La escasez de animales lleva al vacuno gallego a lograr precios de récord
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GANADERÍA
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Las cotizaciones en los mercados de ganado llevan meses aumentando y eso repercute en el consumidor pues, según el IPC, el precio de la carne ha crecido un 7,3 % en el último año
18 feb 2025 . Actualizado a las 17:15 h.«Non hai becerros coma outros anos», reconoce Enrique Otero, presidente de la Asociación de Empresarios Operadores de Ganado de Galicia. Y, aunque no se prevén ni de lejos problemas de abastecimiento, esta situación sí que se está dejando sentir en los precios que se pagan por los animales, semana tras semana, en los mercados de ganado gallegos. También, en los bolsillos de los consumidores, que están notando como el precio del kilo de chuletas se dispara.
«Hai unha carencia de animais en todos os mercados de España e nós estamos notando que cada vez ven máis xente a aprovisionarse aquí», explica Julio Pérez, director de la Central Agropecuaria de Galicia Abanca. Porque, como asegura Otero, «escasez non hai». Lo que no hay es la misma cantidad de animales que otros años, «porque se está vendendo moito gando para vida, para ir cebar a Valladolid, por exemplo», añade.
El problema parece estar en la caída de producción que se viene registrando en todo el territorio nacional en los últimos años, donde cada vez cierran más explotaciones y enfermedades como la lengua azul o la EHE provocan problemas de reproducción. A ello hay que sumarle un ligero crecimiento en el consumo y, sobre todo, un importante aumento de las exportaciones que, según el último informe del Ministerio de Agricultura, crecieron un 14 % en volumen y un 12 % en valor. La venta de vacuno en el exterior se ha incrementado,de forma espectacular, hacía países de África, como Marruecos, Libia o Líbano, y eso está provocando cierta escasez en toda España.
Todos estos factores son los que están provocando que haya menos disponibilidad de carne que en ejercicios anteriores en el territorio nacional. La situación comenzó durante el pasado verano, cuando las exportaciones se dispararon, y se ha prolongado hasta la actualidad, generando a su vez un aumento de los precios en la mayoría de mercados nacionales, entre ellos, los gallegos.
En la central de ventas de Silleda, además de unos mejores precios, están notando también una una inusual afluencia de animales. «Estamos recibindo entre 600 e 700 becerros de recría, cen de cebo e 280 vacas, cifras que duplican ás do ano pasado», cuenta Pérez. Porque hay demanda y compradores de fuera que vienen a aprovisionarse aquí, pagando buenos precios. Eso, a su vez, está causando que cada vez haya más ganaderos dispuestos a vender a través del mercado. «Vemos que se está sumando moita xente nova, xente que antes vendía na casa», argumenta.
La ley de la oferta y la demanda está funcionando en el sector y la escasez de animales está provocando unas cotizaciones superiores a la media. «Todas as semanas xeramos un prezos medios superiores ás da anterior e isto é tendencia semana tras semana», argumenta Pérez. Lo mismo sucede en el mercado de Amio, donde los precios también están al alza. Pérez reconoce que en Galicia sigue habiendo animales, pero aquí la mayoría de las explotaciones son de tamaño medio, que al darse cuenta de las buenas cotizaciones que se están pagando en mercados como Silleda deciden acudir a ellos.
Lo que no se sabe es hasta cuando durará esta tendencia. «Aquí estanse pagando prezos moi rentables, pero non sabemos ata cando vai seguir así», cuenta. «Nós non notamos escasez, animais vai habendo, pero é certo que non hai becerros coma outros anos. Este tempo non era de moitas ventas porque non había demanda, pero este ano...», añade Otero. También reconoce que las cotizaciones han subido, y mucho, desde el verano, pero sostiene que lo ideal sería «que o mercado atopase un equilibrio que aos produtores lle sexa rentable e aos consumidores lles permita mercar a carne a prezos asequibles», concluye.
Los carniceros no encuentran animales asequibles y sube el precio de la carne al consumidor
Hace ahora un año, los terneros de recría que se subastaban en la central de ventas de Silleda obtenían un precio medio de 292 euros. Actualmente, esos mismos animales se pagan a 492 euros. Lo mismo sucede con el vacuno mayor, que pasó de 1.438 euros a 1.963 euros, y con los terneros carniceros, que pasaron de registrar unas cotizaciones medidas de 928 euros a 1.386 euros. Y eso se está dejando sentir en el precio que la ternera tiene en la carnicería, que según el IPC, incrementó su coste un 7,3 % entre diciembre del 2023 y el mismo mes del 2024.
«Non atompamos animais asequibles», explica Emilio Señoráns, de la carnicería A Xeitosiña de Cambados. Asegura que, en los últimos meses, a ellos les subió el kilo de ternera entre tres y cuatro euros por kilo, porque un animal por el que antes pagaban mil euros «agora vale 1.700 euros polo menos». Esta situación les ha obligado a repercutir parte del incremento en la carne que comercializan y «cando eu abrín a carnicería, hai catro anos, o quilo de chuletas vendíalo a 12,5 euros, agora é imposible atopalo por menos de 16 euros», explica.
Otra repercusión clara de esta situación es que «a xente escápalle a mercar carne de vacún. Os salarios son os mesmos e non dan para todo», afirma. Según los datos del IPC, el precio de la carne de vacuno mantuvo una tendencia al alza durante todo el pasado año, aunque se incrementó especialmente a partir del mes de octubre. Un 7,3 % más se pagaba en diciembre del pasado año por un kilo de esta carne, en comparación con el mismo mes de pasado año.
Desde Asogacarne, la Asociación Gallega de la Carne, atribuyen este aumento de precios del vacuno a una «situación coyuntural», porque hay escasez de animales y una elevada demanda debido a las exportaciones. También aseguran que esta subida no se está repercutiendo por completo en el precio que pagan los consumidores.
El vacuno es, además, el tipo de carne que experimentó una mayor subida en los últimos meses, de acuerdo con el IPC. Se encareció solo una décima más que el de la carne de ovino y caprino, cuyo aumento fue del 7,2 %. Cifras que están muy lejos de las que registraron otros tipos de carne, como el porcino, que subió un 2,3 % en todo el año, o la de ave, que se encareció solo un 0,1 % en ese mismo período.