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El no de Lidl a comprar más sushi lleva al paro a toda la plantilla de Isidro 1952

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PACO RODRÍGUEZ

El administrador trasladó al comité que quiere prescindir del centenar de empleados no incluidos en el primer ERE

05 mar 2020 . Actualizado a las 10:05 h.

Todo un jarro de agua fría el que ayer recibieron los trabajadores de Isidro 1952. Aunque ya intuían un final poco feliz, no por eso fue menor el choque de escuchar de boca del administrador concursal al que el juzgado de lo Mercantil encomendó la tarea de salvar a la sucesora de Isidro de la Cal que no quedaba otra que proponer un ERE de extinción para toda la plantilla. Para los 122 que ya estaban en el primer expediente -entre ellos el director general Antonio Pizarro-, y para el escaso centenar de trabajadores que quedaban después de esa primera criba, incluido el consejero delegado, Pablo García-Gascó.

Así se lo trasladó ayer Ramón Juega Cuesta al comité de empresa de Isidro 1952, según relató su presidenta Olga Rodríguez. Una propuesta que quería remitir hoy mismo al juzgado, pero que retrasó un par de días a petición de los trabajadores, en un intento desesperado de dar tiempo a que llegue alguna propuesta de compra o de inversión o que se materialice alguna de las que supuestamente están encima de la mesa. Que al parecer las hay, pero «se lo están tomando con calma» y analizando la inversión, apunta Rodríguez.

El administrador concursal tomó la decisión después de mantener una entrevista con los responsables de compras de la cadena de distribución Lidl, prácticamente el único cliente para el sushi y los platos preparados a base de pescado elaborados en la factoría de Cambre. Siempre según fuentes del comité, la cadena de distribución habría mostrado su disposición a seguir absorbiendo las 2.000 bandejas diarias que hoy salen de las líneas de Isidro 1952 -frente a las 17.000 que llegó a producir en su día-, pero no a aumentar el volumen de pedidos. La crisis en la empresa gallega llevó al grupo alemán a buscar un proveedor alternativo, que encontró en la noruega Mowi -anteriormente Marine Harvest-, que trae el sushi de Polonia, y ahora es reacia a revertir ese contrato.

Continuar produciendo y facturando 2.000 bandejas al días no es económicamente viable, «porque a débeda segue a engordar e a xente non pode continuar en activo sen cobrar», fue la explicación que trasladó la presidenta del comité. La plantilla no ha recibido salario desde mediados de noviembre.

Inspección de Trabajo

El comité de empresa y el administrador están citados hoy en la Inspección de Trabajo con motivo del primer ERE que presentó la anterior dirección de la empresa y con el que Juega Cuesta decidió continuar.

Los representantes de los trabajadores solicitaron al administrador concursal que, en el caso de que con posterioridad al ERE alguna empresa decidiese comprar o hacerse cargo de Isidro 1952, absorbiese a los antiguos trabajadores, por más que, según admite el propio comité, será la nueva compañía la que tenga la última palabra para decidirlo.

Con todo, Arturo Julián, de CC.OO., verbalizó los recelos de la plantilla a la operación. «Se está tan mal a empresa se optaría pola extinción total», dijo antes de mostrar sus suspicacias por que haya «alguén esperando na porta para collela libre de polvo e palla».

Nueva Pescanova estaba interesada en hacerse con las jaulas de besugo de Lorbé

Puede que precisamente ahora que, según publicó Alimarket, acaba de hacerse con la totalidad de Katei Alimentación, la sociedad que había puesto en marcha con Kabuki para elaborar sushi, no sea el momento adecuado para que Nueva Pescanova lance una oferta por Isidro 1952. Pero, al parecer, sí ha mostrado interés por la división de acuicultura, de acuerdo fuentes de la plantilla de la empresa. Según informaciones que han recibido, la multinacional pesquera estaría interesada en la producción de besugo, no en vano se trata de un cultivo único en el mundo.

Personal de Nueva Pescanova se habría desplazado hasta Lorbé, donde Isidro 1952 mantiene 32 jaulas donde se engordan ejemplares de esta preciada especie para valorar el tamaño de los besugos y comprobar si iba a ser posible recuperarlos y si es viable comercializarlos en Navidad.

Ocurre que el stock de peces que allí crece lleva varios meses sin recibir alimento. Al parecer, hoy tendrán comida adicional a la que encuentran en el medio natural. El administrador dio el visto bueno a la compra de pienso para alimentación de los peces después de la amenaza de la Xunta de sancionar a la compañía si incumplía la normativa de bienestar animal. Y es que tras unas primeras inspecciones en las que no observaron anomalías, los veterinarios y miembros de Gardacostas que se desplazaron de nuevo al lugar apreciaron un importante deterioro de los peces. De hecho, varios ejemplares han aparecido muertos en una de las jaulas.