Solo dos niños del colegio de Meis en el que el director dio positivo por covid han acudido al centro. La dirección del colegio de Xove ha anunciado esta mañana su dimisión al no poder garantizar la seguridad del alumnado. El centro se encuentra en obras
10 sep 2020 . Actualizado a las 18:57 h.Las puertas de los colegios gallegos vuelven a recibir alumnos hoy por primera vez desde hace seis meses. Nunca antes habían estado cerrados tanto tiempo, pero la pandemia del coronavirus obligó a mandar a los escolares a casa el pasado 11 de marzo, en una medida sin precedentes que se alargó hasta el fin del curso.
El inicio se hace de forma escalonada y hoy vuelven a clase los alumnos de 4.º y 5.º de Educación Infantil, 1.º, 2.º y 3.º de primaria y de Educación Especial, unos 103.874 estudiantes. Y lo hacen en un contexto marcado por las condiciones sanitarias extremas, rígidos protocolos y una serie de medidas que han provocado el rechazo de sindicatos docentes, confederaciones de ANPA y las quejas de administraciones locales.
Además, se dan una serie de excepciones a lo largo de la geografía gallega, centros que no podrán iniciar hoy la actividad por obras que no han concluido o por los efectos del covid-19, como ocurre en Ribeira o en Meis.
La Xunta no ha podido precisar cuántas aulas han permanecido cerradas por casos covid, y tampoco si ha habido absentismo en esta primera jornada escolar, teniendo en cuenta que ha habido un movimiento de padres solicitando que no se llevara a los niños ante la pandemia. En los centros consultados por las delegaciones de La Voz, salvo en algunos casos puntuales, ha mandado la normalidad.
Las recibirán los alumnos de Infantil y Primaria. En total, se entregarán nas 800.
Si este fuera un septiembre de los de antes, los niños se habrían arremolinado a las puertas de sus centros escolares, donde se habrían vivido escenas con abrazos y choques de manos aderezadas con risas, en un ambiente de total alboroto. Sin embargo, fueron el orden y el silencio los que reinaron en esta inusual vuelta a las aulas.
Estos 18 centros de enseñanza secundaria y de formación profesional solicitan por escrito a Educación no comenzar antes del 23 de septiembre.
Teresa empezó hoy 2.º de primaria en el CEIP Zalaeta, en A Coruña. Armada con una adorable mochila de lentejuelas, salió de su casa a las 8.50 de la mañana para recorrer los menos de 200 metros que la separan de la escuela de la mano de sus padres, Alberta y Luis, y de Tina, su hermana pequeña. Un recorrido que dejó de hacer en marzo, cuando sus padres se convirtieron en profesores de apoyo y su habitación, en un aula.
Lo cuenta en esta crónica Sara Carreira
El presidente de la Xunta calificó de «normal» el regreso a las aulas de 100.000 alumnos dentro de un curso «excepcional polas limitacións». Alberto Núñez Feijoo, que a preguntas de los medios volvió a ser autocrítico con la respuesta ofrecida por el Gobierno gallego y el de España en la vuelta a los colegios por la falta de rigor y planificación, hizo también un llamamiento a la responsabilidad y el compromiso «porque é fundamental que o regreso sexa un éxito, porque non podemos pechar o sistema educativo».
El secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha acusado este jueves a la Xunta de Galicia, que preside el dirigente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, de «no haber hecho los deberes» en este inicio del curso escolar y ha instado al Gobierno autonómico a elaborar un plan tras criticar la falta de medidas para garantizar la seguridad.
«El Gobierno de la Xunta y la Consellería de Educación no han tomado ninguna medida importante para este inicio del curso escolar. Hoy hemos iniciado el curso sin que hubiera ninguna contratación extraordinaria de profesorado para bajar la ratio de alumnos por aula, sin que hubiese plan de digitalización potente» ni «más espacios» en las aulas, ha reprochado el líder de los socialistas gallegos.
En este sentido, ha mostrado su «perplejidad» ante la «dejadez» de funciones y falta de gestión por parte de la Xunta en este inicio de curso coincidiendo con el cambio al frente de la Consellería de Educación, situación -ha dicho-, que deja a Galicia «a la cola» del conjunto de comunidades autónomas junto a Madrid en el ámbito educativo, ha insistido.
