La flota comunitaria alerta de que pronto en los supermercados solo habrá atún del Atlántico capturado por buques asiáticos
SOMOS MAR
Los atuneros de Opagac dicen que las exigencias medioambientales han expulsado a la flota del caladero, donde faenan buques de capital de Asia abanderados en países de África
28 may 2025 . Actualizado a las 04:46 h.La Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) da por perdido el Atlántico para la flota europea. En un encuentro con periodistas, el director gerente de la organización, Julio Morón, señaló que «es solo cuestión de tiempo» que los supermercados europeos dejen de ofrecer atún atlántico capturado por buques europeos y vendan únicamente el procedente de flotas asiáticas.
La explicación está en la «expulsión» de la flota comunitaria en los últimos años, como consecuencia de la presión regulatoria para los europeos y, paralelamente, de la falta de control efectivo sobre el cumplimiento de las medidas de gestión por parte de flotas de capital asiático, pero abanderadas en países africanos como Ghana, Senegal o Guinea, algo que desde Opagac califican de «discriminatorio». Alertan, además, de que lo mismo puede acabar ocurriendo en otros océanos.
Las cifras son dramáticas, ya que, desde el 2016, el número de atuneros europeos en el Atlántico oriental —donde están sus caladeros tradicionales desde los años sesenta— se han reducido un 38 % (pasaron de 21 a 13 buques, de los que siete son españoles y seis franceses) y sus capturas de atún tropical (para conserva) un 24 %. En contraposición, las citadas flotas de capital asiático abanderadas en países africanos han disparado sus capturas un 68 % y han incrementado en una veintena sus barcos, principalmente chinos y coreanos. En el caso de la flota española, esta ha perdido un 68 % de buques (15 barcos) hasta quedarse en los siete actuales.
Morón, que anunció que a principios de junio viajarán a Bruselas, reclamó acción a la UE para revertir lo que calificó de «historia de un reemplazo anunciado», alertando de que, en contraposición al modelo social y medioambientalmente responsable de los atuneros comunitarios, están las condiciones de trabajo esclavo de los asiáticos, por lo que reclamó «condiciones de competencia equitativas».