La concepción de una compañía como un centro generador de beneficios para la propiedad o el capital es algo cada vez más obsoleto, porque debe crear también valor para los clientes, proveedores y trabajadores. Esto es, para la sociedad. No es aceptable el lucro a cualquier precio. No es aceptable si se engaña a los usuarios, se explota al trabajador o se daña el medio ambiente
Guillermo A. Barral Varela