Padres y madres de los alumnos del colegio Frei Luís de Granada de la localidad luguesa de Sarria han presentado un escrito ante el ayuntamiento y la Consellería de Educación en el que denuncian que la escuela hogar, donde se han reubicado a 180 niños de primero y tercero de primaria y de dos cursos de infantil debido a las obras de rehabilitación integral del centro, «carece de licencia de uso».
Así lo ha explicado el portavoz de la Plataforma en Defensa del colegio de Sarria Frei Luís de Granada, Javier Pico, que ha pedido «que se tomen las medidas necesarias para garantizar la salud de los alumnos del Frei Luis de Granada».
El director del CEIP San Pedro de Visma de A Coruña, José Manuel Pérez, indica que la Policía Nacional ha detenido este jueves a un padre que se negó a ponerse la mascarilla en el colegio y que mostró una actitud «agresiva» con los agentes.
El incidente ocurrió en la citada escuela sobre las 9:00 horas de esta mañana, cuando el padre del menor intentó acceder a la secretaría sin mascarilla, pero le dijeron que no podía acceder y que debía ponerse la mascarilla, petición a la que el varón se negó alegando que no estaba enfermo con una «actitud provocadora».
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha asegurado este jueves que aunque el inicio de curso no se ha preparado ni a nivel estatal ni a nivel autonómico como a él le gustaría, la vuelta a las aulas en la comunidad se está produciendo «dentro de la normalidad».
Galicia ha vivido esta mañana su primera jornada de huelga en educación de las dos previstas para los días 10 y 16 de septiembre ante el malestar de la comunidad educativa con los protocolos y las medidas tomadas por el Gobierno gallego para la adaptación del nuevo curso escolar a las condiciones higiénicas y sanitarias requeridas por la covid-19.
Así, y pese a que el mandatario gallego entiende que la preparación para retomar las clases no se acometió «con el rigor y la planificación» debida, lo que está afectando «a todas las comunidades», es preciso, ha dicho, que los niños vuelvan a las aulas como se está haciendo en Galicia, donde «la incorporación está dándose con normalidad».
En todo caso, el mandatario autonómico ha asegurado que se seguirá trabajando para mejorar las condiciones de seguridad en los centros educativos pese a que «el riesgo cero no existe», por lo que es más necesario que nunca «el compromiso» de los padres y los docentes.
«Es fundamental, lo necesitamos. No podemos volver a cerrar el sistema educativo», ha insistido el mandatario.
Los centros compostelanos indican que es «imposible» abrir el día 16 sin saber el cupo de profesores y la aprobación de los nuevos horarios.
El alcalde de Vilagarcía subraya su lealtad con la Consellería de Educación, pero recuerda a la Xunta que está sobrecargando a los concellos con competencias ajenas. Como ejemplo, la desinfección de los centros educativos, que le cuesta al consistorio arousano 108.000 euros.
Ante la imposibilidad de garantizar la distancia obligada de 1,5 metros entre alumnos decretada en el nuevo protocolo de regreso a las aulas, el IES Blanco Amor, de Culleredo, ha decidido crear un turno de tarde para los alumnos de bachillerato, algo que no ha sentado bien a los padres, que han amenazado con un parón.
La directora del centro, Carmen Rodríguez, se muestra comprensiva con los padres, aunque considera que es la única medida viable, y considera que las asociaciones deportivas, conservatorios de música y las academias deberían poner de su parte para flexibilizar sus horarios y permitir conciliar actividades y estudios.
Mientras las clases ya han comenzado en Primaria e Infantil, el resto de los estudios educativos ya se están preparando para la inminente apertura de sus aulas. Pero, tras el cambio en los protocolo, que obligan a una distancia entre alumnos superior a la establecida en un primer momento, algunos centros se ven en dificultades para cumplir las normas.
Por ello, la Xunta ha creado un plan de contingencia para dar las clases semipresenciales, aunque solo para alumnos de bachillerato y FP superior, a la que se podrán sumar todos los centros en los que no sea posible garantizar la distancia entre los jóvenes.
