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Basilio Cousillas: «La piedra que le costó la vida a Carrasco es muy falsa; la resaca te golpea, te mata y te arrastra»

E. M A CORUÑA

PESCA Y MARISQUEO

ANGEL MANSO

El aficionado lleva 43 años practicando la pesca con caña desde Langosteira a punta Herminia

26 feb 2021 . Actualizado a las 16:12 h.

Basilio Cousillas es de Corme. Desde muy niño tuvo que ir al mar, «embarcado y por tierra». Hasta que emigró. Regresó hace 43 años. Desde que llegó de Suiza pasó su tiempo libre pescando en la costa de A Coruña, «desde Langosteira hasta punta Herminia». Ahora, ya jubilado, pasa más horas en la costa «que en casa. Conozco todo este litoral como si lo hubiese parido», dice.

Basilio es consciente de que en el mar «ni un profesional está libre de un accidente, y los pescadores deportivos cometemos a veces más errores», subraya. Dice que toda la costa es difícil, «pero menos peligrosa si se conoce».

Pero algunas piedras «pescadoras, de maragotas, pintos, congrios, robalizas, pulpos..., requieren más pericia, más maestría que otras». La que el miércoles costó la vida a Ariel Carrasco «es muy falsa, porque tiene un canal por tierra y, con mal tiempo, como el día de la muerte de Ariel, entra la resaca con mucha fuerza por detrás y te lava sin darte cuenta. Te golpea, te mata y te arrastra, que fue lo que ocurrió», subraya. Muy próximas están A Fambela, frente a las islas de San Pedro; O Cabalo, debajo del pulpo que adorna el paseo marítimo, A isla do Pe, junto a la Casa de los Peces... o las restingas de punta Herminia. «Dan pescado, pero hay que conocerlas bien para ir a ellas», previene Basilio.

«El mar amenaza, avisa y hay que oírlo y hacerle caso... Y para ir a las piedras hay que vestirse para la ocasión, como nos exige ir a una fiesta», subraya. No se puede ir a la costa «sin un chaleco salvavidas, sin un calzado con suela de goma virgen y muy grabada», para no resbalar. E insiste, con marejada, «mejor en casa».