En este caso, los ciberdelincuentes vaciaron la cuenta de la afectada, una clienta asturiana de la entidad, y contrataron sin su consentimiento un préstamo y una tarjeta prepago. La Audiencia obliga a devolver la cuenta al estado previo al fraude y recalca que las entidades tienen una responsabilidad «prácticamente objetiva» como garantes de la seguridad de los fondos de los usuarios
Marcos Gutiérrez