Los aranceles de Trump impactarán en el pulpo, el atún rojo y el marisco de España
SOMOS MAR

La patronal sugiere una serie de medidas fiscales y de apoyo y ve en Brasil una posible vía de mitigar el daño siempre que se bajen las cargas
11 abr 2025 . Actualizado a las 04:46 h.Ante el juego que el presidente de EE.UU. se trae con los aranceles, la patronal pesquera española, Cepesca, ha puesto sobre la mesa la necesidad de adoptar medidas urgentes para contrarrestar el impacto de esas cargas en el comercio. Las sugerencias las expuso el secretario general de la entidad, Javier Garat, en una reunión que mantuvo el martes con el PP, cuando la pesca y el mundo estaban convencidos de que este jueves iban a entrar en vigor los aranceles del 20 %.
Cepesca plantea una batería de propuestas que incluyen la reducción en España de impuestos y cargas sociales para mejorar la competitividad de las empresas; la eliminación de trabas burocráticas en la UE; la apertura de nuevos mercados internacionales, con especial atención a la entrada en vigor de Mercosur, y la reducción de aranceles en Brasil (donde el arancel es ahora del 23 %); la eliminación de barreras no arancelarias, especialmente sanitarias, como las impuestas por Chile y China, y la concesión de ayudas directas, no limitadas a préstamos y avales, a las empresas afectadas.
Garat, apoyándose en datos del Ministerio de Pesca, explica que Estados Unidos se consolidó en el 2023 como el principal comprador mundial de productos pesqueros, con importaciones valoradas en aproximadamente 21.140 millones de dólares. Los principales proveedores de estos productos al mercado estadounidense fueron México, Canadá e Italia. España ocupa ocupa el puesto 18, con una cuota del 1,5 %; es decir, en torno a 317 millones de dólares, expone Cepesca.
Los aranceles de Trump golpean especialmente a productos claves para la exportación, empezando por el pulpo, por el que los estadounidenses se han entusiasmado, el atún rojo, el rabil y diversas especies de marisco. Así, el latigazo lo reciben directamente empresas emblemáticas como Balfegó, para la que EE.UU. representa el 38 % de su producción (unos 40 millones de euros), y Petaca Chico, que se ha visto obligado a paralizar inversiones previstas en Cádiz para procesar y exportar a ese mercado pulpo y rabil.
En este sentido, el sector propone mejorar la competitividad de las empresas españolas recortando impuestos y cargas sociales en España y reduciendo burocracia en la UE. Asimismo, en el plano del acuerdo con Mercosur, considera que su ratificación y entrada en vigor podría favorecer las exportaciones de productos pesqueros a Brasil. Eso sí, exigiendo las mismas reglas del juego para todos y el control adecuado de las importaciones, evitando que pueda entrar en la UE pescado ilegal o capturado en condiciones de esclavitud.
En palabras de Javier Garat: «Las tormentas más temidas ya no están en la mar, sino en tierra, provocadas por la incertidumbre política, la burocracia y algunas normas europeas imposibles de cumplir. Necesitamos seguridad jurídica, acción inmediata y un verdadero compromiso con el futuro del sector», sentenció.