La pesca portuguesa veda el pulpo por primera vez, pero no retira los cacharros del mar

PESCA Y MARISQUEO

«Si los quitamos, no desova», alega la flota, que critica los cambios de normas
19 ago 2025 . Actualizado a las 04:45 h.Por primera vez, Portugal veda el pulpo, tres meses y alternando en tres zonas geográficas, para no desabastecer los mercados. Entre la frontera norte y el paralelo que pasa por Figueira da Foz, del 17 de julio al 15 de agosto; hasta el 14 de septiembre, de Figueira da Foz a Sines; y de ahí al sur del país, del 15 de septiembre al 14 de octubre. Sin embargo, la flota se niega a retirar del mar los cacharros, como se conocen en Galicia esas nasas portuguesas, prohibidas en Galicia, donde en lo que va de año Gardacostas ha decomisado miles de ellas, la mayoría en aguas españolas próximas a Portugal.
Al contrario de lo que pueda parecer, la veda no se debe a un descenso de la biomasa del cefalópodo, sino a un proyecto para evaluar el impacto: «Es una decisión que hemos tomado a título experimental», explica Manuel Marques, de la Asociación de Armadores del Norte de Portugal. «No obedece a datos científicos que nos obliguen a parar. Simplemente, los pescadores, junto con las autoridades, hemos decidido probar, para ver si vemos mejoras». Además, la distribución también fue consensuada por el sector, «para que no falte producto; por eso se divide en tres zonas, una cada mes».
Aun con el riesgo de que los precios suban, «la preocupación fundamental es ver si se nota una recuperación de la especie». Como referente, hace solo un mes que la sardina ibérica obtenía el certificado MSC, después de varios años de regeneración. Aunque esta sea ahora una meta fuera del alcance, marca un camino a seguir. Por el momento, la veda solo se ha pactado para este año y, en función de los resultados, volverá a discutirse el próximo.
«No podrá desovar»
Pese a que la veda fue consensuada con el actual Gobierno conservador, en mayo cambió la secretaría de Estado de Pescas, que aplicó nuevas exigencias, como la de retirar los cacharros. «Nosotros asumimos el compromiso de lanzar el pulpo al mar si lo capturamos, pero no queremos retirar los cacharros porque sirven para que desove. Si los quitamos, no podrá desovar», comenta.
«En la ley no se dice que había que retirar los cacharros, pero ahora el Gobierno la ha querido alterar con decretos de última hora». En uno, del 18 de julio, el Gobierno anunció la «fiscalización para la retirada de las artes que permanezcan en el mar, abandonadas o no reclamadas», a partir del 3 de agosto.
Marques también dice que la inestabilidad gubernativa genera inseguridad en el sector: «El mar es inestable, y si también cambian las leyes todavía hay más inestabilidad. Son muchos cambios en un período muy corto y eso no nos gusta. Necesitamos leyes para dos o tres años», zanja.
El sector rechaza la ayuda estatal para llevarse del mar los aparejos
Para estimular la retirada de los cacharros, el Gobierno anunció la semana pasada que ofrecerá compensaciones por el gasto extraordinario en combustible que implica esta operación. La ayuda se adjudica por embarcación y en función de su potencia, hasta un máximo de 600 euros.
Pero tampoco convence a los armadores. «No queremos retirar los cacharros y dejar que siga pasando el arrastre, porque los cacharros favorecen el desove del pulpo», insiste Manuel Marques. «Ya nos habíamos comprometido a devolver al mar el pulpo o los cacharros con huevas si los cogemos por error. Pero no queremos compensaciones. Son bajas, y ni siquiera acabamos tramitándolas», añade.
A pesar de las operaciones de fiscalización anunciadas por el Gobierno portugués, el sector apenas ha detectado decomisos. Una situación que contrasta con lo ocurrido recientemente en el sur de Galicia, donde Gardacostas se ha incautado miles de cacharros a lo largo de este año, cuando ha confiscado más pulpo que nunca, más de 6.000 kilos entre enero y la pasada semana.