Galician Army y «Valuria»: cómo dos DJs encontraron, después de una década, un espacio propio en el mundo de la composición

CARMEN NOVO SANTIAGO / LA VOZ

VIVIR SANTIAGO

Alberto Prado y Sergio Vallejo se conocieron pinchando. Diez años y un álbum de mezclas más tarde, estrenan un primer LP con sus temas. De sonido retro pero con vocación de club, colaboran en él voces como la de Iván Ferreiro

13 jun 2025 . Actualizado a las 16:31 h.

Alberto Prado y Sergio Vallejo se conocieron pinchando. Entre las paredes y los bombos a negras de los clubes se gestó el dúo que forman, Galician Army. Desde sus primeras mezclas como pareja artística ha pasado ya una década. «Da bastante vértigo pensarlo, porque éramos unos niños. Tenemos 31 y 28, pero empezamos con 21 y con 18. Seguimos como bebés, pero con diez años más», reflexiona Alberto. Faltan unas horas para su actuación en O Son do Camiño y abrazan los nervios. Piensan que, si no los siguieran sintiendo como el primer día, sería una señal para dejarlo. Actuaron la edición del 2022 y en la del 2023, pero esta es la primera vez que cierran la noche en el escenario grande. Su unión cambió de dirección la semana pasada, cuando publicaron el primer LP con sus temas. La de Galician Army es la historia de cómo dos DJs encontraron, después de una década, un espacio propio en el mundo de la composición. 

Alberto y Sergio reflexionan acerca de la inmediatez de la industria, porque su caso está en el extremo opuesto. Las primeras ideas sobre Valuria se remontan a finales del 2021. Las guardaron, trabajaron sobre ellas y las sacaron, ya finalizadas, cuatro años después. Entre medias publicaron un disco de remixes, Nós, y descubrieron que crear su propia música, más allá de las mezclas, era algo que también les apasionaba. «Nosotros, cuando empezamos con esto, nos fuimos marcando objetivos a corto, a medio y a largo plazo. Sacar un disco propio era uno de los que teníamos a plazo medio y evolucionar en lo musical estaba a corto. En la creación encontramos encontramos algo para explorar que nos daba muchísimo juego. Al final, todo trata de mejorar y de dar un paso más como artistas y como personas», reflexiona Alberto. Sergio puntualiza: «Nosotros notamos que hemos crecido mucho como artistas, pero que a nivel repercusión tampoco ha cambiado tanto la cosa. Desde hace dos años, que fue la última vez que estuvimos en O Son, el crecimiento no ha sido muy heavy. Lo nuestro es ambición, porque necesitamos sentir que evolucionamos como músicos».

Con el álbum se pusieron en marcha cuando se vieron capaces de ejecutar el proyecto que querían. De naturaleza conceptual, se imaginaban voces en los temas con las que, por aquel momento, veían complicado colaborar. «Creíamos que era muy pronto», explica Sergio. La primera canción que pensaron fue la de Iván Ferreiro, Esta ciudad, porque en Nós ya habían hecho un remix de Turnedo. La grabaron con él en su casa con unos teclados físicos. «Luego fuimos buscando. Visualizábamos el tema, un tipo de voz, componíamos la instrumental y decíamos: ‘Vale, podemos hablar con esta persona para ver si le encaja'», explica.

Cuando trazaron Valuria pensaron en dejarla sin voz, pero conocieron a Sara y a María, de Fillas de Casandra, y ya lo vieron claro. Piensan que Rendición, el tema que compusieron con Marilia Monzón, es uno de los más infravalorados. Funciona como interludio y ella trabaja sus cánticos en un registro completamente diferente al que suele hacer. «Llegó, empezamos a grabar sus voces y desde el primero momento nos transmitió muchísimo», alega Sergio. Como contraposición, buscaban un punto algo más «canalla». Ahí fue cuando entró Jordana B, que pone voz a la letra de Maria. Grabaron con cada artista en un estudio distinto y los temas en solitario los hicieron por su cuenta, cada uno en su casa. 

En cuanto a sonido, lo suyo son los sintetizadores de aire retro y analógico. «No son físicos, porque encarece mucho el proceso de producción, pero en el ordenador, en el programa de producción que tenemos, trabajamos con simulaciones», explica Alberto. En el disco hay también guitarras eléctricas, que están grabadas por David Robisco y por Xanma Louro, guitarra y voz de The Rapants. «A nosotros nos mola mucho experimentar con diferentes géneros y ritmos, pero todo lo que conecta eso es el tipo de sonidos y los sintetizadores. Nuestra identidad está más en la producción y en el tipo de sonido. El género es algo que va variando», indica Sergio. 

Su concierto de O Son do Camiño, el primero que dan con el Valuria fuera, demostró el rumbo que toman ahora sus directos. Cada uno en su mesa, reinterpretan los temas en una versión más club del disco. Ellos se quedan con Time y con Gaga, «las más cañeras», dos canciones que les dan libertad para improvisar y para tocar sobre ellas. «Son las que nos imaginábamos en la pista de baile», explican. Por muchos años que pasen, la vocación y la ilusión del club permanece intacta.