La uva de los viejos tostados de Amandi desaparece de las viñas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

AGRICULTURA

Antonio Casares catalogó por vez primera la variedad cumbrao en 1843

01 abr 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

La Real Academia Galega de Ciencias rendirá homenaje el próximo día 24 de abril a Antonio Casares. No faltan motivos para recordar al científico monfortino en el año del bicentenario de su nacimiento. Por citar solo una pequeña parte de su currículo, se le considera uno de los creadores del análisis químico en España, elaboró los primeros anestésicos utilizados en operaciones quirúrgicas en Galicia y abrió la puerta a la caracterización de las aguas medicinales. También fue un destacado pionero a la hora de aplicar la investigación a la industria y la agricultura. En particular a la viticultura gallega, totalmente olvidada hasta entonces por los estudiosos.

«No solo el terreno y su situación influyen sobre la calidad y cantidad del vino que producen las viñas, influyen también poderosamente las variedades o castas de vid que se cultivan; y su importante estudio no ha llamado, como debiera, la atención de los botánicos, más ocupados generalmente en buscar nuevas y raras especies con que enriquecer los numerosos catálogos de plantas, e inmortalizar su nombre, que en observar las que son objeto de cultivo y forman la base principal de ciertos ramos de agricultura», se lamenta Casares en el libro Observaciones sobre el cultivo de la vid en Galicia, editado en el año 1843.

Fue precisamente el afán por trasladar los avances de la ciencia al terreno de la práctica el que movió al científico monfortino a escribir esta obra, primer estudio sobre la viticultura gallega y referencia fundamental para conocer el viñedo prefiloxérico en este territorio.

Viñedos muy diferentes

Su examen de los terrenos ocupados por la vid en Galicia, de las variedades y métodos de cultivo más comunes y de la composición de los diferentes vinos, arroja algunos datos llamativos por lo que respecta a la Ribeira Sacra. En sintonía con los datos sobre la época de los informes de la Junta Agronómica Nacional, Casares no alude a la mencía entre las variedades que se cultivaban en Galicia antes de que la filoxera obligase a replantar la totalidad de las viñas con nuevas cepas injertadas sobre patrones resistentes a la enfermedad.

Según relata Casares, antes de la filoxera el albarello era, de las variedades tintas, «el vidueño más abundante en Galicia y también el que puebla casi todas las viñas del Ribeiro, Amandi, Lemos, Quiroga y valle de Monterrei». Entre las blancas, cita todas las que se cultivan actualmente en Galicia, aunque sin dar indicaciones sobre su mayor o menor presencia en la Ribeira Sacra. De esta zona únicamente destaca la presencia del comprao o cumbrao, del que dice que «se cultiva en la ribera de Amandi y se destina al vino tostado».

Cepas en Castro Caldelas

Del cumbrao, sin embargo, no queda rastro en Amandi, donde los tostados dejaron de elaborarse hace mucho tiempo. «Aínda que hai diferencias, sobre todo na folla, penso que o cumbrao é unha variedade moi parecida ao godello. Incluso podería ser algún clon del, pero é unha opinión moi particular», dice el enólogo Enrique Pérez, antiguo investigador de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia. Según pudo comprobar, todavía se cultivan algunas cepas de cumbrao en viñedos de la zona de Castro Caldelas, en la Ribeira Sacra ourensana.