El sabor de la Navidad en una copa

El vino caliente o  «glühwein» es la bebida tradicional que se bebe en los mercados navideños europeos, pero es perfecta para tomar en casa


Seguramente durante el puente de diciembre muchos aprovechamos para visitar ciudades europeas donde experimentar algo del espíritu navideño y hacer unas compras especiales para los regalos. En los mercadillos navideños de estas ciudades se sirve un brebaje caliente que te reconforta: el vino caliente, conocido como glühwein o mulled wine.

Presente desde el siglo II en la antigua Roma fue creado por los romanos para calentarse durante el frio invierno y también ocultar el posible mal sabor de algunos vinos. Según fueron avanzando en sus conquistas por toda Europa, su amor por el vino caliente se fue extendiendo por el imperio y las regiones con las que comerciaban. Durante la Edad Media continuó creciendo su popularidad, no solo por sus propiedades para mantener a la gente caliente, sino como remedio natural contra las enfermedades. Posteriormente, la moda decae, pero en países como Suecia, Alemania y el Reino Unido todavía se mantiene arraigado su consumo.

Alrededor de 1890 se empieza a asociar su consumo con las navidades, en parte gracias a la mención de una receta, Smoking Bishop, en el Cuento de Navidad de Charles Dickens.

No existe una única receta de esta bebida y cada zona y familia tiene su propia formula a la hora de prepararlo. Lo que si existe es una serie de ingredientes comunes en las preparaciones modernas. Por ejemplo, el clavo de olor, canela, naranja, nuez moscada, vino tinto barato y algún licor.

Ingredientes
1 botella de vino tinto
40 ml de brandy
30 ml de licor de cereza
2 cucharadas de miel
1 naranja
6 clavos
2 ramitas de canela
2 cm de jengibre fresco
6 bolitas de pimienta negra
Instrucciones
  1. Para su elaboración, comenzaremos pelando la naranja y cortándola en rodajas. Reservamos la piel para añadirla también, ya que contiene los aceites esenciales que darán más sabor a nuestra mezcla.

  2. Pelamos el jengibre y cortamos en rodajas finas. En un cazo verteremos todos los ingredientes y lo pondremos a calentar sobre un fuego medio-bajo. Sin dejar que llegue a hervir, revolveremos para disolver bien la miel. Ahora es el momento de corregir. Si notamos que tiene demasiado amargor podemos añadir una pizca de sal y, si le falta dulzor, le añadiremos azúcar al gusto.

  3. Cuando ya esté humeando lo colaremos y mantendremos en un termo listo para servir.

Autor Miguel Arbe Este coruñés trabajó en Londres, Dubai y Japón rodeado de bartenders de referencia antes de volver a su ciudad natal. Ahora tras ser finalista de premios como los Young British Foodies o Sumiller del Mes (revista Food and Travel Magazine), se puede disfrutar de sus cócteles tras la barra de Bordello Lenceria (Instagram: @bordellolenceria)
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