La Festa do Marisco deja una factura «espectacular» más allá del recinto gastronómico
AROUSA

O Grove registró una ocupación hotelera del 100% en ambos fines de semana
14 oct 2025 . Actualizado a las 04:47 h.La Festa do Marisco ha cerrado su edición número 62 con un éxito arrollador, ofreciendo la imagen de una cita gastronómica que aparenta no tener techo. Las cifras tanto de facturación como de raciones despachadas así lo avalan. La explicación es sencilla, el producto atrapa y la calidad es buena, no hay otro secreto. Pero lo cierto es que más allá del recinto, la cita beneficia en el mes de octubre a todo el sector turístico: alojamientos, locales de restauración, bares e incluso comercios, a los que acuden los miles de turistas que durante los diez días de celebración visitan O Grove, bien sea porque participan en alguna de las actividades del programa o porque llegan atraídos por la fama de la fiesta.
El impacto de la Festa do Marisco es siempre notable, aunque vaya ligado a las condiciones meteorológicas que acompañen en esos días al evento, pero la repercusión de este año, aún sin las cifras económicas en la mano, es «espectacular». Así de contundente se muestran desde algunos negocios, como el Hotel Maruxía, donde la ocupación media durante los diez días de fiesta fue del 93% «e dos doce días, nove estivemos ao cento por cento», explican desde la gerencia del establecimiento.
Las buenas sensaciones y los datos se repiten en gran parte de los hoteles del casco urbano, al 100% de ocupación ambos fines de semana y con un registro desigual, aunque también alto de lunes a jueves. Así lo constatan desde el Hotel Montemar, donde la actividad superó todas las expectativas previstas. «En fin de semana estuvimos llenos, y a lo largo de la semana la ocupación fue del 90%. Incluso este domingo, que fue festivo en Asturias o en Valencia, firmamos un 60%», cuenta desde allí Raquel Costa, que no duda en repetir calificativo: «Fue espectacular».
Idénticos números se registraron en fin de semana tanto en el Hotel Isolino como en Puente de La Toja, con lleno absoluto y registros muy destacados. Superior al 75% los días laborables. Incluso el día del inicio de la fiesta, el primer jueves, arrastra buenos números, según cuentan desde los establecimientos hoteleros. No había más que ver la estampa de las calles en el municipio para darse cuenta de que la edición iba a ser histórica. El lleno que se sucedía en los alojamientos era idéntico en locales de restauración donde la gente hacía colas para encontrar una mesa el sábado. Misma estampa en bares y cafeterías, donde desayunar se antojó por momentos imposible, e incluso los supermercados notaron la afluencia.
Lejos de la hostelería, cabe decir que los servicios de limpieza tuvieron que hacer un esfuerzo titánico para retirar el volumen de basura acumulado por tal cantidad de gente durante más de una semana de duración del evento.
Es difícil contabilizar el número de visitantes que pudieron visitar O Grove durante la primera quincena de octubre —el regidor, José Cacabelos, estimaba hace unos días que podrían visitar O Grove cerca de 100.000 personas—, pero no cabe duda de que la Festa do Marisco es la gallina de los huevos de oro. A falta de datos en firme, la factura parece inmejorable.