Mejilloneros gallegos aún deben recurrir a la cría que otros tienen en cuerdas para llenar sus bateas
SOMOS MAR

Piden que se retome el recuento larvario para colocar las colectoras
30 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El conselleiro de Mar, Alfonso Villares, dio el miércoles por finiquitados los problemas de aprovisionamiento de cría para asegurar la próxima cosecha de mejillón, certificando así lo que ya habían constatado los técnicos cuando en la consellería aún mandaba Rosa Quintana. Y es cierto que la mayoría de las bateas están completas. No lo niegan ni los propios productores, mucho más aliviados ahora, tras una campaña de apuros y sobresaltos, pero igualmente preocupados por la cosecha que les deparará el futuro.
Ahora bien, dar por resuelta la campaña es demasiado optimista. Y simplista. Porque todavía hay mejilloneros buscando cría para completar sus bateas. No en las piedras, porque la campaña de extracción está cerrada desde el día 23 en el litoral de A Coruña y Pontevedra, pero sí en los viveros de otros cuyas cuerdas han captado mejilla. Y no precisamente en las cuerdas colectoras.
«Sei que non somos moitos, pero hai xente coma min que aínda lle faltan bateas por encher», cuenta un mejillonero de Cabo de Cruz, que tuvo que buscar en polígonos de las rías de Pontevedra y Vigo la cría que este año no captaron las colectoras que colocó en el mes de abril. Y no era el único que ayer se surtía de mejilla de las cuerdas de otro. «Non é a primeira vez que pasa, pero se outros anos, a estas alturas, andaban tres ou catro buscando para completar dez bateas, agora son moitos máis intentando conseguir cría para trinta ou corenta», apunta.
Desove tempranero
Normalmente, Benito Díaz no necesita mejilla de las rocas. Las bateas que explota en sociedad están situadas en polígonos de la ría de Arousa en el que las colectoras «pescan ben». O suelen hacerlo. Así que, ante los problemas que este año presentaba la campaña, apostó todo a las cuerdas colectoras. Las colocó en abril y resultó que el desove se adelantó y no captaron nada. «É unha lotería», lamenta Díaz. Una lotería a la que juegan tanto bateeiros como depuradoras, cocederos, conserveras...
Por eso apuntan que sería conveniente recuperar el recuento larvario, una técnica que permitía calcular cuándo se iba a producir el reclutamiento de mejilla y servía de referencia para colocar las cuerdas colectoras para que pesquen con mayor eficacia. Ese momento sería, según explica el investigador Uxío Labarta, 40 días después del desove, que suele ser entre febrero y marzo.
¿De dónde proviene la cría que ahora dispensan unos bateeiros a otros? Según explican fuentes del sector, de un desove posterior que se fijó en las cuerdas que ya están a punto de salir a la venta, por fuera de la malla que recubre a los mejillones ya crecidos, o en la parte sumergida de las rabizas, el cabo de nailon del que cuelga la cuerda de producción y que está atado al pontón de la batea.