Hace ya un siglo, la ciudad se conmocionó con el asesinato del potentado Antonio Ledo a manos del procurador Abelardo taboada. El tiempo borra los recuerdos y en Lugo se hizo habitual la frase de que allí nunca pasa nada: un repaso a los sucesos de los últimos años revela, sin embargo, una realidad diferente