Las ballenas aliblancas comen en Galicia y Portugal más sardinas que las que venden las lonjas gallegas
PESCA Y MARISQUEO

Investigadores estiman que unos 1.400 de estos cetáceos consumen 26 millones de kilos al año
11 abr 2025 . Actualizado a las 04:46 h.Investigadores españoles y portugueses estiman que en la costa atlántica ibérica viven unas 1.400 ballenas aliblancas (Balaenoptera acutorostrata), una especie «catalogada como vulnerable» por la legislación de los dos países, según la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). «Depredador xeralista con facilidade para adaptarse a cambios estacionais na distribución ou presenza de distintas presas», desde que la sardina ibérica se ha recuperado come más que antes. Unos 26,1 millones de kilos al año en Galicia y Portugal, calculan los autores de un estudio internacional sobre la dieta de estos cetáceos.
Analizando estómagos de 26 aliblancas que aparecieron varadas en las costas gallegas y portuguesas, también han comprobado que el tamaño de las sardinas con las que se alimentan coincide con el requerido para la comercialización. Por tanto, «podería establecerse unha competitividade» entre pescadores y cetáceos por la Sardina pilchardus, igual que por otros dos pescados azules de interés para las flotas de Galicia y Portugal: la xarda (caballa) y el jurel.
Con un reparto del 66,5 % para los pesqueros lusos y del 33,5 % para los españoles que faenan en el litoral noroeste y en el golfo de Cádiz, el año pasado podían capturar 44,4 millones de kilos de sardina. Comprobado por los científicos el buen estado de ese recurso, durante el 2025 la cuota sube a 51,7 millones de kilos. Durante el 2024 en las lonjas gallegas se subastaron 14,4 millones de kilos.
Vigilar el pescado azul, por la flota y por las ballenas
Desde Cemma, en un comunicado, llaman la atención sobre lo que la pugna entre los profesionales de la pesca y los cetáceos «podería supoñer para a conservación desta poboación vulnerable» de aliblancas, ya afectada por las capturas accidentales, la interacción con las redes de los pescadores a la que atribuyen la muerte del 75 % de esas ballenas halladas en las costas portuguesas y del 34 % en las gallegas.
Por tanto, consideran «fundamental o seguemento e control da poboación de sardiña na península ibérica». Pensando en los pescadores, pero también en la fauna que se alimenta de ella, «procurando a coexistencia sustentable entre a pesca e os depredadores mariños». Desde el 2016, respecto al anterior período comprendido entre el 2005 y el 2015, las aliblancas consumen más sardina, «coincidindo coa recuperación» de este pescado azul en aguas ibéricas.
Peces nutritivos antes que krill u otros crustáceos
Xarda y sardina en Galicia y sardina y jurel en Portugal han sido los detectados con más frecuencia al analizar los estómagos de las aliblancas. Los peces son su presa principal, mientras crustáceos como el krill u otros solo son «prácticamente irrelevantes» en peso y reducidos en número pues solo los encontraron en 3 de los 26 cetáceos estudiados. En general, la dieta de los ejemplares macho es más diversa que la de las hembras, apuntan desde Cemma.
Los autores de la investigación calculan que cada aliblanca consume unos 67 kilos de alimentos al día de «presas de elevada calidade nutricional para poder satisfacer as súas necesidades metabólicas». Multiplicando por los alrededor de 1.400 cetáceos, resultan casi 94.000 kilos diarios y más de 34,2 millones al año. «Calquera alteración na dispoñibilidade» de sardinas, xardas o jureles «podería comprometer a súa condición física ao ter que consumir outras que aporten menos calidade nutricional», advierten.
Coordinado por Silvia Monteiro, de la Universidade de Aveiro (Portugal), en este «primeiro estudo» de la dieta de las aliblancas en el sur de su área de distribución en el Atlántico nordeste también han participado otros investigadores del citado centro universitario, así como de la Sociedade Portuguesa de Vida Selvagem, del Instituto de Conservación da Natureza de Portugal y de la Cemma, así como del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Centro Oceanográfico de Vigo y del Instituto de Investigacións Mariñas.