Un profesor para cada aula y el 100% de los trabajadores de limpieza en los colegios. Estos son los servicios mínimos establecidos por la Xunta para los dos días de huelga convocada por cuatro sindicatos y que coinciden con el inicio de curso en primaria (hoy) y secundaria (el miércoles 16). Ahora, estos servicios mínimos tan exigentes cuentan con el aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que en un auto con fecha de ayer, respalda la propuesta de la Administración y hasta da un tirón de orejas a los sindicatos convocantes (CIG, CC.OO., STEG y CSIF).
«Chegado este momento, como mestre en activo con máis de 30 anos de experiencia no traballo con menores, por respecto á miña profesión, ao ensino público e ás nenas e nenos, manifesto o meu total compromiso coa escola e coa comunidade educativa garantindo todo o meu esforzo e empeño nas propostas a desenvolver polo equipo de traballo ao que pertenzo. Non obstante (...) quero facer público que non me fago responsábel»
Miles de niños de Vigo comienzan el curso escolar sin el servicio de comedor. Foanpas mantiene su negativa a abrirlos al no tener garantías para hacerlo sin peligro de contagios del Covid-19, informa Alejandro Martínez. Si bien ayer Educación emitió un comunicado comprometiéndose a otorgar una mayor dotación económica a las asociaciones de padres y madres, y a establecer un protocolo de actuación anticovid en los comedores, hoy la federación olívica de Anpas lo ha desmentido.
«Mira mamá, ¡más globos!». Las tres entradas de Esclavas en el centro de A Coruña se llenaron de globos y guirnaldas para celebrar la vuelta a las aulas más esperada por todos. Después de seis meses, y bajo la adopción de todas las medidas de seguridad que requiere la situación sanitaria, los más pequeños volvieron a reencontrarse con sus compañeros. En algunos casos, la emoción ha sido tal que frenar algunos de los abrazos furtivos fue imposible.
Nunca hubo tanta alegría en el primer día de cole. Las sonrisas las tapaban las mascarillas, pero los ojos denotaban la felicidad de padres y alumnos después de seis meses sin ir al colegio. Los protocolos no pudieron con el ansia de los niños para volver a las aulas. Y eso que los profesores le esperaban en las puertas de los centros para echarles gel en las manos y guiarlos, en buena parte de esos centros, por esos caminos pintados en el suelo para evitar cruzarse con el resto de compañeros.
El CEIP San Pedro de Visma tuvo que activar esta mañana el protocolo al detectar a un padre que acompañó a su hija a clase sin mascarilla. Tras negarse a utilizarla, el centro puso los hechos en conocimiento de la Policía, que tuvo que detenerlo tras mostrar una actitud agresiva y amenazar a los agentes con una muleta que estaba apoyada en la pared del colegio. «Se la enseñó a los policías como si los quisiera agredir», explica el director del centro, Juan Manuel Pérez.
En Meis, solo dos alumnos acudieron a clase por el positivo del director:
Y en Verducido, los padres levantaron un acta ante notario por la falta de un profesor
Los niños estrenan hoy recreos con los patios parcelados y divisiones por grupos. Se echan de menos juguetes y balones. En colegios como el de Dozón, en Pontevedra, el espacio es un lujo y los alumnos disponen de muchísimos metros para correr y jugar en un centro con 30 estudiantes.
En el colegio de Las Esclavas, en A Coruña, los alumnos también respetan los espacios que les ha tocado a cada clase:
La comunidad educativa tiene puesta su atención en el cielo más que nunca. El tiempo atmosférico puede ser el mejor aliado, pero también el peor enemigo, para gestionar el curso escolar en plena pandemia. Aprovechar los espacios al aire libre se presenta como una opción para mantener las distancias de seguridad y evitar que haya grupos numerosos de alumnos en un sitio cerrado, donde el virus hace más daño.
Imágenes de las protestas de profesores frente a la sede de la Xunta en Vigo y en Ribadeo:
La vuelta al cole ha resultado más tranquila de lo previsto en los colegios de la comarca de Ferrolterra, donde el seguimiento de la huelga ha sido desigual, tanto por parte de los docentes como de los padres. Si en el CEIP de A Gándara, en Narón, acudieron casi todos los niños, en el CEIP Centieiras, de Fene, solo lo han hecho ocho de los cerca de 90 escolares convocados para hoy, dos de quinto de Infantil y seis de Primaria, infomra Ana F. Cuba.
Los centros han recibido a los alumnos con control de temperatura, desinfección del calzado en las alfombrillas y nuevas entradas. Los pequeños han vuelto a las aulas con mascarilla y han respetado las filas y las distancias.
