Luciano Otero resalta que «nuestros viacrucis son evidentemente una actividad religiosa, pero también estética, dada la atención que ponemos tanto a la vestimenta, como a los textos empleados, el ceremonial y la música que nos acompaña»
El Ayuntamiento estudia los detalles de la restauración en la ermita de Nuestra Señora del Mirón que recuerda al caso de Borja que dio la vuelta al mundo en el 2012