Incredulidad en el cerco gallego por que todavía siga apareciendo anchoa
SOMOS MAR
Ha habido días en los que la lonja del Muro subastó más de 100 toneladas
03 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Este año, para Nochebuena, en vez de bacalao, bocarte». El comentario, hecho en tono jocoso entre el personal de la lonja de A Coruña, viene a cuento de la anomalía que está viviendo este año el sector del cerco, que descarga anchoa por toneladas en un momento del año, finales de octubre, en el que no es habitual que la especie esté por el caladero. Y menos todavía en tal cantidad.
Los bancos de la Engraulis encrasicolus no solo están dando vida al cerco gallego. Hasta la zona se han desplazados barcos vascos y cántabros, que han venido ya en septiembre a aguas gallegas en pos de la especie, del mismo modo que, en primavera, los buques gallegos ponen rumbo al este del caladero del Cantábrico para pescar de lo que, en fresco, allí es anchoa; en Galicia, bocarte, y en el sur, boquerón.
De hecho, la especie, junto a la sardina, el jurel y en menor medida la merluza y el bonito, es lo que está levantado la paletilla a la lonja del Muro, donde ha habido jornadas en las que se han puesto a subasta cajas que, en total, suman más de una tonelada. La rula herculina está a la cabeza de Galicia en descargas de la especie. En lo que va de año se han comercializado en sus salas casi tres millones de kilos de bocarte, justo el doble de lo que a estas alturas había vendido el año pasado, lo que ha supuesto un negocio de cinco millones de euros, frente a los 1,6 del 2024. Y lo mejor es que esa mayor oferta no ha tirado a la baja del precio medio, pues en el 2025 se sitúa en 1,76 euros cuando el año pasado era de 1,08.
Abundancia en Barbanza
Ribeira y Portosín, otros puntos donde el cerco tiene su fuerte, también han incrementado el volumen de ventas. Uno y otro puerto superan el millón de kilos comercializados, y el millón de euros ingresado: 1,3 la lonja ribeirense —multiplicando por 37 el volumen descargado allí en el 2024— y 1,1 la de Portosín, donde los desembarcos se han multiplicado por 67 en comparación con el mismo período del año pasado.
Pero lo realmente extraordinario no es el volumen, sino la fecha en la que se producen las capturas. Que la anchoa abunda se conoce por las evaluaciones científicas, que hablan de un stock robusto. Y también es cierto que este año, a diferencia de otros, se ha podido descargar anchoa del sur de Fisterra desde enero, pero si en ejercicios anteriores el grueso de las ventas en las lonjas gallegas se concentraban entre junio y agosto, con cantidades poco significativas a veces en marzo, mayo y en septiembre, este 2025 la especie ha estado presente en las rulas desde enero a finales de octubre con una única interrupción en mayo, en el que no hubo desembarcos.
De hecho, en el Muro se subastaron el 14 de octubre 110 toneladas de bocarte; al día siguiente, otras 100... Así hasta sumar unas 360 toneladas en una semana.
En lo que va de octubre, en las lonjas gallegas se han comercializado millón y medio de kilos de anchoa, el doble de lo que se vendió en septiembre.
El problema ahora es a ver si hay cuota suficiente para llegar a final de año. Según los datos de consumo del ministerio, a día 20 de octubre se había consumido ya el 97,61 % del cupo fijado para la zona 8c (de Fisterra al Bidasoa), mientras que en la parte del Atlántico gallego, se iba por el 71,31 %.