Los padres también tendrán que habituarse a los protocolos, que les impiden acompañar a sus hijos, incluso a los que empiezan este curao, hasta el interior del colegio. Los centros más pequeños, como el CEIP Mosteiro de Caaveiro, de A Capela, juegan con ventaja esta vez, y los colegiales podrán salir al recreo a la misma hora, con zonas delimitadas para cada grupo, y podrán compartir el comedor en un único turno, sin problemas de espacio. «En xeral, vemos que os nenos tiñan gañas de volver ao cole», resume la directora del CEIP A Gándara, Eva María Bouza.
Ya en el año 2014, un grupo de padres del colegio coruñés Concepción Arenal trasladaron en el consello escolar su preocupación ante un aula que carecía de ventilación y que denominaron «el invernadero». Durante los meses de abril a octubre, la temperatura que se alcanza en esa clase obliga a los pequeños de infantil a escoger la camiseta de sisas como uniforme oficial. Hoy, los padres no han llevado Padres a sus hijos a clase para exigir una respuesta.
En una entrada escalonada, entre hoy y mañana 18.357 escolares de la provincia de Ourense regresan a las aulas. La mayoría se reparten entre los centros de la ciudad y las cabeceras de comarca. Así, en Ourense comienza el curso para 9.014 chavales. En segundo puesto está O Barco de Valdeorras, con 1.041; seguido por Verín, con 923; O Carballiño, con 918, y Xinzo de Limia, con 766. Y también es importante el volumen de escolares en el cinturón urbano de la capital, con 676 alumnos matriculados en Barbadás y 635 en O Pereiro de Aguiar.
Isabel Celaá ha estado esta mañana en La hora de La 1 para hablar del inicio de curso. Ante la pregunta de la periodista Mónica López de qué balance hace la ministra de Educación sobre el inicio de curso, la titular de la cartera no lo dudó: «Es un balance muy positivo. En España tenemos 28.500 centros educativos y ayer se habían registrado 53 incidencias».
En el colegio A Laxe , situado en la parroquia rural de Valón, en Ferrol, la baja matrícula supone una ventaja este curso. El aula con más niños solo tiene 15, y aunque había una con 18, finalmente se ha desdobla en dos de 12 y 6 gracias al «esfuerzo del profesorado» y no por el aumento del cuadro de personal, según destaca la directora, Patrícia Cons. Informa Beatriz Antón.
Padres de la Escuela Unitaria de Verducido, en Pontevedra, han levantado un acta ante notario por la falta de un profesor, informa Capotillo.
Al paro convocado para el primer día de curso escolar en el CEIP de Covas, en Viveiro, se sumó el 100 % del profesorado y de los alumnos. La directora del centro, Dolores Fernández, confirmó que, a pesar de tener servicios mínimos, ningún alumno acudió esta mañana al colegio. Docentes y familias creen que el ratio por clases no es el idóneo para iniciar un curso marcado por la pandemia y, desde el centro, también aseguran que no pueden cumplir con las medidas de distanciamiento entre pupitres: «Da mesa de diante á de atrás só temos entre oitenta e 85 centímetros. Esa non é distancia de seguridade», informa María Cuadrado.
En los dos colegios del casco urbano de Lalín arrancó la jornada con pocas ausencias. En el colegio Xesús Golmar, el más grande en número de alumnos, cuentan que no hubo ni lloros entre los pequeños y los niños están contentos de volver al cole y verse, informa Rocío Ramos
Los protocolos se están cumpliendo a rajatabla y los centros mantuvieron muchas reuniones informativas con los padres. Estos preguntaban sobre todo por cómo iban a estar los niños en el aula y aprovecharon para resolver muchas dudas especialmente sobre cómo tenían que hacer respecto a las entradas y salidas de los niños.
Los comedores ya están preparados y los menús en proceso. En el colegio lalinense de Prado hoy toca crema de verduras, tortilla y plátano y en el Manuel Rivero el menú consiste en ensalada de lechuga, tomate y queso fresco de primero, pollo asado con arroz y verdura de segundo y fruta de postre.
