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Pesqueros gallegos culpan a chinos y turcos de saquear las aguas africanas

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de un archivo de un pesquero español que faenaba en las costas de Áfricas
Foto de un archivo de un pesquero español que faenaba en las costas de Áfricas RAMON LEIRO

Exigen a Bruselas que pida prioridad para su flota porque faena de modo sostenible

11 ago 2025 . Actualizado a las 04:50 h.

El presidente de la Asociación Nacional de Buques Cefalopoderos (Anacef), el marinense Francisco Freire, lanzó en Las Palmas una llamada de atención a la UE ante la fuerte reducción de capturas que de un tiempo a esta parte se ha producido en los caladeros africanos en los que faenan en virtud de los acuerdos de los Veintisiete con terceros países. Un descenso de productividad que se aprecia, sobre todo, en Guinea Bisáu y Mauritania, principales zonas en las que operan los pesqueros gallegos, algunos de los cuales son antiguos cefalopoderos que se reconvirtieron a la pesca de especies demersales tras la negativa de países como Marruecos, Senegal y la misma Mauritania a cederles derechos de explotación del pulpo.

Freire responsabilizó a pesqueros de otros países, principalmente con bandera de China o de Turquía, que faenan en sus mismas aguas en un número muy superior y con estándares muy diferentes a los de la flota comunitaria, con los que, sin embargo, esta se ve obligada a competir. Que no puede ser la europea la causante de esa pérdida de potencial pesquero se induce de que su «presencia es pequeña», dado que son un número de barcos «muy reducido».

El presidente de Anacef, que participó en Las Palmas en la jornada Componente biológico y biodiversidad en las pesquerías, organizada por su asociación, apeló a la Comisión Europea para que, cuando negocie un acuerdo de asociación pesquera con terceros países, sobre todo en África, exija que el país dé «carácter prioritario» a la actividad que desarrollan los buques europeos, a los que Bruselas impone altos niveles para garantizar la sostenibilidad de los stocks pesqueros. A juicio de Freire, no se puede permitir que se dé acceso al mismo recurso a unos con determinadas condiciones y a otros que no tienen las mismas normas y ejercen una competencia desleal a los europeos. Y se está haciendo, según asegura, otorgando posibilidades de pesca a buques chinos por toda la costa de África. También «a la flota turca, a flotas argelinas y de banderas de dudosa credibilidad», recogió Europa Press. 

La flota de Anacef

Los 19 buques que conforman la flota de Anacef faenan mayoritariamente en el Atlántico suroccidental y en la costa de África, bien sea en el marco de pactos de la UE, bien con licencias privadas. Con el paraguas comunitario están, sobre todo, en Bisáu y Mauritania. Este último, sin embargo, podría aprovecharse mejor, porque los antiguos cefalopoderos están en una categoría con autorización para merluza y algo de calamar y el choco, pero, en la práctica, en la zona que le asignan no hay cefalópodo, por lo que no tiene sentido que la UE «esté pagando por esas posibilidades de pesca». De ahí que abogue por hacer una reevaluación científica y revisar este aspecto en la próxima negociación del acuerdo, que expira en el 2026.

España aboga por la «buena gobernanza de los océanos»

En el foro organizado tiempo atrás por Anacef también participó el director general de Pesca Sostenible, Ramón de la Figuera, que defendió «el papel fundamental de los acuerdos de pesca entre la UE y terceros países como instrumento clave de cooperación económica». Estos pactos «garantizan a la flota comunitaria el acceso a los recursos excedentarios, al tiempo que contribuyen al desarrollo económico y a la industria pesquera local, así como a la buena gobernanza de los océanos», dijo el ministerio en un comunicado.

De la Figuera defendió la actividad responsable de los pesqueros españoles, ya que «no solo van a pescar, sino que también llevan a bordo a científicos». Explicó asimismo que las normas obligan a explotar solo el excedente de recursos que hay en los caladeros africanos para garantizar una «correcta explotación», y allí hay tanto marisqueros como barcos de pesca demersal. Admite que esta «no está yendo tan bien» como querrían, según lo que ha trasladado el sector, pero apuntó que para «eso está la ciencia, para evaluar la situación de los recursos y para explotarlos solo de manera sostenible».

El ministro de Pesca de Guinea Bissau, Mario Musante, subrayó que lo «fundamental» en todo esto es que se «tenga la conciencia de que no hay recursos inagotables», de ahí la necesidad de «conjugar esfuerzos» en la lucha contra la pesca ilegal.