Este mes marca la pauta de los principales cultivos en la Costa da Morte

C. Viu CARBALLO / LA VOZ

AGRICULTURA

ANA GARXÍA

Especial Agro | Las campañas del maíz forrajero y la patata dependen del tiempo de los próximos días, pero las previsiones son mejores que las del año pasado, cuando toda la temporada se tuvo que retrasar

03 may 2025 . Actualizado a las 09:55 h.

Buena parte de los ganaderos de la Costa da Morte realizaron ya el fin de semana el primer corte del silo de hierba. La campaña forrajera va más en menos en tiempo. Lleva un ligero retraso con respecto a lo que correspondería, pero nada que ver con lo que pasó el año pasado. Los técnicos de Progando, explica Adrián Beras, han notado cierto desplazamiento para mayo de trabajos que ya deberían estar listos, pero las perspectivas son bastante buenas. De todos modos, de lo que ocurra con el tiempo este mes dependerán las principales campañas, las de los cultivos forrajeros y la de la patata.

En los próximos días comenzará la siembra del maíz y para ello es importante que no haya llovido en las últimas jornadas, sobre todo en aquellos suelos más pesados. Son jornadas determinantes para las explotaciones ganaderas, puesto que la autonomía alimentaria determina en buena parte su viabilidad. En la primera quincena de este mes tendrán que estar listos los campos. En el 2024 se declararon en la PAC un total de 8.289, 27 hectáreas plantadas, lo que da idea de la importancia que tiene este cultivo en la zona, especialmente en Vimianzo, con 1.344 hectáreas, o en Zas, donde también superan las mil. Este año las cantidades serán muy similares. En principio, la mayor parte de los ganaderos plantará en dos etapas, la primera este mes, y la segunda, en junio. El ciclo elegido será, probablemente, el mismo.

Cierta demora en el ensilado de la hierba a causa de las lluvias de mediados de abril

Antes de proceder a la siembra del maíz forrajero, la mayor parte de los ganaderos de la zona realizan el silo de hierba. Si el tiempo lo permite la idea es hacer dos cortas, con el fin de reunir la mayor cantidad posible producto porque eso supondrá una reducción en el coste de la alimentación. Las lluvias de mediados de abril han retrasado un poco este proceso, pero no se esperan grandes dificultades.

Los ojos están puestos en lo que pueda ocurrir este mes. La campaña pasada fue bastante mala, precisamente porque las precipitaciones impidieron que las labores pudieran realizarse en tiempo. El año pasado hubo ganaderos que apenas tuvieron tiempo de conseguir un buen silo de hierba y otros que vieron muy reducido el de maíz. El retraso en la siembra también implicó que la recolección tuviera de prolongarse hasta octubre incluso en noviembre. Un fuerte temporal tumbó muchas de las plantas que estaban ya a punto y las empresas de servicios se encontraron con dificultades para la recolección. Por eso, los ganaderos prefiere no retrasar la siembra.

Cuatro hectáreas para plantar tomate, que se venderá en Mercamadrid a cuatro euros el kilo

La principal campaña para la huerta precisamente comienza también ahora. También en este campo hay cierto atraso. Coinciden en ello los técnicos de Progando, cultivadores de patatas como Juan Ramón Sanjurjo y productores de tomate como José Antonio Añón. Este agricultor que trabaja cuatro hectáreas en el municipio de A Laracha lleva años dedicado especialmente al tomate durante el verano. Este año lleva algo de retraso, pero la causa ha sido un fallo en el semillero y no el tiempo. Por distintas razones las plantas que tenía que utilizar se vieron contaminadas de mildiu y hubo que rehacer el trabajo en el vivero. Espera, sin embargo, comenzar en los próximos días porque en julio ya tiene que recoger. Así se lo han pedido en Mercamadrid, donde el año pasado ya vendió toda su producción de la variedad azul a cuatro euros el kilo, un precio imposible el Galicia.

Tubérculos

Ya comenzó la plantación de patatas en las tierras más ligeras de Coristanco y antes en las zonas costeras, de donde llegan de la variedad temprana. También para este producto ha habido cierto retraso, pero se espera que la situación siga como ahora y pronto se pueda lleva a cabo una segunda plantación, con la finalidad de poder recolectar de forma paulatina. El año pasado también fue difícil para el sector. Los primeros trabajos se vieron retrasados y la cosecha se realizó estando los campos bastante mojados, lo que dificultó la conservación de las patatas que, además fueron menos y de calibre más pequeño que en años anteriores. Esta vez las previsiones son mejores. Varios productores grandes de Coristanco tienen vendida buena parte de su cosecha a grandes plataformas.