Hay mil detalles que recuerdan que no es un regreso a las aulas normal, comenzando por la distancia que guardan papás y mamás (ni rastro de corrillos) y siguiendo por las mascarillas que lucen todos. Spiderman se lleva la palma. No hay abrazos en los reencuentros, ni chillidos. Tampoco risas ni los llantos de quienes preferían seguir en casa, que los hay. La sombra del coronavirus lo impregna todo.
Si el inicio del curso escolar se preveía difícil por la pandemia del covid-19, en el CEIP Pedro Caselles de Xove se ha complicado todavía más al no concluir las obras de una reforma integral del centro que comenzó a finales de junio y que todavía no ha concluido. Antes de las diez de la mañana, el director del colegio, Marcial Miramontes, confirmó a La Voz la intención de la dirección del centro de presentar su dimisión al no poder garantizar la seguridad a los alumnos, informa María Cuadrado.
Asegura que las obras no han concluido y que queda bastante trabajo por realizar, sobre todo de traslado de material a aulas y otras depedencias, y sobre todo de limpieza y de desinfección. Indica, a modo de ejemplo, que no pueden ni cumplir con uno de los requisitos fijado en el protocolo covid-19 de airear las dependencias.
Con incertidumbre y una gran inquietud por lo que pueda suceder en el futuro. Así es como miles de padres han llevado esta mañana a sus hijos al cole. El regreso a las aulas para los escolares de infantil se ha producido sin incidencias en la ciudad olívica, con un cumplimiento general de las normas dictadas por las autoridades sanitarias.
Miles de niños empiezan un curso diferente y las familias cruzan los dedos para que todo transcurra con normalidad y no haya que volver a confinarse.
En el colegio de Cristo Rey de Ferrol, donde en días pasados una profesora dio positivo y otros tres docentes han sido aislados por considerarse contactos estrechos, las clases han empezado con normalidad y «mucha tranquilidad», según la directora, Agurtzane Bilbao, informa Beatriz Antón.
El resto de los profesores han dado negativo en las pruebas serológicas y el colegio ha sido desinfectado. Aunque el centro solicitó retrasar el inicio del curso hasta el lunes, por la falta de esos docentes, tanto Sanidad como Inspección Educativa consideran que se dan las condiciones para que comiencen hoy.
Una limpiadora desinfecta cada por la mañana todas las zonas comunes y otro equipo se dedica por las tardes a la limpieza a fondo de las aulas.
Intensas han sido las últimas jornadas en los colegios de Barbanza, donde todavía ayer se apuraban las actuaciones para el arranque del curso. Los niños se han encontrado hoy con mesas separadas, aulas con menos material del acostumbrado y hasta patios, pasillos y otras zonas comunes señalizadas.
La idea es que no se mezclen las diferentes aulas. Entre hoy y mañana tomarán los centros de infantil y primaria de la zona 7.955 escolares, una cifra que, siguiendo la tendencia de los últimos años, sufre una nueva caída. En esta ocasión, la merma se sitúa en torno al centenar de chiquillos.
Las entradas a los centros se han ralentizado para poder realizar uno a uno la rutina de higiene para evitar contagios. «Lo llevamos bien. Mi hijo tiene ocho años y por ahora va tranquilo», indicó una madre a Radio Voz tras acompañarlo al CEIP de O Castrillón. Mucha ilusión pero también nerviosismo en el ambiente por ver cómo acatan las medidas sanitarias., informa Sara Pérez.
Educación ordenó ayer que el curso empezara hoy en el colegio de O Mosteiro, Meis, pese a que el director del centro ha dado positivo en covid-19 y a que todo el equipo directivo, dos profesoras más y la conserje, están confinadas.
Sin embargo, hoy solo han acudido al centro dos niños, informa Rosa Estévez.
En Ourense, muchas colas pero ordenadas. En Franciscanas, se han establecido turnos para que cada curso tenga un horario diferente de entrada, informa Miguel Ascón.
En Trives, las colas de niños se organizan en el patio del colegio con marcas en el suelo. Al entrar, hay desinfección de piés y de manos, y el camino al aula está indicado con flechas, indica María Cobas.
En el colegio de Canido (Ferrol), los profesores reciben a los niños vestidos de negro y con carteles de protesta pegados a la camiseta: «Estamos pol@s nen@s, non con protocolo», para mostrar su malestar por la falta de profesorado y espacios para poder reducir ratios, informa Beatriz Antón.
