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La flota pide eximir del IRPF a sus tripulantes ante la «fuga» de patrones

R. G. R.

SOMOS MAR

Barcos de Gran Sol de bandera española y francesa, en Celeiro
Barcos de Gran Sol de bandera española y francesa, en Celeiro Pepa Losada

Enrolándose en barcos de pabellón foráneo ahorran «hasta 35.000 euros»

26 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) solicitó una reunión con la Dirección General de Tributos, dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, para abordar la exención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a los trabajadores a bordo de buques pesqueros de bandera española.

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, precisa que «el artículo 7, punto P, de la ley 35/2006 del IRPF prevé la exención en la tributación de dicho impuesto por los primeros 60.100 euros que ingresen los trabajadores españoles que prestan sus servicios en buques pesqueros de otras banderas diferentes a la española».

Esta exención, que Cepesca considera «positiva», está teniendo, sin embargo, argumenta Garat, «consecuencias negativas desde hace tiempo para las empresas pesqueras españolas con buques de bandera de nuestro país, puesto que sus tripulantes no pueden disfrutar de estos beneficios».

La patronal pesquera española afirma que, «como consecuencia de ello, se está produciendo una fuga de trabajadores de buques españoles a barcos con banderas de otros países, al tener unas mejores condiciones económicas».

Cepesca recuerda el problema de escasez de trabajadores y de falta de relevo generacional que afronta la flota y sostiene que, en ese contexto, el no aplicar dicha exención a los tripulantes de los buques españoles «provoca que la disponibilidad de titulados en puente y máquina que quieran trabajar en nuestros barcos sea cada vez menor».

Los armadores cuantifican incluso el ahorro del que se benefician los patrones al optar por embarcar en buques de otras banderas. «La realidad es que acogerse a la aplicación de dicho artículo permite al beneficiario ahorrarse entre 30.000 y 35.000 euros, lo que origina un efecto llamada a enrolarse en barcos de otros países. Es un problema que va poco a poco agravándose», señala Cepesca.

Estos pesqueros, añade, «compiten directamente con nuestra flota, no solo en general con menores costes de explotación, sino también a la hora de generar empleo y, por lo tanto, riqueza en nuestras regiones costeras».

Aunque Cepesca no menciona a ningún país en concreto en su solicitud al ministerio, muchos de los trabajadores que dejan buques de bandera española para obtener beneficios económicos se están marchando a barcos de pabellón francés. La flota entiende que Francia está, en un contexto de falta de personal, ganando la carrera por el relevo generacional a partir de medidas fiscales.

Así, la patronal pesquera española anuncia que ha encargado un informe de fiscalidad a un despacho de abogados con la comparativa de los regímenes de tributación para los trabajadores de países del entorno, a fin de que el Ministerio de Hacienda y Función Pública pueda revisarlo si así lo desea. El documento «viene a constatar que la fiscalidad de estos países es más beneficiosa que la nuestra», señala.

Cepesca asegura no estar sola en esta reclamación, ya que señala que la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo planteó al Gobierno central este mismo asunto en el pasado mes de abril. En agosto del 2023, empresarios de la flota española de Gran Sol denunciaban en La Voz de Galicia que España no les cobra el IRPF a los tripulantes que faenan en atuneros que operan a más de 200 millas de la costa de cualquiera de los 27 países de la Unión Europea —son aquellos que trabajan en el Atlántico sur o en los océanos Índico o Pacífico—, siempre y cuando sus salarios no superen el mencionado umbral de los 60.100 euros.

De hecho, las organizaciones más representativas de la flota de media altura ya mantuvieron en su momento reuniones con representantes del Ministerio de Hacienda para reclamar que no haya dos reglas distintas del juego para los participantes.

Esta disparidad tributaria, exponen las más de 800 empresas aliadas en la confederación, se ha convertido en una cuestión «de importancia para ayudar a frenar en la medida de lo posible la pérdida de unidades pesqueras en nuestra flota». Cepesca, que afirma agrupar al 95 % de la flota española de altura, agrupa a empresas que reúnen 851 buques, en los que trabajan unos 10.000 tripulantes.