Menos animales y precios bajos: el conflicto marca la segunda puja digital de la recría en Silleda

GANADERÍA

Los compradores se reunieron con el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que escuchó sus reivindicaciones y se comprometió a buscar una solución
13 may 2025 . Actualizado a las 21:05 h.Silleda celebró esta mañana la segunda puja de ganado completamente digital de su historia. Y, en el caso de la recría, la sesión estuvo marcada por el conflicto abierto hace ahora una semana entre la dirección de la Central Agropecuaria de Galicia, responsable del mercado, y los compradores de la recría. Tal y como esta previsto, y ante la decisión de los críticos de mantener su negativa a pujar por los animales, se registró una menor afluencia de ganado y, de nuevo, unos precios inferiores a los que se estaban registrando en sesiones anteriores. Los compradores se reunieron por la tarde con el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que escuchó sus reivindicaciones y se comprometió a estudiar el problema.
Al igual que la semana pasada, la subasta de los animales transcurrió con total tranquilidad. Y eso que en el recinto llamaba la atención la presencia de varios agentes de la Guardia Civil y de la Policía Autonómica, que no tuvieron que intervenir y que fueron desapareciendo a medida que transcurría la mañana. También había guardias de seguridad en las puertas de acceso a los pabellones donde estaban los animales a subastar, controlando que el acceso lo realizaran solo compradores y tratantes.
Como en sesiones anteriores, la recría estaba expuesta en el primero de los pabellones. Tal y como se esperaba, el número de animales a subasta era muy inferior al de otras jornadas, pues solo asistieron 269 cabezas. Porque después de lo sucedido la semana pasada, cuando más de cuatrocientos terneros tuvieron que ser devueltos a los granjas después de que nadie pujara por ellos, algunos transportistas optaron por no asistir a la feria, precisamente, para evitar tener que devolver esos animales a los ganaderos.
Tampoco el número de compradores de la recría era el habitual. A una de estas sesiones pueden acudir entre 40 y 50, dependiendo de la jornada. Ayer, había 17 inscritos, que fueron los que pujaron por los animales a subasta. «A mí me ayudó el personal de la central a meter los datos en la aplicación, porque yo no sé hacerlo, y pujé por cuatro terneros», explicaba Antonio Iglesias, uno de los compradores llegado desde Asturias que sí participó en la subasta.
«É certo que hai menos becerros do habitual, pero puido ser peor», añadía otro ganadero que también pujó por la recría. En su opinión, «ao principio costa un pouco adaptarse á aplicación, pero no momento que te fas con ela é máis cómoda». Este comprador había adquirido cuatro terneros. «Para os que compran así claro que é máis cómoda, o problema é para os que temos que evaluar centos de animais nunha mañá porque mercamos máis dun cento», apuntaba José Manuel García Pazos, portavoz de los compradores que protagonizaron el boicot.
Al final de la sesión, un único comprador se llevó más de la mitad de los animales de la recría a subasta. A diferencia de la semana pasada, solo dos animales quedaron fuera de la puja, mientras que otros 72 fueron rechazados. Según García Pazos, los precios volvieron a ser muy inferiores a los de las sesiones anteriores. Así, explicó, terneros que valían 800 euros, se cotizaron a 636, los de 550 euros se pagaron a 380 euros y los que tendrían que valer entre 250 y 280 euros, se pagaron a 160.
Lo cierto es que el boicot de los compradores está pasando factura a la central, algo que queda claro al comprar los datos de esta mañana con los registrados el pasado 22 de abril. Entonces, participaron en la subasta de recria 818 animales, frente de los 269 de esta semana. Y solo siete fueron rechazados. Los precios en aquella subasta estaban entre los 280 y los 400 euros para los machos de Frisón, entre los 550 y 880 para uno de Cruces Industriales y entre los 1.049 y los 1.238 para los de Rubia Galega. Ayer, estas mismas cotizaciones fueron de entre 151 y 291 euros para los frisones, de 424 a 880 para los cruces y de 557 a 1.156 para los de rubia.
Los compradores se reunieron por la tarde con Calvo, al que le explicaron que el problema no está en la aplicación, sino en la falta de espacio que hay en la central para acoger a los animales. El conselleiro les pidió unos días para estudiar sus demandas. «Polo menos nos escoitou, que xa é algo, e quedou en estudar o problema», contaron los compradores, que están dispuestos a seguir con sus protestas.
Nuevos cambios en el sistema despiertan quejas entre otros usuarios
En pleno conflicto con los compradores, la dirección de la central decidió ayer introducir un cambio en la información que ofrece a los participantes en la subasta a través de la aplicación que gestiona todo el proceso. A última hora de la mañana, los compradores se dieron cuenta de que podían ver el precio que ellos habían pujado por un animal, pero no la cantidad por la que este había sido vendido. Eso despertó la indignación de algunos de los participantes, no solo en la subasta de recría, sino también de los carniceros.
Desde la dirección de la central justifican este cambio en que, a partir de ahora, no se va a facilitar ninguna información que pueda afectar al resultado de las adjudicaciones de los animales. Pero el cambio no le gustó a muchos de los compradores presentes. «Eu puxo por un animal e antes podía mirar o prezo ao que foi vendido. Iso axudábame, a semana seguinte, a calcular mellor o prezo», explicaba uno de los compradores presentes. «Eu levo tempo de baixa e veño á feira a mirar como andan as cousas. Antes podía saber o prezo ao que se venderon os animais, agora non», lamentaba otro.