La granja polaca en la que los pollos alimentan a las tierras y viceversa

AGRICULTURA

Maciej Brzozowski cultiva 480 hectáreas para dar de comer a sus animales
28 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Ser eficientes, precisos y más productivos. Estas son las máximas que tienen que afrontar agricultores y ganaderos de toda Europa para lograr que sus explotaciones salgan adelante en un contexto de cambio climático donde la lucha contra plagas y enfermedades está cada vez más limitada. Y Maciej Brzozowski, granjero polaco, es muy consciente de ello. Cultiva 480 hectáreas de terreno y lo hace utilizando todos los métodos de la agricultura de precisión, lo que le ha permitido ser más eficiente en el uso de insumos y de agua. Pero también ha puesto en marcha una granja de pollos porque, de esta forma, puede utilizar sus cultivos para alimentarlos y al revés, emplear el purín de sus animales para fertilizar sus campos.
Brzozowski bromea y cuenta que puso en marcha la granja de pollos porque, aunque en primavera y verano su explotación tiene mucha actividad, en invierno no había tanto que hacer. Pero la realidad es que decidió abrir la explotación para ahorrar en fertilizante, porque el purín de los animales le permite abonar sus cultivos de forma más ecológica. Ahora mismo, produce 240.000 pollos por año, repartidos en seis ciclos, cuatro de los cuales se los compra la multinacional McDonald’s.
Utilizar los restos de sus animales como abono es la última medida que ha puesto en marcha en una explotación que lleva años modernizándose y que cuenta con todo tipo de maquinaria para practicar la agricultura de precisión. Eso le ha permitido no solo reducir la mano de obra, sino también mejorar las técnicas de tratamiento del suelo. «Hace tres años decidimos dejar de arar porque teníamos un problema de agua en el suelo porque, aunque llovía mucho, no cuando lo necesitábamos», cuenta. Para ello utilizó nueva maquinaria, que le permite preparar el suelo sin tener que ararlo, pues penetra a una profundidad mucho menor.
Ahora, todos los tractores y aperos que trabajan en estas fincas están conectados mediante el Operations Center de John Deere, que es la marca de maquinaria que utiliza. «Tenemos una aplicación en el móvil a la que llega toda la información de los trabajos que hacemos y nos permite evaluar lo que pasó cada año. También nos permite diseñar el trabajo el día anterior, desde casa, y que cuando el tractor llegue a la finca trabaje solo», explica. El sistema ha requerido de una gran inversión, alrededor de 2,5 millones de euros, pero está satisfecho con el resultado. Porque ha logrado ser más eficiente. Por un lado, precisa menos manos de obra. Por otro, reduce el esfuerzo de trabajo y apura aprovecha al máximo el uso de fertilizantes y fitosanitarios, pues solo se aplica la ración justa.
Hubo una época en la que Brzozowski comercializaba los cultivos que producía en sus tierras. Pero hoy ya no es rentable. «Mucho de lo que cultivo se lo doy a las gallinas, para su alimentación. Gasto 900 toneladas por ciclo, de las cuales 700 compro y 200 produzco yo», asegura. Otra parte la sigue comercializando, pero siempre dependiendo del mercado «porque hace tres años hubo una caída de precios y no es rentable vender», añade. Así que, ahora, «si veo que los precios no están bien, lo almaceno y lo vendo cundo suben los precios», cuenta. Así consigue sacar adelante su explotación, ubicada en Kozlowo, una región agrícola y ganadera del norte de Polonia.
La fiebre aftosa, Mercosur y la entrada de Ucrania en la UE, principales amenazas del sector primario polaco
En las granjas de Polonia han decidido prohibir las visitas y extremar las medidas de bioseguridad. Porque son conscientes de que la fiebre aftosa, una enfermedad que afecta al vacuno y al porcino, está a la vuelta de la esquina. Esta es una de las muchas amenazas que afronta el sector primario de este país, cuyas principales preocupaciones son un poco diferentes a los del resto de sus colegas europeos. Ellos también temen las consecuencias de Mercosur, pero casi más miedo le tienen a la entrada de Ucrania en la UE.
«Nosotros exportamos el 30 % de nuestra producción y si nos llega la enfermedad nos cerrarán y no podremos exportar», cuenta Marek Czaplinski, un ganadero del norte del país. Mlekpol, la cooperativa para la que trabaja, ha instado a sus 7.500 ganaderos a tomar medidas de bioseguridad para evitar que llegue a este país una enfermedad que está atacando duramente en regiones cercanas como Hungría y Eslovaquia.
Las enfermedades animales también preocupan a Maciej Brzozowski, pues sabe que un foco de gripe aviar podría tener graves repercusiones sobre su granja de pollos. Pero está todavía más preocupado por la entrada de Ucrania en la UE o por Mercosur y por las amenazas que ello podría suponer para sus cultivos. «Cada vez podemos aplicar menos productos químicos y eso nos molesta porque en otros países sí esta permitido, como Ucrania o los de Mercosur», lamenta. Lo mismo opina Robert Gizinski, que cultiva seis variedades de manzana y tres de peras en un huerto intensivo de 26 hectáreas. Porque Ucrania es un gran productor agrícola que, además, tiene muchos menores costes de producción que sus vecinos polacos, de ahí que estos teman ver sus producciones desplazadas de los mercados si el ingreso en la UE se hace efectivo.
El sector agroalimentario en Polonia tiene actualmente una gran importancia económica, social y medioambiental, pero también se caracteriza por la diversidad en la estructura de las explotaciones. De ahí que uno de los principales retos que el país quiere abordar, a través del plan estratégico de la Política Agraria Común, sea lograr un aumento de la rentabilidad y de la productividad de las explotaciones. Actualmente hay 1,4 millones de explotaciones centradas, sobre todo, en los sectores lácteos, del cereal, porcino, aves de corral y horticultura.