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Alarma por la sucesión de «ataques» de orcas, que ahuyentan veleros de Galicia

S. Serantes / E. Silveira / T. Longueira REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Orcas avistadas en la ría de Arousa, en una imagen de archivo
Orcas avistadas en la ría de Arousa, en una imagen de archivo CEDIDA

Diez barcos fueron remolcados en tres días por incidentes en la Costa da Morte

09 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Suponen los científicos que las orcas se lanzan a por los timones de los veleros de entre 10 y 15 metros de eslora por jugar o como reacción tras haber herido alguna embarcación a alguna de ellas. Sociales y muy inteligentes, en el 2020 se detectó ese inédito comportamiento en cetáceos que pueden medir hasta nueve metros y pesar unos 6.000 kilos. Inicialmente atribuido a ejemplares concretos, se ha ido transmitiendo de adultos a juveniles. Públicamente se desconoce cuántos estarían dañando yates, pero la decena de incidentes que trascendieron en la Costa da Morte en los últimos tres días han hecho saltar las alarmas y gestores de náuticos constatan que comienzan a ahuyentar a navegantes de Galicia.

Para los investigadores y para las autoridades, son interacciones, pero muchos navegantes los consideran «ataques». Que se sepa, entre el sábado y el lunes al menos diez embarcaciones habrían sido auxiliadas y remolcadas a distintos puertos, porque Salvamento Marítimo deriva al Ministerio para la Transición Ecológica la solicitud de información sobre las intervenciones por orcas en Galicia y ninguno las facilita.

Hasta el momento de elaborar esta información, el último encontronazo sucedió a última hora de ayer, a una milla de las islas Sisargas y a 2,8 de Malpica. Cinco tripulantes, dos adultos y tres menores, del velero inglés Jan Steen, «muy nerviosos», solicitaron ayuda a Salvamento, que movilizó al Helimer 402 y a la Salvamar Betelgeuse. Esa lancha, escoltada por la Condesa Pardo de Bazán, de Cruz Roja A Coruña, remolcó al puerto coruñés a una embarcación a la que también le rompieron el timón. 

Pedro Pérez, patrón mayor de Malpica, ha explicado que el Jan Steen se encontró con un grupo de esos cetáceos y sus tripulantes solicitaron auxilio a las once de la mañana, «asustados porque creían que se hundían», explican las autoridades consultadas. Salvamento movilizó al helicóptero y a la lancha, y desde Malpica zarpó la Bianca de Cruz Roja. 

Un fin de semana ajetreado

Al percance de este lunes le precedieron el sábado y el domingo al menos nueve. Otros tres veleros resultaron dañados y seis fueron remolcados a puerto por prevención. Las últimas acometidas sucedieron anteayer a mediodía en Camelle, Camariñas. Primero fueron a por el Urbapaz, de Sada y con cuatro tripulantes: «El golpe arrasó todo el equipo de navegación y quedamos a la deriva», contó uno de los patrones en Camelle. Alertaron a otros barcos que le precedían, «a media milla», y a Salvamento, que envió a la lancha Salvamar Altair. Mientras, el grupo de orcas embestía y dejaba sin timón y sin gobierno el velero Loambaix, también de Sada. Salvamento los remolcó a Muxía y Camariñas.

Y el sábado fueron finalmente seis los yates trasladados a Fisterra por Salvamento. El último, ya anocheciendo, lo llevó la Salvamar Regulus, que ya había tirado por otro, cuya pala del timón estropearon los cetáceos. Fue el único que tuvo daños, además del susto. También fue trasladado al menos un yate en esa misma jornada a Muros.

«Podrían hundir un yate en tres minutos, pero no lo hacen»

Del estrecho de Gibraltar al Cantábrico se repiten acometidas de orcas que ahora se concentran en Galicia. Desde un náutico coruñés explican que de los cinco yates que esperaban de Cádiz «solo llegó uno, porque los otros cuatro se quedaron sin pala y sin timón por los ataques de orcas».

«Van a por los veleros en grupo para arrancarles el timón, igual que arrancan aletas de tiburones», añaden. No perciben intención de dañar porque, aseguran, «si atacan un velero de doce metros, podrían hundirlo en tres minutos porque tienen una fuerza descomunal, pero no lo hacen».

Aparte de los sustos y de los aprietos en que ponen a las tripulaciones, llaman la atención sobre el impacto en el turismo náutico. «Galicia mueve mucho dinero y la presencia de orcas es una publicidad muy negativa. Se está corriendo la voz de que hay problemas con las orcas en nuestra costa y mucha gente llama para informarse. A corto plazo esto puede ser un golpe para el deporte náutico, porque dejarán de llegar barcos a nuestros pantalanes», advierten. Porque «el problema es serio», piden a las Administraciones soluciones para disuadir a esos cetáceos.

 Ayer no estaba previsto restringir la navegación

Ante la sucesión de incidentes, por el bien de los navegantes y de las propias orcas, la Capitanía de Ferrol restringió la navegación costera de veleros de hasta 15 metros en septiembre del 2020, entre Prioriño y Estaca de Bares. Por idénticas razones, en agosto del año pasado se limitó entre Trafalgar y Barbate.

Compete a la Capitanía de A Coruña decidir medidas en la Costa da Morte, donde ahora se concentran las interacciones. Ayer a mediodía apuntaron que no preveían restricciones.

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