El informe pericial que faltaba para cerrar la investigación sobre el Villa de Pitanxo concluye que la catástrofe con 21 muertos fue por una maniobra negligente del patrón
SOMOS MAR
El pleno de la Ciaim valida el borrador inicial, que culpa al capitán de la maniobra de la virada que causó el naufragio y a la armadora de irregularidades; el documento será remitido a la Audiencia Nacional para cerrar la instrucción
19 oct 2025 . Actualizado a las 03:31 h.La investigación judicializada en la Audiencia Nacional para aclarar las causas del naufragio del Villa de Pitanxo, ocurrido el 15 de febrero del 2022 a 250 millas de Terranova con un trágico balance de 21 muertos, está pendiente para cerrarse del informe pericial de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim). El documento inicial se conoció el pasado mayo, se trasladó a las partes personadas en la causa judicial para presentar alegaciones, y ayer fue abordado en el pleno de la Ciaim para concluirlo. Este órgano decidió realizar cambios en la redacción y estilo del informe, pero manteniendo la esencia de sus conclusiones: una maniobra negligente del patrón, Enrique Padín, fue el origen del naufragio.
Lo siguiente será remitir el documento al Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional, que instruye la causa, y que lleva esperando por el informe desde hace meses para cerrar la instrucción y confirmar que hay indicios para procesar a los investigados, que son el patrón del Villa de Pitanxo y dos directivos de la armadora, Pesquería Nores, que son también integrantes de la familia propietaria: el director general, José Antonio Nores Rodríguez, y al también armador, responsable de flota de la empresa e hijo del primero, José Antonio Nores Ortega.
El pleno se reunió a las 10.00 horas de ayer y a las 14.00 ya había finalizado la reunión. Inicialmente estaba previsto que se celebrara este martes, pero la imposibilidad de contar con todos sus integrantes de manera presencial obligó a demorarlo hasta ayer. No fue la única dilación que ha condicionado la entrega del informe a la Audiencia Nacional. El pleno de ayer tendría que haberse celebrado en julio, pero el fallecimiento del entonces presidente de este órgano, dependiente del Ministerio de Transportes, implicó la designación de un nuevo presidente y el aplazamiento de la convocatoria del organismo hasta octubre.
Complejidad del rescate
El documento pericial trasladado a las partes en mayo fue demoledor para el patrón y la propia armadora, igual que el documento elaborado antes por los peritos judiciales designados por la Audiencia Nacional para analizar las causas del hundimiento. Además de atribuir a una maniobra negligente la causa del naufragio, o subrayar que la virada fue realizada en una zona límite por lejanía para el salvamento de los tripulantes en caso de hundimiento, la Ciaim desveló que el propio barco no cumplía con los requisitos de seguridad mínimos. El informe resulta tajante al afirmar que el Villa de Pitanxo estaba sobrecargado en el momento del naufragio, en los días previos al hundimiento y en mareas anteriores sin que nadie, incluidos los inspectores de Capitanía Marítima en Vigo, detectaran ninguna irregularidad en sus inspecciones periódicas al pesquero al finalizar o iniciar cada marea.
El informe
«La sobrecarga se producía porque en el buque se cargaron unos pesos que excedían los valores recogidos en su libro de estabilidad para las artes de pesca y el combustible, una parte del cual era cargado en tanques que no figuraban en el proyecto del buque y que fueron añadidos sin que de ello conste autorización. También es probable, aunque no se ha podido confirmar, que una parte de la sobrecarga del buque se debiera a un exceso de pertrechos y a incrementos incontrolados de su peso en rosca», expone el informe, que también revela que en el barco había trajes térmicos que no se habían analizado en 20 años: «Los trajes de inmersión del buque no habían sido revisados conforme a la normativa ni a las instrucciones del fabricante desde el momento de su fabricación».