El atún rojo sigue vetado para la flota gallega que lo pesca aunque no quiera
PESCA Y MARISQUEO

Quiere quedarse alguno de los que caen accidentalmente en sus aparejos
27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Después de trece años de severas restricciones, la población del preciado atún rojo se ha recuperado tan bien que cada vez abunda más, tanto en el Atlántico oriental como en el mar Mediterráneo. No solo eso, sino que por el calentamiento global se desplaza cada vez más al norte, tendiendo a asentarse donde encuentra alimentos tan nutritivos como los bocartes (anchoas, boquerones), jureles (chicharros), sardinas o xardas (caballas, verdeles). Lo confirman pescadores del litoral gallego, alarmados porque en los últimos años el Thunnus thynus compite con ellos por esas especies. Una pugna en la que no consiguen evitar que algunos de esos túnidos acaben cayendo en sus aparejos. El problema es que legalmente no pueden quedarse con ninguno, deben registrarlo y devolverlo al mar.
Tampoco este año, pese a que a finales del pasado dirigentes del sector como José Antonio Pérez, patrón mayor de Ribeira y presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, o Isaac Gaciño, patrón mayor de Portosín, pidieron públicamente que se permita a los barcos gallegos de litoral descargar y vender alguno de los atunes rojos que pescan de modo accidental.
Expresamente quedan excluidos de los autorizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para «pescar, retener a bordo, transbordar, transferir, transportar o comercializar» un túnido que en Galicia solo se puede vender en la lonja de Vigo y que el año pasado cotizó en primera venta a nueve euros el kilo.
Para captura fortuita, los únicos con opción a comercializar atún rojo son los boniteros que faenan al curricán (una pieza por marea) y los palangreros de superficie o espaderos (cuatro por marea y barco). A todos ellos les otorga el ministerio unos 11.505 kilos de los 6,78 millones asignados a la España este año.
El reparto entre los autorizados
Pesca también reserva algo más de 27.000 kilos para cubrir supuestos rebasamientos de cuotas entre las flotas autorizadas, así como para las no incluidas en ese censo. Y en él figuran buques artesanales del Estrecho de Gibraltar con captura limitada, que disponen de casi 61.000 kilos. También pesqueros de artes menores del Mediterráneo, con un tope de 195.000 kilos, así como los de caña y líneas de mano del Estrecho, con casi 408.000 kilos.
Igualmente, tienen permiso para coger y vender hasta cerca de 538.000 kilos de atún rojo los cañeros del censo del caladero canario. A las flotas de palangre y línea de mano les corresponden poco más de 835.000 kilos. Superan los 1,31 millones los que pueden capturar los pesqueros que faenan con cebo vivo en el Cantábrico y el noroeste.
Estos son los principales destinatarios de las ofertas de compra de cuota lanzada por almadrabas del sur, algunas de las cuales ofrecían siete euros por kilo, con idea de sumar 500.000 a los 1,64 millones que les corresponden a todas este año. En el Mediterráneo, los cerqueros cuentan con 1,71 millones de kilos y las almadrabas de túnidos menores, con 1.567 kilos.
De la demanda de los pescadores gallegos de litoral para quedarse con alguno de los atunes rojos que no pueden evitar capturar se habló esta semana en Santiago, durante una de las reuniones de grupos de trabajo del Consejo Consultivo para las Aguas Occidentales Australes (CC Sur).
Casi 38.000 kilos para los recreativos, que deben procurar devolver vivos al mar los que cojan
«O atún roxo que entra na rede morre, sería positivo que nos deixaran coller algún», declaraba en diciembre el patrón mayor de Portosín, transmitiendo una petición que tiende a extenderse entre la flota gallega de litoral como la presencia de este túnido en la costa y en algunas rías.
Un año más, el ministerio sí reserva atún rojo para los pescadores recreativos, cerca de 38.000 kilos. Además de contar con autorización, solo se les permite la pesca sin muerte desde el 16 de junio hasta el 14 de octubre, aunque suelen agotar su cupo antes.
Deben «adoptar las medidas precisas para asegurar la devolución con vida al mar» de todos los túnidos de esa especie que cojan. Si van a bordo de embarcaciones con bandera de otros países no se les permite tenerlos a bordo ni descargarlos. Si navegan en lanchas de pabellón español y «durante la actividad de captura y suelta, accidentalmente muera un ejemplar», solo podrán quedarse con un atún rojo por día, con un tope de dos para toda la temporada.
En este último caso, los patrones o titulares de las licencias tendrán que enviar por correo electrónico al ministerio un preaviso de su llegada a puerto, desembarcarlo entero y tienen prohibido comercializarlo. Cada captura y suelta ha de registrarse, igual que las de las piezas que no devuelvan vivas al mar.