Fija en Santander la sede nacional del área de Pesquerías, en Murcia la de Acuicultura y falta por decidir dónde estará la de Medio Marino, para la que Galicia tendría opciones
15 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Después de que el colapso del Instituto Español de Oceanografía (IEO) se resolviese con su integración en la estructura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cobró todavía menos sentido el hecho de que un organismo dedicado a las ciencias marinas, con centros dispersos por toda la geografía costera española, tuviese su sede principal en Madrid, donde también está la de la agencia que lo absorbió. Y fue precisamente el exministro que impulsó esa deglución, Pedro Duque, el primero en subrayar tal incongruencia, abriéndose a trasladarla de Madrid a cualquiera de las 9 instalaciones que el IEO tiene en A Coruña, Vigo, Cádiz, Málaga, Palma de Mallorca, Tenerife, Gijón, Murcia y Santander.
Galicia tenía muchas posibilidades —como en su día apuntaron desde el anterior equipo del Ministerio de Ciencia— en ese proceso de descentralización sobre el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, propuso abrir un debate. Incluso el presidente valenciano Ximo Puig había señalado con el dedo a Vigo y a Cádiz.
Pues bien, ese proceso ha comenzado. Lo anunció el miércoles pasado la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Lo hizo en una visita a Cantabria, precisamente una de las comunidades tocadas por esa descentralización, dado que el centro de Santander acogerá la sede nacional del área de Pesquerías del instituto. Según explicó Morant al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, tal honor se debe «a que ya que en esa ciudad nació el IEO y desde allí se coordinan los programas de pesca», recoge un comunicado en el que no alude la masa crítica del área ni a los recursos.
Otra comunidad agraciada en el reparto de responsabilidades es Murcia. El centro de San Pedro del Pinatar albergará la sede del área de Acuicultura. Ha sido elegido porque en esa región se ubica la infraestructura científica y técnica singular (ICTS) para el cultivo del atún rojo, según Morant.
«Querer a toda España»
Esta iniciativa, resalta el comunicado, cumple con el compromiso del Gobierno de desconcentrar entidades de la Administración General del Estado: «Querer a España significa querer a toda España y favorecer las oportunidades en todo el territorio», destacó la ministra, que visitó las instalaciones del IEO de Santander.
El grado de cariño del Gobierno hacia Galicia podría conocerse en cuanto se resuelva la sede nacional del área de Medio Marino y Protección Ambiental, la única que queda por definir. Fuentes de Ciencia e Innovación apuntan que todavía se está estudiando a qué centro designar como centro de la coordinación de los expertos en conocimiento de la dinámica marina, de los procesos oceanográficos, el ecosistema y la interacción del clima y el océano, entre otros.
De seguir el mismo proceso que ha llevado a Morant a designar a Santander y Murcia, que según apuntan las citadas fuentes ha seguido criterios científicos y técnicos y ha pesado el hecho de que en esos centros ya estuviesen los respectivos jefes de área, Galicia no tendría opción. No porque el responsable de Medio Marino no está ni en Vigo ni en A Coruña. Pero desde Ciencia recalcan que también entran en juego las cuestiones técnicas y, en ese sentido, el Oceanográfico vigués lidera varios líneas de investigación, como la relativa a las mareas rojas, el funcionamiento de los ecosistemas marinos de Galicia y el golfo de Vizcaya, el estudio de las corrientes y el control de la contaminación marina. Por tanto, no todo estaría perdido.
La Xunta sí parece dar por descartada la sede nacional para Galicia. Al menos eso se deduce del comunicado enviado ayer en el que critica los «bandazos» del Gobierno en la descentralización del IEO, rechaza su «desmantelamento» y censura que haya designado a Santander y a Murcia sedes de dos áreas en las que Galicia es experta. Asimismo, pide al Ejecutivo que aclare el futuro de la entidad, sanee sus finanzas y refuerza su labor y estructura organizativa.
Eso es lo que más preocupa al personal investigador del IEO, que denuncia que ambas entidades no acaban de encajar y muchos proyectos han estado paralizados desde diciembre y solo se ha podido empezar a hacer pagos ahora.