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La tensión del marisqueo estalla con una protesta contra la cofradía de O Grove

La Voz O GROVE / LA VOZ

SOMOS MAR

Cedido

Un grupo de unas cien personas se movilizó ante el edificio del pósito

03 ene 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Más de un centenar de trabajadoras del marisqueo a pie en O Grove se concentraron ayer ante el edificio de la cofradía de pescadores para exigir la dimisión de la patrona mayor Mari Carmen Besada, a la que acusaban de frenar propuestas y no dejar trabajar a la directiva de la agrupación de a pie. Ante el pósito alegaban que la directiva sufre coacciones desde su toma de posesión. «Non deixan traballar á xente que entrou», decía una de las mariscadoras en alusión a la directiva de mariscadores, cuyos miembros no estaban ayer en la protesta y que, además, declinaron realizar declaraciones.

Las mariscadoras que salieron a la calle hablan de mal ambiente en las playas o en el pesaje, que ha acabado por tensar la cuerda más de lo normal. El sector está crispado, la campaña de Navidad no fue buena y la caída de la producción también hace mella en los ánimos. Este grupo, además, siente que quien debe defender sus intereses no lo hace. «Quixemos pedir un cese e díxosenos que non, e logo enterámonos de que sí houbo cese no marisqueo a flote», argumentaban algunas de las manifestantes, esgrimiendo que es necesario que las playas paren porque están esquilmadas. «Este ano tiñamos un tope baixísimo, de seis quilos de xapónica fronte aos dezasete que eu lembro hai sete anos cando comecei a traballar», cuenta una de ellas. Trabajaron, aseguran, porque el resto de cofradías estaban paradas. El asunto es complejo, exigen más flexibilidad y que les escuchen. «Se antes se permitían cousas e agora non, algo falla”, decía otra, pidiendo una auditoría y que la patrona mayor dimita y deje su cargo: «Está aí posta a dedo», recriminaban, advirtiendo que no van a dejar las protestas.

Parece haber varios puntos que elevan particularmente la tensión. Desde el cabildo no quisieron ayer posicionarse sobre el conflicto abierto, a la espera de una reunión de la junta general en la que se analizará lo ocurrido. En todo caso, fuentes de la dirección de la cofradía indican que desde la directiva del marisqueo se han planteado medidas que no se ajustan a la normativa en cuestiones como los topes y las tallas, y que por lo tanto, no pueden ser aprobadas. Y que esas explicaciones se le ofrecen en cada reunión a la directiva de a pie, pero que esta no da traslado a las mariscadoras de esos argumentos.

Pero sin duda, una de las claves del conflicto parece estar relacionada con la gestión del trabajo de las socias de O Grove y de las que, siendo del pósito meco, pertenecen al Concello de Cambados. Explica el sector crítico que desde el cabildo se pretende hacer un único plan de explotación, unificando todas las zonas de trabajo y abriéndolas todas a todas las socias. Eso no ha gustado a alguna gente que quiere seguir trabajando «como hasta ahora, cada uno en su playa».