«Estamos de acuerdo con la huelga, pero decidimos venir porque hoy los niños nos necesitan y por la situación. Además, los servicios mínimos establecen un profesor por aula, con lo cual sí o sí tenemos que venir», explica Mónica.
Para esta maestra veterana lo más difícil de esta vuelta al cole es «no poder achuchar a los niños».
Tras seis meses con los centros educativos sin actividad docente, un total de 12.412 alumnos de Infantil y Primaria y de los centros de educación especial de Ferrol y los municipios de las tres comarcas están citados para incorporarse entre hoy y mañana a las aulas. Es un comienzo de curso totalmente atípico, condicionado por la pandemia del covid-19, las múltiples reclamaciones de las comunidades escolares y una convocatoria de huelga en el sector de la educación.
Alberta y Luis tienen dos hijas, una de cinco años, Tina, que empieza mañana el último curso de infantil, y la mayor, Teresa, que arranca segundo de primaria en unos minutos en el CEIP de Zalaeta de A Coruña. Hay cola con relativa distancia de seguridad a las puertas del cole y mucha alegría por el reencuentro de los amigos, informa Sara Carreira.
«¡Segundo!», llaman a gritos. Y entran los niños ante dos filas de padres que aplauden la llegada; el objetivo es restar tensión, aunque para algunos como Tina no resiste y llora al ver entrar a su hermana.
Luis y Alberta, funcionario y profesora en la universidad, respectivamente, han decidido no dejar este año a las hijas en el comedor; solo iban dos días a la semana, pero como apenas hay espacio por las restricciones han optado por dejar esas plazas libres para quien realmente necesite el servicio, ya que ellos pueden recoger a tiempo a las niñas. Alberta pertenece al Ampa del Zalaeta desde este año y entiende mejor que nadie los retos organizativos que supone un curso tan peculiar.
«O Concello de Carballo xa ten en marcha os trámites administrativos imprescindibles para modificar o contrato do servizo de limpeza dos centros escolares». Así arranca una nota hecha publica ayer por el gobierno local, que implica la aceptación del presupuesto presentado por Aspaber la tarde del martes. Se trata de cumplir el protocolo impuesto por la Xunta, que muchos ayuntamientos, como el de Carballo, consideran que no les corresponde. Aspaber y el Concello tienen todavía pendiente la firma del contrato, ya apalabrado, por la limpieza de centros educativos, que se ha ampliado, pero que no recoge los protocolos por el covid porque fue redactado antes de la pandemia.
La falta de espacios y profesorado para cumplir con los protocolos sanitarios son las dos grandes reivindicaciones de los centros escolares que inician hoy su actividad en Santiago, y también la de los institutos y centros de formación profesional, que lo harán a partir del 16 de este mes. De los 82.771 jóvenes matriculados en la provincia de A Coruña que hoy acceden a las aulas, 20.415 lo hacen en el área de Santiago, lo que supone un 24,7 % sobre el total provincial. De los santiagueses, 13.887 son alumnado de primaria, 6.376 de infantil y 152 de educación especial.
Hoy vuelven los madrugones para cerca de ocho mil niños de Pontevedra que después de seis meses cruzarán la puerta del colegio. Un reencuentro sin abrazos, sin besos y escalonado para intentar poner freno a la propagación del covid.
La vuelta a la actividad estará marcada por una jornada de huelga «por un ensino público presencial con seguridade» convocada por los sindicatos para hoy y para el próximo 16 de septiembre.
Los alrededores del CEIO Zalaeta de A Coruña están sorprendentemente concurridos. Coches con padres e hijos en el interior, familias que pasean rumbo al centro. Empieza el cole, pero lo hace antes de lo habitual y con mucho más espacio, informa Sara Carreira.
Casi 35.000 alumnos de infantil, primaria y Educación Especial tendrían que regresar hoy a las aulas en el área de A Coruña. De forma más específica, el curso comenzaría para 10.477 escolares de infantil, 23.935 de primaria y 212 de Educación Especial. No obstante, será para la mitad de ellos, pues el inicio de las clases será escalonado y no todos los cursos de los niveles educativos comenzarán el mismo día. Además, desciende la matrícula en A Coruña y su área metropolitana en un 1,3 % con respecto a las cifras registradas en el curso pasado, pero se incrementa el personal docente.
