Las medidas de Europa para ayudar al sector vinícola: autorizar la denominación de vino sin alcohol y el arranque de viñedos

AGRICULTURA

La Comisión Europea presenta un paquete que buscar permitir a los Estados miembros adaptar el marco jurídico a los cambios del mercado y darles herramientas para actuar en caso de crisis
29 mar 2025 . Actualizado a las 10:15 h.Desde hace ya unos años, el sector del vino no está atravesando uno de sus mejores momentos. La pandemia, en primer lugar, y la guerra de Ucrania, en segundo, llevaron a la Comisión Europea a tomar, en los últimos años, una serie de medidas para tratar de paliar la situación. Pero esto no ha sido suficiente y el propio sector lleva ya un tiempo reclamando un paquete de medidas que le permita afrontar los cambios en los mercados. Europa ha escuchado sus peticiones y la Comisión acaba de presentar un paquete que, entre otras muchas cuestiones, incluye la posibilidad de subvencionar el arranque definitivo de viñedos o la autorización para usar el término vino sin alcohol o bajo en alcohol, en lugar de vino desalcoholizado.
El consumo de vino está cayendo, pues los europeos han reducido entre un 2 y un 2,5 % la cantidad que ingieren en los últimos años. También se han ralentizado o decrecido las exportaciones a otros países, lo que está teniendo una serie de consecuencias en ciertas regiones. Es el caso de La Rioja o incluso Galicia, que en el último año se tuvo que acoger a la destilación de crisis para gestionar el exceso de stock de la Ribeira Sacra.
Durante el último año, la Comisión puso en marcha un grupo de alto nivel para analizar los desafíos a los que se enfrenta el sector y proponer medidas. Sus recomendaciones fueron que era necesario ajustar el potencial de producción, apoyar la resiliencia del sector en un contexto cambiante y dar la posibilidad a las bodegas de aprovechar las nuevas oportunidades de mercado que hay para nuevos productos.También se pedía un alto grado de flexibilidad para las medidas que presentara la Comisión, a fin de que los Estados pudieran adaptarlas a sus diferentes regiones y realidades.
Ahora, la Comisión ha presentado un paquete de medidas que, principalmente, buscan adaptar el marco jurídico a los cambios del mercado y dar más herramientas a los estados para que puedan actuar en caso necesario. Este no tiene dotación presupuestaria pues, según un funcionario de la Comisión, solo se trata de dar herramientas a los estados para poder intervenir y mejorar la gestión del potencial de la producción. «La UE es líder mundial en producción y exportación de vino. Más allá del peso económico del sector y el saber hacer de nuestros productores, los viñedos forman parte de nuestros paisajes y patrimonio cultural. Este paquete de medidas responde directamente a las solicitudes del sector y de los Estados miembros», aseguró el Comisario de Agricultura, Christophe Hansen.
Las primeras propuestas de este paquete buscan actuar sobre el lado de la oferta. Para ello, se modificará el actual sistema de autorizaciones de plantación del viñedo. La novedad es que se da autonomía a los estados para que, cuando esté justificado, puedan limitar las nuevas autorizaciones en algunas regiones o incluso congelarlas. «En zonas con riesgo de exceso de oferta se podrá hasta congelar el potencial», explicó el funcionario europeo. Además, podrán establecer normas para que las autorizaciones de plantación eviten el aumento excesivo de rendimientos.
Por otro lado, con el objetivo de evitar que el potencial de autorizaciones que está circulando, es decir, aquellas que fueron concedidas pero que los agricultores aún no utilizaron, se permitirá a los viticultores renunciar a las autorizaciones sin que ello implique sanción alguna. Esta medida se aplicará a las concedidas antes del 1 de enero de este año. También se ampliará el plazo de validez para las autorizaciones de replantación, que pasa de los actuales tres años a ocho años. Con ello se busca darle más tiempo al viticultor para que pueda decidir sobre sus inversiones. Además, tendrá la posibilidad de abandonar esas autorizaciones, sin que ello implique ninguna sanción administrativa.
Medidas para prever el exceso de oferta
El segundo paquete de medidas está pensando para intervenir en el mercado del vino, algo que los Estados miembros ahora mismo no puede hacer. En este sentido, la Comisión autoriza a los Estados para que puedan establecer normas de gestión de los stocks, de tal forma que sean ellos los que decidan qué medidas tomar. Además, a medidas como al destilación de crisis, que los Estados pueden solicitar cuando consideran necesario, la Comisión le suma ahora la posibilidad de que puedan aplicar, con pagos nacionales, iniciativas como la cosecha en verde o el arranque definitivo de viñedos. Iniciativas que ya habían solicitado algunas denominaciones españolas.
«Estoy seguro de que nuestras propuestas ayudarán a estabilizar el mercado y permitirán a los productores aprovechar nuevas oportunidades y adaptarse a las expectativas cambiantes de los consumidores. Invito a los Estados miembros y al Parlamento Europeo a actuar con rapidez para la adopción e implementación final de estas medidas, con el fin de brindar alivio al sector», concluyó el comisario.
La decidida apuesta por el vino sin alcohol y 0,0
La Comisión también es consciente de que la demanda del consumidor está cambiando y, por eso, introduce también medidas para tratar de mejorar el consumo. Estas se centran, sobre todo, en aquellos productos que tiene un bajo contenido en alcohol con el objetivo de armonizar el etiquetado actual y permitir el uso de términos que permitan que estos productos sean más atractivos para los consumidores.
De esta forma, se cambia la denominación y, en lugar de vino desalcoholizado, aquellos que tengan menos de 0,5 grados podrán denominarse vinos sin alcohol. Además, también podrán utilizar la terminología 0.0. Los que superen estas cifras, pero todavía tengan un 30 % menos de grado que los vinos de su misma categoría podrán utilizar el término bajo o ligero en alcohol, Alcohol light en inglés. Además, se permitirá el uso de vino base desalcoholizado para la producción de vinos espumosos y gasificados, así como para los vinos aromatizados. Estos podrán utilizar el mismo modelo de etiqueta que los vinos en general. Por otro lado, se realizarán una serie de ajustes en el etiquetado electrónico, con el objetivo de unificar el contenido que figura en los códigos Qr.
En cuanto a a promoción, se amplía de tres a cinco años el plazo para desarrollar los programas de promoción en países terceros. También se amplían los beneficiarios de las medidas para promover el enoturismo. Hasta ahora, solo las organizaciones interprofesionales podían solicitar estas ayudas, a las que ahora también podrán acogerse los consellos reguladores de las denominaciones de origen e IXP.
Hay cambios, también, en las líneas de ayudas. Las cooperativas, por ejemplo, podrán tener el mismo nivel de apoyo que las pequeñas y medianas empresas, porque actualmente recibe ayudas en función de su tamaño. Además, la tasa de apoyo que recibirán las empresas del sector para reducir los efectos del cambio climático pasa al 80 %, pues ahora estaba en el 50 %.
Para que estas medidas entren en vigor, tendrán que recibir el visto bueno del Consejo y del Parlamento Europeo, aunque la Comisión confía que teniendo en cuenta que se han basado en las propuestas del grupo de alto nivel y que estas ya contaban con un elevado consenso, el proceso sea lo más rápido posible y el reglamento pueda ser publicado cuanto antes.