La Ternera Gallega no es Ternera Gallega Suprema, esto es lo que el consumidor debe saber cuando va a comprar
GANADERÍA

El consello regulador de la IXP ha aprobado por exigencias del mercado la modificación de las normas que rigen sobre los animales cuya carne llevará después la etiqueta rosa de Suprema, que continuará diferenciándose de la de etiqueta amarilla
03 feb 2024 . Actualizado a las 19:17 h.La carne avalada por la IXP Ternera Gallega no es toda igual. Eso es algo que el consumidor ha de tener claro cuando va a la carnicería. La que está identificada con la etiqueta amarilla de la indicación geográfica indica que esta procede de animales nacidos en Galicia, sacrificados antes de los doce meses de edad y criados «en explotaciones y cebaderos de carácter familiar» destetados «a diferentes edades» y que son alimentados «en base a forrajes y concentrados procedentes de vegetales, en los cuales está estrictamente controlado que no se usan subproductos o derivados animales reciclados, ni tampoco ninguna sustancia que pueda interferir en el ritmo normal de crecimiento y desarrollo de los animales». Esta es la Ternera Gallega a secas, la que no lleva el apellido de Suprema que identifica a los animales que maman de sus madres, a veces hasta que llegan a la edad de sacrificio que suele estar en torno a los ocho meses de edad. Esa carne es la que está identificada con la etiqueta rosa de Ternera Gallega Suprema.

La gran diferencia entre los animales de Ternera Gallega a secas y los de Suprema, es que los primeros suelen pasar por cebaderos (ahí la alimentación debe estar basada en forrajes y piensos autorizados por la IXP), mientras que los segundos se crían en granjas tradicionales mamando de sus madres hasta, como mínimo, los 7 meses. Estos, además han de sacrificarse antes de cumplir los 10 meses. Hace tiempo ya que los productores de Suprema llevaban clamando porque sus terneros se diferenciaran claramente de los que solo llevan el distintivo de Ternera Gallega y que son criados en cebaderos, sobre todo porque los precios que obtenían por sus terneros no eran muy diferentes de los que obtenían los que criaban en cebadero. Según la mesa de precios de la IXP Ternera Gallega con fecha del 22 de noviembre la diferencia de precio por kilo canal entre una hembra de Ternera Gallega de la categoría E (las de mayor calidad) y una de Ternera Gallega Suprema, también de categoría E, es de tan solo 54 céntimos.
Los productores de Suprema estaban hartos de que se usase la imagen de sus terneros pastando en los prados verdes al lado de sus madres para identificar a todos los acogidos por la IXP. De ahí que empezaran a reivindicar su modo de manejo diferente y respetuoso con el bienestar animal y con el medio ambiente en línea con las directrices que marca Bruselas emprendiendo campañas para poner en valor su modo de producción y abrir nuevos mercados, uno de los compromisos obtenidos en el acuerdo entre Xunta, organizaciones agrarias, distribución e industria alcanzado hace meses para revalorizar la carne de Suprema en los mercados con el objetivo de que los ganaderos puedan cubrir costes.
Derivado de ese deseo de abrir nuevos mercados procede el cambio en las reglas de Suprema aprobado hace unas semanas por el consello regulador de la IXP y que ha desatado la polémica sobre la deriva industrial que, como denuncia el SLG (el único que votó en contra del cambio en la reunión del pleno del consello regulador), pudiera provocar la modificación de esas reglas. Según fuentes del consello regulador tanto la industria como la distribución pidieron que la carne de los animales de Suprema fuera más homogénea porque aunque el 99% de los animales tenían una calidad alta había algunos que no cumplían con lo que requería el mercado. Al parecer, se encargó un estudio técnico y lo que dijeron esos expertos fue que para alcanzar el nivel de grasa que requería el mercado los animales debían de estar estabulados durante los dos meses previos al sacrificio. La estabulación obligatoriamente ha de ser en la granja, no pueden ir al cebadero. Desde el SLG alegan que el «exiguo 0,1% que apuntan que podería representar a porcentaxe de canais que arestora non acadan os estándares de engraxamento desta marca, acota unha cantidade tan residual que claramente non xustificaría unha modificación de calado como sería obrigar a tódalas produtoras e produtores a acortellar nos últimos meses».
Ese es el cambio que ahora está pendiente de la aprobación en Bruselas y que ha desatado la polémica en algunas granjas. Desde la Consellería do Medio Rural ya han avanzado que apoyarán a las explotaciones para que puedan realizar las modificaciones necesarias para poder mantener a los animales en interior durante ese período.
Cómo se ve el cambio en el campo. Desde la cooperativa A Carqueixa, en Os Ancares, donde sus granjas están adscritas a Ternera Gallega Suprema dicen que esta modificación no les va a afectar mucho. «No modo de cría tradicional dos becerros, estos quedaban no establo e mamaban pola mañá e pola noite das nais que saian ao prado todo o día. A alimentación completábase conpatacas, nabos.... Despois os animais comezaron a sair todos a fora, pero eso pode facerse nun lugar onde hai pastos todo o ano. Na alta montaña coa neve.... hai momentos nos que os animais teñen que estar na corte», apuntan desde la cooperativa. Por eso creen que el cambio no les va a afectar en exceso.
El debate está en que la estabulación sea obligatoria para todos los que quieran mantener el sello rosa de Suprema. Pero también hay ganaderos que han empezado a abrir otro melón que podría causar una polémica todavía mayor. Lo que se plantean es hasta qué punto debería continuar avalando la IXP a terneros criados en cebadero. Pero ese es otro debate.