segunda cadena que lidera el mercado es Guming (té antiguo). Nació en el 2010 y tiene 9.000 tiendas distribuidas en 200 ciudades de China de segundo nivel para evitar la competencia en las grandes urbes.
El tercer gigante del sector es ChaBaiDao (cien variedades de té). Debutó el pasado abril en la bolsa de Hong Kong y aunque según los analistas no cubrió las expectativas, recaudó 330 millones de dólares.
Nayuki, que se posiciona en el mercado como un producto de calidad de precios altos, es un ejemplo de éxito que ahora vive horas bajas. Fue la primera cadena en cotizar en bolsa en el 2021, pero ha perdido un 80 % de su valor debido a escándalos de seguridad alimentaria.
El té de burbujas hace tiempo que dio el salto de Asia al continente americano y Europa. En España ya han aparecido las primeras tiendas donde se sirve este curioso refresco.